Los funcionarios del Gobierno boliviano realizaban talleres y cumbres en distritos del sur peruano. Además, participaban de congresos cocaleros en la región de Pichairi. El MAS intentó en 2021 montar una filial en la ciudad de Cusco

16 de enero de 2023, 4:00 AM
16 de enero de 2023, 4:00 AM


La idea del Movimiento Al Socialismo (MAS) de expandir su ideología a Perú viene desde hace, por lo menos, cuatro años cuando Evo Morales todavía gobernaba desde Palacio Quemado. Muchos de los bolivianos que ahora tienen prohibido el ingreso al vecino país eran los encargados de transmitir un discurso antiimperialista. Al menos 20 municipios del sur peruano fueron “adoctrinados” por el partido de Evo Morales, según un excongresista de Puno. 

En octubre de 2021 parecía que todo estaba listo para que el MAS se consolide en Perú. El partido de Evo Morales estaba instalado con una filial en la ciudad de Cusco, región donde empezó los conflictos en el vecino país. El MAS-IPSP tenía hojas membretadas para organizar e invitar a eventos en esa zona peruana. Incluso, sugerían nombres para cargos diplomáticos en Perú. Cecilio Illasaca era sugerido como cónsul boliviano en Cusco. Illasaca ahora está en la lista de los bolivianos prohibidos a ingresar al vecino país. 

La descolonización y la coca eran los temas que proponía el MAS como debate en Perú. El primero tuvo más aceptación, ya que se hicieron varias cumbres en suelo peruano y también en Bolivia. Incluso, se registró llegadas a La Paz de cercanos a Pedro Castillo, expresidente peruano y aliado de Evo Morales. Uno de ellos es Vladimir Cerrón, líder de Perú Libre, partido que llevó a Castillo a la Presidencia de ese país. 

Este asunto de descolonización lo manejó Félix Cárdenas, exviceministro y allegado a Morales. La exautoridad también tiene prohibido el ingreso a Perú. Cárdenas, que ahora trabaja en un cargo jerárquico en Emapa, hizo varias reuniones en el sur peruano. Su discurso tenía como eje el antiimperialismo y la descolonización. 

“Venían muchos políticos que obedecían a Evo Morales. Hicieron injerencia desde 2015, cuando hacían cumbres de descolonización y también eventos de la coca. Hacían injerencia política sin ningún tipo de vergüenza”, denunció Rómulo Mucho, excongresista peruano que representó a la región de Puno. 

Muchos de los funcionarios de lo que era el Viceministerio de Descolonización viajaban a municipios del sur de Perú para realizar talleres políticos. “Ahí están Puno, Ilave, Juliaca, Moquegua, Tacna y muchos más donde los operadores de Evo Morales ingresaban para adoctrinar políticamente a los sectores sociales de esta región”, añadió Mucho. 

En pleno conflicto peruano, La Superintendencia Nacional de Migraciones de Perú decretó la prohibición de ingreso en territorio peruano para Evo Morales y ocho bolivianos más. “Ingresaron al país para efectuar actividades de índole política proselitista, lo que constituye una clara afectación a nuestra legislación migratoria, a la seguridad nacional y al orden interno de Perú”, dice el documento de Migraciones. 

Prohibido el ingreso
Entre los otros ocho bolivianos vetados en Perú está el exviceministro Dionisio Núñez, quien manejó la política cocalera en buena parte del gobierno de Evo Morales. La exautoridad tuvo encuentros con dirigentes cocaleros peruanos, sobre todo de la región del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), zona que es conocida por la producción de cocaína. 

Ese mismo octubre de 2021, cuando el MAS intentó consolidar su filial en Cusco, el exviceministro Núñez estaba en Pichari, un distrito cocalero ubicado en la provincia del Cusco y cercano al Vraem. La exautoridad participó el 3 de octubre en un congreso cocalero y expuso el modelo boliviano que tiene como eje central la expulsión de la Administración para el Control de Drogas (DEA) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (Usaid).

Ese día, Núñez se reunió con dos dirigentes cocaleros del ala extrema en Perú y que son investigados en el vecino país: Julián Pérez Mallqui y Britner Corichahua. El encuentro fue en un hotel de Pichari y se habló, según medios peruanos, sobre el pedido de Asamblea Constituyente y la expulsión de la DEA y Usaid de Perú.
“Eran reuniones políticas y de injerencia plena en varios temas. Uno de ellos es el de la coca. Los operadores de Evo Morales iban al Cusco a hablar de industrializar la coca, pero en el fondo solo era una excusa para dar vía libre al narcotráfico más de lo que está presente ahora”, consideró José Cueto, congresista peruano. 

Evo Morales tuvo una semana intensa de encuentros protocolares y sociales en Perú cuando Pedro Castillo juró como presidente. El 27 de julio de 2021, un día antes de esa juramentación, se reunión con cocaleros de las llamadas “zonas tradicionales” del vecino país y a quienes les propuso la creación de un “consejo andino de la coca”. Eso fue en Lima. 

Al hacer ese anuncio el exmandatario cuestionó la estrategia antidroga que desarrolla Estados Unidos en América Latina porque, según dijo, está condicionada a la instalación de bases militares. Anticipó que el nuevo pacto servirá “para hacer la revolución democrática en Perú”.
El plan de Evo incorporó la participación de dirigentes afines al oficialista Perú Libre, quienes promueven la legalización de cocales en Perú. En La Paz, el diputado Héctor Arce, del grupo de Morales, consideró que las visitas de Morales a Perú no tenían “ni un pelo de intromisión” y que las llegadas a suelo peruano solo eran para transmitir la experiencia boliviana en diferentes temas, como la coca y la descolonización.