Una encuesta reveló que más de la mitad de los ciudadanos optó por la autocensura, mientras que una gran mayoría no quiere saber de partidos políticos, organizaciones sociales, sindicatos ni plataformas

1 de mayo de 2023, 3:55 AM
1 de mayo de 2023, 3:55 AM

Al 52% de los bolivianos “les gusta informarse sobre política, pero evitan hablar sobre esto con otras personas para no pelear”. Además, el 73,9% señaló que “los partidos políticos no son importantes para el futuro del país”, un dato que contrasta con la evidencia de “una mayoría ruidosa”, expresada en aquel grupo del 20% que accede a las redes sociales “para rebatir los argumentos de quienes no piensan como ellos”.

Estos datos sobre la polarización indican que más de la mitad optó por la autocensura y una gran mayoría no se siente representada por las organizaciones políticas que son parte del sistema democrático, explicó la politóloga Ana Lucía Velasco, coordinadora de la Primera Encuesta Nacional de Polarización que se presentó hace algunos días en Santa Cruz.

De acuerdo con los resultados de la indagación, ni los movimientos sociales, sindicatos y plataformas ciudadanas han podido captar la confianza de los bolivianos, pues el rechazo a estas entidades oscila entre el 65% y el 73%. Eso sí, los indígenas son mucho más escépticos sobre este papel que juegan las plataformas ciudadanas junto con sus activistas.

Este estudio fue el resultado de una inédita iniciativa promovida por las fundaciones alemanas Friedrich Ebert Stiftung (FES) y Konrad Adenauer Stiftung, contrapuestas en el campo político porque representan a partidos políticos con tendencias diferentes, pero vinculadas a través del proyecto Unámonos que cuenta con el apoyo del gobierno alemán.

Sobre la polarización se viene hablando hace mucho, apunta Velasco al hacer notar que no existían estudios actualizados que revelen datos sobre la forma en la que se expresan estas grietas en la sociedad. Por eso, la información que arroja el estudio enciende varias alertas sobre la falta de cohesión en el llamado tejido social.

Sobre estas fisuras, por ejemplo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alertó de un “recrudecimiento de situaciones preocupantes en materia de la violencia partidista, producto de una extremada polarización política que ha provocado una fractura en la sociedad boliviana” y lo hizo luego de la visita ‘In loco’ que se produjo durante la última semana de marzo, cuando presentó un informe preliminar.

La crisis política de 2019 activó un nuevo ciclo político en la historia de Bolivia, según han coincidido varios análisis. Esto porque es la fecha en la que estallan tensiones irresueltas desde el referéndum del 21 de febrero de 2016.

En 2022 el Programa de Políticas Públicas y Gobernabilidad del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) promovió varios talleres sobre la necesidad de configurar una agenda de cohesión social, un desafío que se plantea en medio de indicadores elevados de conflictividad social que se replican en todo el país, pero particularmente en Santa Cruz.

“Se tiende a usar la polarización como sinónimo de conflicto, pugnas por el poder o posicionamiento ideológico. Los conflictos son un fenómeno normal y esperable en cualquier sociedad humana, pero la polarización se refiere a una situación en la que los miembros de una sociedad se dividen en dos o más grupos con opiniones políticas extremas y opuestas, lo que resulta en una falta de consenso y en una creciente tensión y hostilidad entre los grupos”, apuntó Velasco, quien considera que los conflictos se suelen resolver a través del diálogo y la negociación, dos valores que en una sociedad polarizada implicarían cargos “de traición”.

“Es muy preocupante que la polarización política nos esté condicionando. Si bien no es una regularidad histórica, sí es un factor determinante en coyunturas críticas que hace más tortuosa la política nuestra de cada día, de los no polarizados que son la mayoría, que son los silenciosos, sosegados y esperanzados en que las cosas cambien”, anotó el politólogo José Orlando Peralta, respecto a los hallazgos del reciente estudio de percepciones.

El tamaño de la muestra fue de 2.087 personas, distribuidas en ciudades y poblaciones intermedias. La confiabilidad del estudio fue del 95% con un error esperado de 3,2%. Las preguntas fueron respondidas entre noviembre y diciembre de 2022, tras el paro de los 36 días que tuvo lugar en Santa Cruz, pero antes de “recrudecimiento” de las tensiones que estallaron al interior del MAS, en el contexto de esas “pugnas” por los espacios de poder político.

Tras la toma de esta muestra, los datos fueron analizados por el equipo del proyecto Unámonos, una iniciativa que, además, surgió “como respuesta al impacto de la violencia política en la vida de los bolivianos”. En los últimos meses, los especialistas identificaron varios hallazgos de esta encuesta.



Protesta contra el paquetazo de leyes /Foto: Fuad Landívar



Por ejemplo, la polarización confina a los bolivianos. Un tercio se identifica con el oficialismo, otro tercio con la oposición, y el tercero no se idéntica con ninguna de ambas opciones. En relación con ello, el 54,2% afirma que el Estado plurinacional es la mejor forma de organizar el Estado, mientras que el 41,5% afirma que es la República de Bolivia.

Por efecto de este fenómeno, dos de cada 10 personas tuvieron que cortar lazos con algún familiar, amigo o colega por peleas relacionadas con el conflicto del 2019.

Además, un tercio cree que los que piensan políticamente diferente son personas diferentes a ellos y un 45,5% considera que en 2019 hubo golpe de Estado; el 49,5% que fue fraude, y 24,5% que fue ambos o ninguno. “Lo penoso es que la polarización ayuda a que la atención se concentre en las personas y voces más ruidosas y no en lo importante”, señaló Peralta. En cuanto a las identidades, más del 83% de los encuestados se reconoce como boliviano, pero el 46,7% cree que el país corre riesgo de dividirse con los conflictos.

LOS DATOS DE LA ENCUESTA EN PORCENTAJES

20%. CONFRONTACIÓN

A este porcentaje de los encuestados le gusta entrar a redes sociales para rebatir a quienes no piensan como ellos.

52%. LA CENSURA

Este indicador tiene que ver con las personas que se informan sobre política, pero callan.

83%. IDENTIDAD

Este indicador hace referencia a la cantidad de encuestados que se declara boliviano antes que de otra etnia o identidad regional.

73%. RECHAZO A POLÍTICOS

La mayoría de bolivianos no cree en partidos políticos, organizaciones sociales ni sindicatos.



Foto: Fuad Landívar



BAJA LA INTENSIDAD DE LAS PROTESTAS

La alianza multisectorial que se conformó para rechazar el proyecto de ley 280 aún no pudo articular una movilización nacional. La iniciativa está capitaneada por el secretario de la Confederación de Gremiales de Bolivia, Jesús Cahuana, quien activó una pausa en las medidas de presión hasta que el gobierno del presidente Evo Morales no retire formalmente esa iniciativa parlamentaria.

Los activistas de las rotondas y de plataformas ciudadanas, por su lado, cuestionaron al presidente del Comité Cívico, Fernando Larach, por la falta de contundencia en las próximas movilizaciones sociales

Mientras tanto, las autoridades judiciales aceleraron las citaciones contra líderes cruceños por el caso del paro de los 36 días. Por eso, esta semana se prevé la comparecencia del rector de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), Vicente Cuéllar.

El viernes la activista Lilibeth Coímbra fue aprehendida por un mensaje que emitió por Facebook. Está denunciada por la quema de la casa del ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño.