El mandatario realizó la afirmación durante una entrevista que brindó en su visita a México. Insta a que exista una profunda investigación para sancionar a los responsables

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29 de marzo de 2021, 7:56 AM
29 de marzo de 2021, 7:56 AM

El presidente Luis Arce cree que el supuesto “golpe de Estado” contó con un manual a seguir y se planificó con varios meses de anticipación. Por ese presunto hecho son procesados en el país la expresidenta Jeanine Áñez, sus exministros y algunos exjefes policiales y militares.

Durante una entrevista que brindó a TV UNAM de México, la máxima autoridad nacional afirmó: “El golpe fue muy bien planeado. Había un manual que tenían que seguir ellos (…) No creo que años, pero sí meses de planeamiento”.

El cambio de mando en el país se produjo tras la renuncia a la Presidencia de Evo Morales, en noviembre de 2019, en medio de una convulsión social por las irregularidades en los comicios generales. Eso provocó una serie de renuncias y un vacío de poder, asumiendo transitoriamente la ahora exmandataria, que permanece en la cárcel de Miraflores.

Sin embargo, Arce considera que figuras claves gestaron ese movimiento para que el MAS salga del poder. “Hay caras visibles del golpe de Estado. Está el señor Camacho. Hay un video, no estamos inventando. Hay videos donde él explica quién había sido el que le ayudó a hacer toda la movilización y el desmonte de las Fuerzas Armadas; él habla de su padre, inclusive”, acotó.

Las exautoridades que fueron detenidas son acusadas de la presunta comisión de los delitos de conspiración, terrorismo y sedición, mientras se busca a otros exministros que están prófugos, como Yerko Núñez, Arturo Murillo y Fernando López.

Al respecto, ayer se conocieon algunas afirmaciones que realizó Morales en un texto que publicó en Argentina, donde admite que decidió renunciar un día antes de la sugerencia que le realizó el Alto Mando de las FFAA, y no menciona la palabra “golpe” en todo su relato.

“Antes de renunciar, bien lo medité. Pensé en tirarme monte adentro, selva adentro para go­bernar (…) Al día siguiente (el 10 de noviembre), la acción tan natural del movimiento campesino, de muchos sectores sociales, podría haber sido tomar el Palacio, la plaza Murillo. Y no sé si la gente civil de la derecha habría disparado, tal vez algunos sí, pero la Policía sí habría metido bala y el resultado habría sido una masacre”, sostuvo el líder del MAS.