Maniatado, con su rostro envuelto en una toalla, así fue hallado el cadáver de un hombre de nacionalidad boliviana, en un arroyo en el barrio Saltos del Monday de Presidente Franco, en Paraguay.

El hallazgo se produjo el lunes, por un transeúnte que cruzaba el puente del arroyo, aproximadamente las 12:30, y alertó a las autoridades, quienes se trasladaron al lugar de los hechos para el levantamiento legal del cadáver y colectar evidencias.

Según el médico forense del Ministerio Público, el cuerpo presentaba rastros de haber sido torturado, asfixiado y golpeado en la cabeza con un mazo. Los datos preliminares señalan que el fallecido sería un narco-piloto y se presume que el trasfondo del crimen sería un ajuste de cuentas entre narcotraficantes.

El boliviano asesinado fue identificado como Miguel Ángel Matorra Saavedra, de 45 años, quien supuestamente residía desde hace tiempo en Presidente Franco, región donde fue hallado sin vida.

Los investigadores señalan que el hombre habría sido arrojado al lugar, luego de haber sufrido signos de tortura y violencia. Tras el reporte del hallazgo del hombre, los fiscales del Ministerio Público, agentes de Criminalística y el personal de Investigación de Delitos de la Policía Nacional, llegaron a la escena para iniciar las investigaciones.

SIGNOS DE TORTURA

La víctima tenía la cabeza envuelta con una toalla azul, estaba maniatado con su polera, vestía un short rojo, estaba con el torso desnudo y descalzo. Personal de Criminalística de la Policía Nacional y el médico forense del Ministerio Público, Carlos Alfaro, inspeccionaron el cadáver y mencionaron que el cuerpo presentaba una rigidez cadavérica de entre 10 y 12 horas de fallecido. 

El forense señaló que el sujeto tenía el rostro totalmente desfigurado, con cinta de embalaje alrededor de la boca, fue torturado, asfixiado y luego golpeado con un mazo en la cabeza, lo que le habría producido la muerte de forma instantánea.

SUPUESTO NARCO-PILOTO

Preliminarmente la Policía recibió información de que Matorra Saavedra era un piloto de avioneta y tenía vínculos con el narcotráfico. 

Por la forma de cómo fue asesinado, los investigadores presumen que el crimen tendría como trasfondo un ajuste de cuentas entre narcotraficantes, por lo que trabajan para esclarecer el hecho y dar con los autores.

Sin embargo, la despoblada zona y la nula presencia de cámaras de seguridad en el trayecto dificultarían la labor policial. A eso se suma que al menos hasta el cierre de esta edición no existía siquiera testigos del hecho, según informó el diario paraguayo La Clave.