Las nuevas autoridades tendrán menos recursos y más desafíos. La decisión de este domingo está en 2,7 millones de electores que fueron habilitados. El partido gobernante evaluará su desempeño tras esta compleja etapa de la historia del país

11 de abril de 2021, 7:30 AM
11 de abril de 2021, 7:30 AM






Con la elección de gobernadores en la segunda vuelta que se celebrará en cuatro departamentos, Bolivia cierra hoy, 11 de abril, un largo proceso de renovación de autoridades nacionales, departamentales y municipales que comenzó a finales de 2018, cuando se ensayaron unas primarias para la definición de candidatos para los fallidos comicios nacionales de 2019.

Para este proceso, 2,7 millones de electores están habilitados para definir la elección en Chuquisaca, La Paz, Pando y Tarija, los departamentos donde los candidatos que se postularon no lograron la cantidad suficiente de votos para ganar las gobernaciones.

En los cuatro departamentos el MAS disputará la gobernación. En tres de ellos, a excepción de Tarija, enfrentará candidatos disidentes del partido gobernante.

El 7 de marzo, en cambio, sí se logró elegir gobernadores en Oruro, Cochabamba y Potosí, donde ganó el MAS, así como en Santa Cruz y Beni se impuso la oposición.

La elección de este domingo definirá la gobernación de La Paz entre Santos Quispe (Jallalla) y Franklin Flores (MAS); de Pando entre Miguel Becerra (MAS) y Regis Richter (MTS); de Chuquisaca entre Damián Condori (CST) y Juan Carlos León (MAS), además de Tarija donde se disputan la gobernación Óscar Montes (Unidos) y Álvaro Ruiz (MAS).

A decir del abogado y analista político José Luis Santistevan, esta segunda vuelta electoral marcará una disputa entre los candidatos oficiales del MAS, promovidos por Evo Morales, y los disidentes del partido oficialista.

“La oposición no juega en este proceso, salvo en Tarija, aunque en la última etapa de la gestión del exalcalde Óscar Montes, ahora candidato a gobernador, terminó cogobernando con el MAS”, señaló Santistevan.

Bloques

El mapa político del país, tras de las elecciones de hoy, marcarán la relación del Gobierno con las regiones sobre la base de las demandas de la población, más allá de la consigna política, anticipa el abogado Paúl Antonio Coca.

Los ingresos ahora son menores y frente a eso la población exigirá respuestas a sus gobernadores y alcaldes. O tocan las puertas del Gobierno o hacen bloques sobre temas de beneficio a sus regiones”, afirmó el especialista.

El primer bloque está definido por las regiones donde ganó el MAS: Cochabamba (Humberto Sánchez), Oruro (Jhonny Vedia) y Potosí (Jhonny Mamani), el segundo bloque es el opositor, según el análisis de Coca, que será liderado por Luis Fernando Camacho (Creemos) y, eventualmente, por Alejandro Unzueta, quien ganó la elección por el Movimiento Tercer Sistema (MTS) en el Beni.

“Los gobernadores elegidos y los que faltan por elegir están conscientes de esta situación de la pandemia y la recesión económica. Camacho va a liderar este pedido de más recursos a nivel de los nueve gobernadores y el tema del Censo no tiene mucha lejanía con el pacto fiscal”, subrayó Coca.

El politólogo Antonio Arequipa cree que la reconfiguración del mapa político del país debe pensarse en bloques en los que también se incluyan a alcaldías influyentes como es el caso de La Paz, El Alto, Santa Cruz y Cochabamba, donde no ganó el MAS.

“En la medida en la que esas autoridades actúen consecuentemente en términos políticos y hagan una buena gestión, van a poder ser un dique de contención al MAS más allá del mapa que esté o no pintado de azul”, afirmó.

Pero en el caso de El Alto es quizá el más notorio para el liderazgo del partido gobernante, que mantiene una presencia hegemónica en el país. “Es que el MAS es un proyecto hegemónico y esto puede generar tensiones en vista de los próximos desafíos que enfrentará el país”, apuntó Gamboa.

