(VEA LAS IMÁGENES) La caravana proclama la unidad para defender las tierras y los bosques del avasallamiento y denuncia la vulneración a sus derechos y la desatención de las autoridades en políticas públicas para el sector

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19 de septiembre de 2021, 12:59 PM
19 de septiembre de 2021, 12:59 PM

El asfalto quema los pies, las suelas de los zapatos no mitigan el ardor. Las chinelas y sandalias se desgastan, la temperatura va en ascenso y, en algunos trayectos, la resolana es más severa que el mismo sol, mientras que el humo de los incendios forestales es una molestia permanente. A medida que avanza la marcha, la fatiga aumenta, pero el valor y la convicción de que se camina por una causa justa permite mantener los corazones firmes.

El 25 de agosto, más de un centenar de indígenas de la Amazonia, oriente y Chaco de Bolivia empezaron la marcha desde Trinidad para llegar a Santa Cruz de la Sierra. La caravana proclama la unidad para defender las tierras y los bosques del avasallamiento y denuncia la vulneración a sus derechos y la desatención de las autoridades en políticas públicas para el sector. La gente mantiene presente en su memoria el atropello de los pueblos, como la represión en Chaparina del 25 de septiembre de 2011, por oponerse a que se destruyera el Territorio Indígena Parque Natural Isiboro Sécure (TIPNIS).

Los problemas de salud entre los menores presentes, como vómitos y diarrea, causaron temor en la columna, que de inmediato pidió la asistencia médica. Los niños se han recuperado favorablemente y continúan acompañando a sus padres.

“Hay problemas de escaldaduras, gente con ampollas en los pies y otros malestares. El caso de los niños ha sido subsanado, afortunadamente, hay gente de buen corazón que nos está ayudando”, expresa el dirigente Dilfredo Moreno.  

Un histórico

Marcial Fabricano es uno de los que ha sufrido las consecuencias de los casi 400 kilómetros recorridos. El líder mojeño-trinitario, una de las cabezas de este movimiento, tuvo que ser asistido este sábado por los médicos, porque sufrió calambres y deshidratación.

Fabricano es un ejemplo de temple entre los marchitas, pues el año pasado permaneció internado varios días en el hospital de la capital beniana, debido a que el Covid-19 lo agarró con fuertes síntomas.

Hoy recuperado, es una de las puntas de la lanza de este movimiento. A su lado siempre está Ruth Ortega, su esposa, que camina codo a codo con su pareja y está pendiente de su salud.

“Está recuperado y con ganas de seguir adelante, solo ha tenido algunos dolores de cabeza, al igual que muchos de nosotros, por el clima y el agotamiento de los días marchando”, asegura Ortega.

“No es fácil conseguir las cosas, para nosotros nunca ha sido así. Todo es sacrificio, pero entre todos aportamos con las ganas para continuar. Somos una familia grande”, añade.

El avance

Cerca del mediodía de este domingo, la marcha llegó a la comunidad de Los Ángeles, luego de haber dormido en la localidad de La Asunta (a casi 180 kilómetros de la capital cruceña), poblaciones que se encuentran entre el tramo de San Ramón y San Julián.

De acuerdo con lo determinado en las reuniones diarias, que sostienen los dirigentes indígenas, los marchistas se quedarán en Los Ángeles para retomar fuerzas y seguir con el siguiente tramo del paso por San Julián, a donde se espera llegar este lunes por la mañana.

La llegada a San Julián ha motivado la preocupación de más de uno, tomando en cuenta que la población es desde hace varios años un bastión del Movimiento al Socialismo (MAS), por lo que se teme que los indígenas de oriente boliviano sean recibidos en un clima hostil que pueda derivar en enfrentamientos.

No obstante, un grupo de organizaciones sociales de San Julián emitió un pronunciamiento en el que piden a la población no provocar a los marchistas.

“Nosotros, como organizaciones vivas de San Julián, respetamos a los hermanos indígenas, los queremos mucho y respetamos la democracia, pero les decimos que no se hagan trajinar, ellos tienen su territorio, tienen su TCO. Nosotros dejaremos pasar tranquilamente la marcha de los hermanos indígenas por San Julián, estamos en estado de alerta por la marcha que se va dirigiendo a Santa Cruz”, indicó Isidro Paxi, ejecutivo de la Federación Norte de San Julián.

Un dato llamativo es que el exdirigente de San Julián, Félix Martinez Saldías se unió a la marcha indígena y aseguró que la protesta no es política. Desde que se retiró de las filas del MAS, el también exsenador no volvió a ganar en ninguna elección a las que postuló representando a la población.


Aunque, en un principio se tenía estimado llegar a Santa Cruz de la Sierra el 24 de septiembre, Dilfredo Moreno aclaró de que la fecha de llegada no es un objetivo, sino avanzar y hacer conocer sus demandas. “Todos los días evaluamos como está el avance de la marcha, no queremos forzar el ritmo, porque hay mujeres, niños y personas de la tercera edad, que merecen ser considerados. Por suerte, hay hermanos indígenas que se están sumando cada día y esto va creciendo”, añadió Moreno.

Al respecto, en las últimas horas se ha sumado una delegación del pueblo ayoreo, mientras que una caravana partió anoche desde San Miguel de Velasco para acompañar a los marchistas que vienen desde Beni. De igual manera, la noche del viernes salió otra marcha desde San José de Chiquitos, que aguardará a la columna principal antes del ingreso del puente del Río Grande, en la zona de Pailón.