La canciller Karen Longaric admite que Argentina no acreditó todavía a los diplomáticos bolivianos que fueron designados por el gobierno de Jeanine Áñez. Expertos ven que la relación comercial no se verá afectada, pese a las diferencias

23 de diciembre de 2019, 3:00 AM
23 de diciembre de 2019, 3:00 AM

Argentina no acreditó a los diplomáticos que envió el gobierno de Jeanine Áñez al vecino país. Bolivia espera que se cumpla la Convención de Viena y tiene la información de que la Cancillería argentina, al estar en un proceso de transición por el cambio de gobierno, dilata la acreditación por “temas de logística”.

Del lado argentino, la nueva administración del peronista Alberto Fernández no tiene pensado enviar a un embajador a La Paz.

Así, la relación entre ambos países queda congelada y con la mira en los negocios del gas.

Áñez designó al economista Julio Alvarado como embajador de Bolivia en Argentina. Los primeros días del representante boliviano fueron caóticos. Sufrió ataques verbales de gente afín al Movimiento Al Socialismo (MAS) y enfrentó una huelga de hambre y una vigilia en puertas de la embajada boliviana en Buenos Aires.

La canciller Karen Longaric confirmó a EL DEBER que la Cancillería argentina todavía no acreditó a los diplomáticos que envió el gobierno transitorio de Jeanine Áñez. La diplomática espera que esa demora sea por la transición en esa entidad argentina y espera que la gestión de Felipe Solá, su homólogo argentino, cumpla la Convención de Viena, que establece y garantiza el trabajo de funcionarios diplomáticos en un país que no es el suyo.

“Estamos esperando pacientemente que se reactive el trabajo en la Cancillería argentina. Tenemos entendido que aún no han cambiado autoridades y la nota de acreditación de nuestros nuevos diplomáticos que hemos acreditado ante el Gobierno argentino aún no ha sido examinada. Vamos a esperar con paciencia para que los conductos regulares tomen conocimiento de nuestra acreditación y se la acepte tal como establece la Convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas”, detalló.

Relación tensa

La relación entre ambas naciones se vio complicada desde que Alberto Fernández asumió como mandatario argentino, el 10 de diciembre. Incluso, ante de llegar a la Casa Rosada, Fernández había adelantado que no iba a reconocer al gobierno de Áñez y aseguró que en Bolivia se produjo un “golpe de Estado” tras la salida “forzada” de Evo Morales.

El expresidente boliviano llegó a Buenos Aires dos días después de la asunción de Fernández. Morales está en el vecino país en calidad de refugiado y no de asilado, como lo estaba en México. El arribo de Evo movió la política argentina y fue el presidente argentino quien dio todas las seguridades al exmandatario.

Según el vicecanciller Gualberto Rodríguez, las tareas en la embajada de Bolivia en Buenos Aires están funcionando con total normalidad a la espera de la acreditación de los diplomáticos. La autoridad recalcó que todos los consulados también están trabajando sin ningún problema.

“Hubo un problema hace un tiempo de gente vinculada MAS. Era un grupo de seis personas, entiendo dentro de la embajada, que estaba haciendo una vigilia. Eso no afectó el trabajo de nuestros funcionarios”, destacó Rodríguez.

Mauricio Macri, quien sucedió a Fernández en la Presidencia de Argentina, no fue claro al momento de reconocer la administración de Áñez. Esperó e incluso se equivocó al llamarla “presidenta electa” de Bolivia. Luego, pidió a Alberto Fernández, su sucesor, que trabaje con la administración transitoria boliviana.

Ahora, Longaric admitió que la relación con Buenos Aires está “paralizada” debido a que el mandato de Fernández no reconoce a Jeanine Áñez como presidenta de Bolivia. Aun así, la diplomática añadió que estos problemas no deben perjudicar la relación comercial, sobre todo por la venta del gas boliviano.

“La relación bilateral con Argentina está prácticamente paralizada. Hemos acreditado a nuevos funcionarios diplomáticos, a nuevos cónsules y no hemos recibido respuesta de la Cancillería argentina, pero estamos esperando pacientemente. La relación está en status quo, pero no es mala. No hemos recibido gestos ofensivos a nuestros diplomáticos por el Gobierno, sino por movimientos afines al MAS. La Cancillería respeta todo lo que implica nuestra representación diplomática”, insistió Longaric.

Al respecto, el excanciller Javier Murillo de la Rocha ve el efecto Evo Morales como algo negativo en la relación bilateral y que debe ser motivo de una “enérgica representación” por parte de la Cancillería boliviana ante la decisión de Fernández de proteger al exmandatario.

“El gobierno argentino está vulnerando uno de los principios fundamentales de la convivencia interamericana, que es la de no injerencia en los asuntos internos de los Estados. Eso se está vulnerando porque se da una plataforma libre de expresión al expresidente de Bolivia, quien busca confrontar cada vez que habla del país. Entonces, esa actitud permisiva del gobierno argentino debe considerarse un acto inamistoso que por lo general tiene que dar lugar a una enérgica representación de nuestro gobierno, ya que viola fundamentos esenciales de la convivencia”, consideró Murillo de la Rocha.

El diplomático añadió que la relación comercial, sobre todo por la venta del gas, no debería ser perjudicada por la tensa relación bilateral. “Son negocios y se deben cumplirlos, no deberían verse afectados. Pero, además, somos países vecinos y hay mucho trabajo por hacer. Ojalá mejoren las cosas por el bien de las poblaciones de ambos países”, dijo.

El último embajador argentino en Bolivia fue Normando Álvarez, quien fue designado por Mauricio Macri. El diplomático dejó La Paz el 6 de diciembre, cuatro días antes de que Fernández ingrese a la Casa Rosada. En Buenos Aires, hay la firme intención de que el mandatario argentino no designará a un nuevo representante en Bolivia hasta que haya un gobierno elegido mediante el sufragio.

Negocios en medio


Se prevé que las nuevas elecciones sean el 3 de mayo de 2020, debido a que el 2 de enero del siguiente año se estaría convocando a los comicios. Por ahora, Fernández no mandará un nuevo embajador y en la legación diplomática argentina las funciones seguirán operando a cargo de un encargado de negocios, un puesto segundo en diplomacia.

Entre enero y octubre de esta gestión, la relación comercial entre Bolivia y Argentina alcanzó a 1.198 millones de dólares en exportaciones y 868,3 millones de dólares en importaciones.

Además de la compra y venta de gas, que es el principal producto de exportación de Bolivia a Argentina, ambos países mantienen un flujo normal de comercio fronterizo, de migración y de seguridad. Tres factores negativos lastiman las fronteras entre ambas naciones: la trata y tráfico de personas, el contrabando y el narcotráfico.

Iván Terán es presidente de la Comisión Organizativa del Trabajo Alternativo en la Indumentaria (Cotai) en Buenos Aires.

Esta organización reúne a varios miembros de la comunidad boliviana. El dirigente explicó que una mayoría de los residentes nacionales, que son afines al partido político de Evo Morales, no reconocen a Julio Alvarado como embajador boliviano en el vecino país.

Sin embargo, dijo que están a la espera de que la Cancillería argentina tome una decisión respecto a la acreditación de los diplomáticos bolivianos.