Mineros, trabajadores, microempresarios y hasta pobladores rurales paralizaron todo el centro de la sede de Gobierno

24 de septiembre de 2020, 13:53 PM
24 de septiembre de 2020, 13:53 PM

Cinco marchas de distintos sectores se concentraron en el centro de La Paz y una de ellas acabó en represión policial porque los marchistas lograron ingresar hasta la plaza Murillo de donde fueron sacados por la Policía. Mineros cooperativistas, pobladores de Caranavi, microempresarios de instalación de gas domiciliario, trabadores municipales y hasta propietarios de bares y restaurantes colapsaron la sede de Gobierno.


Los propietarios de pequeñas empresas instaladoras de gas domiciliario lograron sortear el control policial e ingresaron a la plaza Murillo a protestar contra el Ministerio de Hidrocarburos porque todas las empresas paralizaron sus tareas debido a que este servicio fue entregado a una sola empresa.


Los trabajadores forcejearon con la Policía, advirtieron con declararse en huelga de hambre en plena plaza y los uniformados recurrieron al gas pimienta que lanzaron contra estos microempresarios.


Los otros cuatro


Apenas sacaron a estos marchistas, otro grupo de vecinos de la población de Caranavi llegó hasta la calle Potosí, a una cuadra de plaza Murillo, exigiendo que reconozcan al alcalde de esta población, porque los pobladores aseguran que las cuentas están congeladas.


Aunque la medida estaba dirigida al Ministerio de Economía, los partidarios del alcalde Richard Quispe decidieron llegar a plaza Murillo, pero fueron detenidos una cuadra antes con barricadas policiales. Caranavi tiene un conflicto  porque tiene dos alcaldes que se disputan el cargo.


La tercera marcha estuvo protagonizada por miles de trabajadores mineros de las cooperativas que llegaron hasta el centro citadino. Estos trabajadores intimidaron a los ciudadanos con la explosión de cachorros de dinamita, aunque luego cesaron en estas explosiones.


Los mineros exigen la renuncia del ministro de Minería, Jorge Oropeza, además de otros 13 puntos de un extenso pliego que presentaron a nombre de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin).


Los trabajadores municipales de Ema Verde también se movilizaron pidiendo el pago de varios beneficios que fueron postergados desde hace años, como aportes sindicales, el pago de los bonos 16 de julio y 20 de octubre, de lactancia, antigüedad y transporte. Aunque la movilización no llegó hasta la plaza Murillo, congestionó todo el centro.


La quinta marcha estuvo a cargo de los propietarios de bares, restaurantes, grupos musicales, dueños de locales y otros grupos pequeños que primero protestaron en puertas de la Alcaldía de El Alto, luego de su protesta decidieron bajar hacia La Paz y en una ruidosa marcha precedida de petardos inundaron al mediodía las calles paceñas.


Los propietarios exigen la apertura de los negocios que están paralizados desde el mes de marzo y creen que llegó el momento de reabrir estos negocios. El municipio alteño considera que existe riesgo de contagio de coronavirus, por eso no autorizarán la apertura de ese tipo de negocios.