Entre las denuncias se destaca que el desorden en ascensos provocó que jefes militares no tengan el grado requerido.

20 de diciembre de 2021, 7:00 AM
20 de diciembre de 2021, 7:00 AM

Más de una docena de coroneles de la promoción 1989 durante el año 2020 recibieron sus sables, vistieron el uniforme de Brigada durante toda la gestión y desempeñaron funciones acordes al grado. Seis de ellos, según denuncias de distintas fuentes militares, serían incluso “degradados”.

Como el ascenso se debe tratar en reserva, ningún senador quiso referirse a este tema. Hay oficiales que han presentado denuncias sobre sus casos específicos a distintas instancias dentro del Legislativo.

En esta promoción los oficiales fueron ascendidos mediante Resolución del Tribunal Superior de las FFAA 02/2020 de fecha 15 de enero de 2020.

A la lista original, se incorporó un oficial ascendido “por necesidades del servicio”, figura que ya utilizó el expresidente Evo Morales en su gestión.

En la promoción 1989 hubo reclamos de algunos oficiales que creyeron verse afectados por las calificaciones del tribunal. Como resultado de la emisión de la Resolución del Comando en Jefe N° 120/2021, con la Comisión Revisora que se creó, el Tribunal Superior del Personal de las FFAA emitió una nueva resolución con la lista de la promoción 1989 modificada. Según las denuncias se beneficiaron a afines al MAS.

En esa lista aparecieron además otros cuatro nuevos nombres. Lo que más polémica causó, es que cinco fueron retirados.

Según los afectados, ser excluidos de la lista implicaría que serían víctimas de una “degradación”, porque tendrían que ponerse nuevamente los grados de coroneles en los hombros.

En el caso de la promoción 1990 la denuncia principal es que se pretende “ascender por el cargo” a los jefes de Estado Mayor e Inspectores Generales de las tres fuerzas, cuando esa figura no existe en la normativa vigente.

En el caso del Ejército sería un coronel (este medio guarda el nombre en reserva) que, según los datos proporcionados por los afectados, no postuló al ascenso con su promoción cuando cumplió 30 años de servicio el 2020.

“Ocupa ese cargo de manera ilegal y por imposición política”, dice un comunicado enviado a este medio. El otro coronel ascendido sería, según la denuncia, el último de la lista de ascenso.

Para ser comandante en jefe de las FFAA se requiere, según la normativa, tener el grado de general de Ejército o sus equivalentes en las otras fuerzas. Otra denuncia es que el actual jefe de las FFAA no cumple con este requisito para su cargo, porque es general de división. De la misma forma, el comandante del Ejército debería tener el grado de general de división y actualmente lo es  de brigada.

Por ello, los demandantes piden que se conmine al comandante en jefe de las FFAA la anulación inmediata de la resolución 120/2021 por ser “atentatoria” a la Constitución y al sistema legal.

De fondo, sale a la luz que todos estos cambios tienen el objetivo de ajustar las FFAA para que “nunca más”, según asambleístas oficialistas, se produzcan afanes “golpistas” en la institución castrense. Desde la oposición señalan que el objetivo es colocar en las fuerzas militares autoridades serviles al masismo.