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INFORME
Bolivia es el tercer proveedor de cocaína a Europa y sube la tendencia
Un estudio de la DEA y Europol señala que, en promedio, 214 toneladas del alcaloide se secuestran en el viejo continente. El 5% de esa droga, unas 10 toneladas, llegaron de Bolivia, aunque hay un 11% de origen desconocido
Unas 214 toneladas de cocaína se confiscan cada año en países de la Unión Europea. La cifra, considerada un récord, tiende a crecer por la demanda y el fortalecimiento de las organizaciones criminales transnacionales. Bolivia, según datos publicados en el más reciente informe del Observatorio Europeo de Drogas de la Europol, es el tercer proveedor del estupefaciente, después de Colombia y Perú, pero con mayores volúmenes en incautaciones, incluidos alijos de pasta base “exportados” al viejo mundo para ser cristalizados.
De hecho, poco antes de la fallida captura en Santa Cruz del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, considerado uno de los líderes globales del crimen organizado, las fuerzas antidroga de la región, además de España, reportaron hallazgos de cocaína boliviana por algo más de 20 toneladas. El más reciente operativo tuvo lugar el 28 de julio, en el puerto de Arica, donde se halló 2.000 kilos del estupefaciente impregnado en láminas de madera. Ese cargamento tenía en Bélgica su destino final.
La criminóloga Gabriela Reyes hizo notar que este cargamento “corresponde a pasta base o base de cocaína”, lo que muestra que la tendencia del procesamiento de drogas se está expandiendo a otros países. Eso sí, el origen del alcaloide sigue siendo Colombia, Perú y Bolivia. “Las autoridades europeas aún no están haciendo la distinción entre clorhidrato y pasta base”, precisó la experta.
En todo caso, la modalidad de “exportación” de drogas es la camuflar los alijos en cargas legales. Así se enviaron las 17 toneladas cocaína, progresivamente en los últimos dos años, al viejo continente. Los proveedores eran bolivianos, según los reportes oficiales de esa investigación. Este esquema criminal fue desmantelado el 30 de marzo en el marco de la operación Hinterland que ejecutó la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol) con el apoyo de la Policía Federal de Brasil y la Secretaria Nacional Antidrogas de Paraguay (Senad). La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) de Bolivia no participó en esos actuados.
Pero no todo es por mar. Poco antes, en febrero, la policía aduanera de España se incautó de casi media tonelada de cocaína que halló en una de las bodegas de carga de un vuelo que operó la aerolínea estatal Boliviana de Aviación (BoA). El detalle de esta incautación se hizo público a finales de mayo y destapó una red de encumbramiento que permitió que esa droga salga del país burlando todos los controles de rigor.
De vuelta al reciente reporte del observatorio europeo (2022), el documento cita los resultados de un estudio elaborado por ‘Cocaine Signature Program’ (CSP) de la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos respecto a las incautaciones de cocaína efectuadas en Europa.
“La prueba proporciona evidencia extremadamente precisa (nivel de confianza del 97%) del origen geográfico de la hoja de coca utilizada para el procesamiento en base de cocaína, el material de partida para el clorhidrato de cocaína”, señala el reporte en el que se menciona que un poco más de la mitad (52,5%) de estas muestras de droga eran de origen colombiano, por debajo del 68% reportado en el informe anterior (Europol, 2019). La mayoría de las muestras de Colombia seguían proviniendo de las regiones Cauca, Nariño y Putumayo, las zonas productoras de coca de ese país sudamericano.
“Colombia, el país productor de cocaína más grande del mundo, sigue siendo el origen identificado con más frecuencia en las muestras de la Unión Europea en general”, señala el reporte.
Ahora bien, un tercio (32%) procedía de Perú, el segundo mayor país productor de coca del mundo. En el informe anterior, las muestras peruanas representaban el 19%. “Dado que se descubrió que casi toda la cocaína incautada en los Estados Unidos y analizada por el CSP se originó en Colombia, se sugiere que una proporción significativa de la cocaína producida en Perú se exporta a Europa como clorhidrato o como cocaína base o pasta de coca”. En ese contexto, el informe dice que Bolivia fue identificada como el origen del 5% del total, con tendencia de ascenso”.
A estos datos se suma un 11% de muestras de las que no se ha podido establecer su origen exacto.
Pero, las incautaciones en Europa suelen partir de Brasil, Colombia y Ecuador con destino a los grandes puertos europeos, especialmente Amberes y Róterdam. Otra ruta utilizada con frecuencia, que involucra otras formas de transporte marítimo y aéreo, parece involucrar el tránsito a través del Caribe, África del Norte y África Occidental, incluidas las islas frente a la costa de África Occidental. señala el reporte.
El investigador Franklin Alcaraz consideró, en este contexto, el caso Marset como emblemático. Se trata, dijo, de una muestra de cómo el narcotráfico se está convirtiendo en un negocio global. “Este era un verdadero ‘pez gordo’ que movía cocaína como un gerente de una empresa transnacional por la ruta de la hidrovía. Es conocido como ‘el capitán’ y tenía la capacidad de mover recursos tanto en Sudamérica, África, Asia y Oriente Medio”, apuntó el experto. Así, la ruta que Marset dominó fue la del Atlántico, añadió. Allí se camufló en empresas legales de “exportación”.
Los datos del Observatorio Europeo también han puesto a Ecuador en el punto de mira. De hecho, en los últimos días, se incautó en Róterdam ocho toneladas de cocaína que pudo llegar de Perú, la nación que reporta un mayor índice de crecimiento. “Allí también ha aumentado la violencia y eso es lo que se debe evitar en la región, y especialmente en Bolivia”, dijo Reyes.