El ministro de Gobierno considera que el ultimátum es una 'confesión de partes'. Acepta que como Gobierno cometieron errores y que deben trabajar para entenderlos y enmendarlos. Criticó a los líderes del Conade

El Deber logo
3 de noviembre de 2019, 11:46 AM
3 de noviembre de 2019, 11:46 AM

Una vez se hizo público el plazo de los cívicos y el Consejo Nacional de la Democracia (Conade) para que hasta el lunes, Evo Morales renuncie a la Presidente, el ministro de Gobierno Carlos Romero, reiteró que se está gestando un golpe de Estado con apoyo desde el exterior. Aceptó que el Gobierno ha cometido errores. 

Confesión de partes

“En términos jurídicos es una confesión de partes, porque da un ultimátum para abandonar la Casa Grande del Pueblo”, manifestó Romero. “Significa una ruptura del orden establecido, es una develación de la estrategia golpista de que no importaban las elecciones”, agregó.

Según la autoridad, el golpe de Estado que se gesta tiene tres componentes, la conculcación de las garantías de los ciudadanos evitando la libre locomoción, el racismo y la confrontación violenta. 

Además, Romero cree que existe presión hacia la prensa para que se sumen a las posiciones del Comité Cívico. 

Críticas a líderes de Conade

Criticó a Rolando Villena, exdefensor del Pueblo, a Waldo Albarracín, expresidente de los Asamblea Permanente de Derechos Humanos por ser parte del Consejo Nacional de la Democracia y apoyar el plazo de 48 horas que se dio al Gobierno ayer en Santa Cruz. 

Además, señaló que cuando Camacho lanzó el ultimátum convocando a las Fuerzas Armadas, se está alentando la violencia.

Según Romero, en días pasados se ha detenido a una persona que confesó ser parte del movimiento Falange Unzaguista y que trasladó escudos de fierro a la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) para utilizarlos cuando se ataque la Plaza Murillo con el objetivo de expulsar al Gobierno de Evo Morales. 

Financiamiento externo

La autoridad considera que el movimiento que gesta el Conade, tiene autores intelectuales y financiamiento externo. Señaló a Carlos Sánchez Berzaín, exministro de Defensa, durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y a Branko Marinkovic, expresidente del Comité Cívico de Santa Cruz, de quien dijo brinda apoyo ideológico y logístico y alienta el racismo en Bolivia.

Aceptan errores

“Hemos cometido muchos errores, porque somos seres humanos”, confesó Romero, quien además señaló que existen sectores de la clase media que interpelan al Gobierno y que deben trabajar para entender y atender sus demandas 

Preservar la paz social.

La autoridad hizo un llamado para preservar la paz social en Bolivia, evitar la discriminación y el racismo. “En este país no hay ciudadanos de primera y de segunda. Debemos defender la democracia”, concluyó.