El mandatario volvió a referirse a la protesta del año pasado que terminó con la renuncia de Evo Morales. Gobierno investiga el motín para dar con responsables

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El presidente Luis Arce pidió a la Policía que lo que pasó el año pasado “no debe volver a ocurrir”, en referencia al motín policial que terminó con la renuncia de Evo Morales. El mandatario exigió a los uniformados no dar la espalda al pueblo boliviano con decisiones como las de 2019.

Es importante que nunca nos alejemos de nuestras raíces y del pueblo boliviano, nunca más se debe dar la espalda al pueblo boliviano, porque a ellos nos debemos, porque de ellos venimos, cada uno de los miembros de la Policía Boliviana proviene del seno mismo de nuestro pueblo. Lo que pasó el año pasado no debe volver a ocurrir en nuestro país”, afirmó ayer Arce en el acto de graduación de nuevos egresados de la Academia Nacional de Policías.

En noviembre del año pasado, grupos de policías se amotinaron dos días antes de que Evo Morales renunciara a la Presidencia. El motín policial se sumó a las movilizaciones ciudadanas que protestaban contra un presunto fraude electoral que cometió el Movimiento Al Socialismo (MAS) en las elecciones del año pasado.

No es la primera vez que Arce se refiere al motín policial del año pasado. En el acto de posesión del nuevo comandante de la Policía, coronel Jhonny Aguilera, dijo que la institución ingresa a una nueva era y pidió al jefe policial que la entidad “nunca más” asuma acciones contra un Gobierno.

No podemos tener más nunca una Policía que asuma acciones en contra de un gobierno democrático y legalmente constituido. No debemos tener una policía politizada y tampoco una policía que sea un instrumento de persecución al que piensa diferente y al que opina diferente. No podemos nunca más tener una Policía que queme los símbolos patrios”, exigió el mandatario.

Al respecto, el coronel Aguilera señaló que la Policía Boliviana trabajará “al lado del pueblo” y pidió una “reconciliación” para que la entidad verde olivo pueda trabajar en las calles. La autoridad, sobre el motín, dijo que esa tarea de evaluación corresponde al inspector general de la institución policial.

Por su parte, el viceministro de Régimen Interior y Policía, Emilio Rodas, alentó una investigación para dar con los responsables del motín policial del año pasado y dijo que no se puede prejuzgar sin una debida indagación, en referencia a una lista de oficiales que circula en redes sociales.

El pueblo boliviano necesita se esclarezca la verdad histórica de los hechos. En ese contexto, todos los elementos que tienen que ver con ello van a ser investigados. Los sucesos de amotinamiento se ejecutaron violando un marco normativo. Lo que tenemos que identificar qué normas y leyes se violaron. Lo del motín no creo que tenga que ver con la normativa. Cuando hablamos de insubordinación de algunos efectivos de la Policía, estamos hablando de la insubordinación contra la ley. La norma está vigente y marcha la subordinación y constancia”, afirmó Rodas.

Motín y soborno

El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, aseguró el pasado sábado que el motín policial del año pasado surgió por un soborno a algunos efectivos de la Policía Boliviana. La autoridad insinuó que el líder de Creemos, Luis Fernando Camacho, realizó el pago a los uniformados.

Muchos sabemos que solo un grupo de los policías se amotinó porque recibieron un soborno. ¿Para qué? Por intereses contra la patria, por intereses contra el país, por intereses contra la propia Policía”, afirmó Del Castillo en entrevista con El Deber Radio.

Luego, consultado si ese extremo fue comprobado, el ministro respondió: “Lo ha documentado. Hay líderes políticos cruceños que han afirmado que ellos han sido pagados, han pagado estos dineros, incluso sus padres. Y eso lo saben todos, no es un secreto”.

Una fuente policial afirmó a este medio que el motín policial se generó por el descontento de los uniformados con el anterior Gobierno. “Lo del motín fue un hecho no planificado, fue espontáneo y surgió también porque la población lo pidió”, afirmó.

El motín se inició en Cochabamba el 8 de noviembre del año pasado. Horas después se sumaron los batallones de Santa Cruz, Tarija, Chuquisaca, Oruro, Potosí y Beni. Por último, un día después se sumaron los comandos de la UTOP de La Paz y Pando.

Del Castillo ya había anunciado que el Gobierno investiga el motín policial y que los procesos contra algunos funcionarios no estaban descartados. “Estamos en etapa de investigación (del motín), recopilando información, analizando la misma. Posteriormente, evaluaremos las medidas que tomaremos en todos los ámbitos”, remarcó el ministro de Gobierno en entrevista con EL DEBER.