Como máximo, solo 2 de cada 10 violadores de menores reciben sentencia condenatoria en Bolivia

Entre miles de casos, nada más que dos (2,2%) de cada 10 de violaciones a infantes, niñas, niños o adolescentes (INNA) son sentenciadas en Bolivia, según el Defensor del Pueblo. Y según Visión Mundial, solo el 0,5% llega a sentencia. En contraparte, un promedio de 16 niños y adolescentes son violados cada día y el 75% de los casos se reportan en círculos tan cercanos como hogar o la escuela.

En marzo de este año la pequeña Justina (nombre ficticio) fue violada en Llallagua, centro minero que está en el norte de Potosí. La agresión fue cometida por un profesor de la unidad educativa donde ella estudiaba. La misma comunidad desplazó a la niña y a su familia, para defender al docente. Ellos escaparon a otra comunidad, y la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia (que depende de cada alcaldía) no quería hacerse cargo del caso, porque no estaba en su jurisdicción.

Cuando la familia y especialistas de la ONG Visión Mundial lograron que lo hagan, demoró la evaluación psicológica. Cuando esta por fin se conoció, los abogados del acusado apelaron y señalaron que no se hizo de manera adecuada y se aplicó nuevamente. 

“Así pasó el tiempo y a la familia se le puso mil trabas. Cuando llegó a un juez, este dijo que la narración de la pequeña no era creíble”, explicó la especialista de Visión Mundial, Sandra Vargas, y relató que “al ver esto, la madre nos dijo que prefería desistir. ‘Mi niña sufre’, esa fue su razón. Nos decía que todos le preguntaban a la muchachita y ella tenía que volver a acordarse de todo y relatarlo, así que prefirió cerrar eso. Por eso los familiares desisten de los procesos".

El caso pinta de negro esta enorme problemática. Vargas recalcó en una entrevista con este medio que la revictimización a la que someten las autoridades judiciales a las víctimas es una de las principales causas que provocan que los padres desistan de los procesos. 

“El otro problema que es crítico, es que la mayoría de los casos -el 75% según Visión Mundial- se producen en círculos cercanos: padrastros o pareja de la mamá, primos, tíos, profesores, que supuestamente son de entera confianza, y algunas veces se da entre hermanos”.

Hubo el caso de un adolescente de 13 años que abusó sexualmente a su hermana de cinco años de edad. “A nivel nacional hemos visto siete casos sólo en el último año. Hicimos la comparación con otras gestiones, no se reportaban estos casos. Los agresores no siempre son personas adultas, se vuelve recurrente que sean parientes menores que quedan a cargo de niñas”

Las cifras que reporta Visión Mundial son dramáticas y generan un nudo en la garganta: Además de que diariamente un promedio de 16 menores sufre violación, El 23% de los niños sufre una agresión sexual antes de los 18 años y 34% de las niñas. El 75% de los casos, casi 8 de cada diez, se reporta en el hogar o la escuela. El 90% de las audiencias se suspende, y Vargas advierte que es principalmente por la enorme carga procesal que tienen lo juzgados, solo el 0,2% de los menores afectados reciben asistencia y un dato absolutamente dramático: solamente el 0,5% de los casos termina con sentencia contra el violador (la Defensoría del Pueblo tiene una cifra algo más grande, de 2,2% que detallaremos líneas abajo) 

Óscar Montes, director de calidad de programa de Visión Mundial, lamentó que “más de 99% de los casos denunciados no tienen sentencia. Los padres de familia desisten de seguir porque la justicia ralentiza el proceso. Por eso el padre que denunció el hecho debe tener suficientes recursos para sostener el proceso durante años, y como no los tienen, desisten”.

La ONG acaba de firmar un convenio con la Fiscalía General del Estado, para que junto con ellos “podamos manejar el sistema de información e identificar en qué partes del país se están produciendo más cantidad de violaciones contra los INNA. Ya hicimos el mapeo, y en esos lugares estamos viendo, como Visión Mundial, que se dé la constitución de las cámaras Gesell, donde los niños evitan la revictimización. Allá comentan todo lo que les pasó. Esto es parte de un sistema de atención a la niñez”.

El observatorio judicial del Defensor del Pueblo, que se publicó con datos hasta diciembre de 2023, habla de una cifra un tanto mayor (que obtuvieron sentencia), pero de todas formas muy preocupante. 

