El país enfrentó la problemática del contrabando desde que nació y, al cumplir 100 años, enfrentó tensiones políticas. En 12 meses la hija predilecta de Bolívar cumplirá 200 años

6 de agosto de 2024, 16:15 PM
6 de agosto de 2024, 16:15 PM


“La felicidad de un pueblo depende no solo de la libertad, seguridad y prosperidad, sino también de la abundancia y Bolivia goza de recursos y riquezas suficientes para ello”, escribió El Aldeano en 1830 en el ‘Bosquejo del estado en el que se halla la riqueza nacional’, quizá uno de los primeros libros que reflejó la infancia del país.

El Aldeano, cuya identidad sigue siendo un tema de discusión entre historiadores, escribió en su Bosquejo con pesimismo sobre el futuro del país.En ese libro se pueden revisar varios datos sobre “el aniquilamiento de la producción textil”, asentada especialmente en Cochabamba, debido al “comercio libre extranjero”, particularmente de productos ingleses, a menor precio y de mayor calidad. Allí criticó a los comerciantes a tiempo de reflexionar sobre la necesidad de encarar la etapa histórica de la infancia boliviana con mayor proyección para el fururo.

La percepción de quien pudo dar vida a ese texto está vinculada con la necesidad de aprovechar los ingentes recursos del país “primario exportador”, una condición que se mantiene hasta estos días.

“La situación que describe (El Aldeano) se parece singularmente a la que se vive en Bolivia en la actualidad, donde pequeños y medianos empresarios bolivianos se quejan del contrabando y de las importaciones legales de productos chinos”, anotó la historiadora Ana María Lema en el estudio introductorio de ese texto histórico que publicó la Biblioteca del Bicentenario (BBB). En esa edición (2015) también se editó el ‘Informe sobre Bolivia’ (1827) del irlandés Joseph Pentland.

En 1826, a solo un año del nacimiento de la hija predilecta del libertador Simón Bolívar, Pentland recibió el encargo de elaborar un informe sobre la nueva república por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, un país que, en esos años experimentaba el inicio de la Revolución Industrial a partir de la invención de máquinas a vapor, la producción textil en masa, la construcción de ferrocarriles y la configuración de la masa obrera.

100 años

Al cumplirse el primer centenario, Bolivia ya había perdido el departamento del Litoral y el mundo acababa de superar la Primera Guerra Mundial y con ella la demanda exponencial de recursos naturales. Era ya la época del estaño y de las tensiones electorales.

El país del centenario estaba al mando de Bautista Saavedra (1921-1925). Llegó al poder a través de un golpe de Estado que promovió luego de una convención nacional. En ese complejo periodo se produjo el levantamiento indígena de Jesús de Machaca (1921), la huelga de los trabajadores mineros de Uncía (1923) y tensiones con Santa Cruz (1924) que desde 1920 reclabamba al Estado “Ferrocarril o nada”. La revuelta tuvo un fuerte carácter regionalistas y fue secundada por Tarija y Chuquisaca.

Para la historiadora Sayuri Loza, Bolivia ha sido históricamente un país con un alto grado de conflictividad, independientemente de los hitos históricos que se pueden marcar con los centenarios.

Esa conflictividad, apuntó Loza, se debe a “la falta de hegemonías duraderas” y a la coexistencia de múltiples fuerzas económicas, políticas y sociales. “En Bolivia, siempre hubo élites económicas, grupos indígenas, sindicatos, comerciantes y partidos políticos que compiten por el poder, y ninguna de esas fuerzas logró mantener una mayoría estable por mucho tiempo”. “Hoy vemos tensiones entre el oriente y el occidente del país. Además, el país ha experimentado ciclos económicos basados en la explotación de recursos naturales, como la plata, el estaño y los hidrocarburos, que han generado periodos de bonanza seguidos por crisis profundas”, puntualizó la historiadora.

Esta dinámica de conflicto y crisis continuó y ha impedido que se establezcan gobiernos hegemónicos, lo cual, paradójicamente, ha permitido cierta libertad y alternancia democrática. A pesar de los momentos de tensión, Bolivia “no ha tenido dictaduras prolongadas como las de Paraguay o Chile en el siglo XX, ni regímenes autoritarios como los de Cuba o Venezuela en la actualidad”.

En las elecciones generales del 6 de mayo de 1925, José Gabino Villanueva del Partido Republicano ganó con el 84% de los votos, mientras que Daniel Salamanca obtuvo el 15%. Sin embargo Villanueva no asumió la presidencia debido a que el Congreso anuló las elecciones, alegando que él no había renunciado a su cargo previo. Se convocaron nuevas elecciones para el 1 de diciembre de 1925

Esos comicios fueron ganados por Hernando Siles, quien se había alejado de Bautista Saavedra con el apoyo de la facción de los llamados “silistas”.

200 años

En tres meses más, concluirá la penúltima gestión del periodo constitucional 2020-2025. En este tiempo, se deberían resolver las elecciones judiciales, la asignación de escaños sobre la base del censo ejecutado en marzo y la designación del nuevo fiscal general del Estado.

Este 6 de agosto el país avanzará a su bicentenario cargado de varios desafíos, entre ellos necesidad de acuerdos y de lograr un desarrollo más allá de los recursos naturales.

“Bolivia necesita nuevos líderes con una visión moderna que comprendan la tecnología, la globalización y la economía del conocimiento. Es esencial apoyar a los emprendedores y fomentar iniciativas económicas locales para reducir la dependencia de los precios internacionales de las materias primas. Sin una renovación de pensamiento y visión económica, Bolivia probablemente no superará su dependencia de los recursos naturales pronto. Este desafío corresponderá a la próxima generación, que deberá implementar cambios estructurales y promover un desarrollo económico sostenible y diversificado”, sostuvo Loza en contacto con EL DEBER.