Señala que en casos de violación de INNA, de los 1.324 procesos identificados, durante los meses de mayo a septiembre, se logró el siguiente avance procesal: se obtuvieron 30 sentencias ejecutoriadas (3 de la etapa de recursos, 22 de la etapa de juicio, 2 de la etapa preparatoria y 3 de la etapa preliminar.

Es decir, que el 2,2% de los casos tienen sentencia. Pese al bajísimo resultado, la Defensoría destaca en el documento que fruto de la incidencia y seguimiento de los casos, la mayor carga procesal se encuentra en las etapas de juicio y de recursos.

En otra categoría, la de violación de INNA agravada (con muerte), se establece que hubo 397 procesos identificados, durante los meses de mayo a septiembre, y se obtuvieron 18 sentencias ejecutoriadas, teniendo pendiente la priorización y atención de 124 procesos en la etapa de juicio y 86 procesos en la etapa de recursos.

En la categoría de la violación de INNA en grado de tentativa se identificaron 15 procesos, en los cuales se hizo incidencia durante los meses de mayo a septiembre, logrando el siguiente avance procesal. “Se tuvo un avance significativo en la activación y movimiento en los actuados procesales, pero se debe priorizar los procesos en etapa de juicio”.

La Defensoría advierte que el Tribunal Supremo de Justicia, a través de su Equipo Técnico, y mediante la coordinación institucional e interinstitucional, “logró la emisión de 61 sentencias ejecutoriadas (mayo a septiembre) por los delitos de feminicidio, feminicidio en grado de tentativa, violación de INNA y agravada, siendo el mayor reflejo del compromiso que tiene esta institución, para garantizar a las víctimas de estos delitos, el derecho a la justicia”.

Las cifras de las violaciones en menores de edad, según Visión Mundial

Propuestas de solución

Este medio contactó a la viceministra de Igualdad de Oportunidades, Nadia Cruz, ex defensora del Pueblo, pero la autoridad señaló que estaba en una reunión, se comprometió a devolver la llamada, pero esta no se consolidó. Sin embargo, fuentes de ese ministerio señalaron que es responsabilidad de la Fiscalía y de la Asamblea (los bajos resultados en la lucha contras las violaciones a menores), porque se tiene atascado desde 2023 un anteproyecto de ley que busca declarar la imprescriptibilidad de los casos de violación a niñas, niños y adolescentes, como los cometidos por el sacerdote jesuita Alfonso Pedrajas en un colegio de Cochabamba administrado por la Compañía de Jesús.

Mientras, el fiscal general del Estado de Bolivia, Juan Lanchipa Ponce, ordenó el 18 de junio reabrir el caso de pederastia del cura catalán Lucho Roma, que abusó y fotografió al menos a un centenar de niñas indígenas en Santa Cruz y lo dejó todo por escrito. Ambos sacerdotes fueron descubiertos cuando ya habían muerto. 

Óscar Montes, en Visión Mundial, sostuvo que la niñez “está siendo muy maltratada. Es impresionante que venga desde la misma casa, desde autores que en la teoría debieran generar confianza. Lastimosamente, la violencia y el maltrato provenen desde allí”.

Por eso, en el plan 2025-2030 de Visión Mundial, su director asegura que está el librar a la niñez boliviana de la violencia. “Todos nuestros programas se enfocarán en eso. Buscamos acuerdos con el Gobierno central, a través del Ministro de Justicia y el viceministro de Igualdad de Oportunidades; los gobiernos municipales y subnacionales. Con líderes locales e instituciones como la Iglesia, realizamos acuerdos para que juntos con ellos podamos transmitir principios sobre el valor correcto que tiene la niña o el niño, que es sagrado. Fueron creados a imagen y semejanza de Dios”.

Llevarán adelante un proyecto “probado con evidencia científica, se llama Bálsamo de ternura, se basa en un modelo que postula plantear estos principios desde los padres y otros actores, para el buen trato al pequeño o pequeña desde el vientre materno, el embarazo, y los primeros tres a cinco años, cuando se forma la cosmovisión y después cuesta sangre cambiar la mentalidad de esa persona”.

Adelantó que el objetivo es incidir en políticas públicas. “Es una especie e escuela de padres que puede ser adoptado por el Estado, para que a través de Gobiernos municipales en combinación con líderes locales puedan enseñar sobre cómo se debe educar al niño. Hay que hacer un relevo generacional y la idea es que el modelo se pueda incorporar en la currícula educativa del Ministerio de Educación. Incidimos en políticas públicas de manera tal que sea adoptado en las iglesias, en escuelas o colegios, pero también en las comunidades”.

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