El factor Evo

El expresidente y jefe del MAS, Evo Morales, tuvo un papel protagónico como jefe de campaña. Fue un actor gravitante en la selección de sus candidatos y en, ese marco, enfrentó pugnas internas. “Vamos a tener una profunda evaluación después de las elecciones”, señaló el líder político en Sacaba donde el jueves se realizó un seminario de capacitación con las autoridades electas de Cochabamba.

“Este es un tema que aún está pendiente dentro del MAS y lo tienen que llevar adelante. Lo han postergado desde el momento en el que comenzaron a hablar del golpe. Lo que el MAS ha encarado el 2019, más allá de todo lo que se entienda sobre un supuesto golpe o un supuesto fraude, es una brecha histórica muy fuerte y eso tiene que tener responsables y hasta el momento no existen en el MAS cargos de responsabilidad sobre las decisiones equivocadas”, puntualizó Arequipa.

“Voto duro”

El expresidente y jefe del MAS, Evo Morales, tuvo un papel protagónico como jefe de campaña y ahora ha comenzado a diseñar la estrategia con la que enfrentará “esos tiempos difíciles” que vienen por efecto de la pandemia.

“Si los asambleístas del movimiento indígena se suman somos mayoría en la Asamblea Departamental de Santa Cruz, y en mi experiencia, si somos mayoría, desde la Asamblea se puede administrar el departamento de Santa Cruz y eso está en análisis”, afirmo Morales en una reunión con campesinos de San Julián.

El constitucionalista Carlos Börth cree que es tiempo de cerrar este ciclo político y que las autoridades comiencen a gobernar.

“Yo diría que este largo proceso de elecciones y de una pugna del poder en democracia data de mucho antes, pues no hay que perder de vista al referéndum del 21 de febrero de 2016, cuando Evo Morales intentó el aval del elector para volver a postularse; no lo consiguió, pero siguió adelante”, opinó el sociólogo Franco Gamboa, especialista en gestión pública. “Ese error fue reconocido por el partido”, añadió.

Las elecciones regionales del 7 de marzo, antecedidas por los comicios nacionales de octubre de 2020, se realizaron con casi un año de demora debido a la anulación del proceso que se desarrolló en 2019. Ese año, Morales renunció a la presidencia después de llamar a otros comicios y dejó el país en una crisis marcada por las tensiones que nacieron con la consulta de 2016, cuyos resultados fueron desconocidos por el MAS.

En una anterior entrevista con EL DEBER, el presidente del Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, señaló que las elecciones regionales que se prorrogaron hasta este domingo cierran un ciclo de renovación del poder que se activó en el proceso electoral de 2020.

Por su lado, el ministro de Justicia, Iván Lima, consideró que la elección regional cierra un ciclo que permitirá “recuperar la normalidad de la democracia” en los plazos y términos del mandato que está estipulado en la Constitución. Recordó que las autoridades regionales y locales salientes tienen un mandato prorrogado.

Desafíos

Desde 2014, las gobernaciones sufrieron una reducción de casi el 50% y el en caso de los municipios la reducción fue del 30%, según datos comparativos del Tesoro General del Estado procesados por la Fundación Jubileo. “En esta situación de pandemia hasta la recaudación por impuestos se ha reducido y eso va tener un impacto directo en las regiones”, afirmó Juan Carlos Núñez, director de esta entidad. 

El experto cree que se debe debatir y establecer “un franco diálogo” entre todos los niveles del Estado para la redistribución de estos recursos. “Después de esta elección esta es la agenda que debe ser encarada”.

Los gobiernos municipales tienen Bs 1.339 MM para este año. Las gobernaciones Bs. 5.710 MM y esto representa el 35% del Presupuesto Nacional, aunque el Gobierno está reformulando estas asignaciones sobre la base de la actual situación de crisis.

Fabian Yaksik, quien fue diputado y viceministro de Descentralización, anticipó un período complejo “con enormes dificultades”, especialmente por la reducción del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). “En este contexto de crisis, es mucho más necesario que siempre se apueste por un nuevo pacto fiscal”, que marque la nueva relación entre el Gobierno y las regiones, más allá de lo político.

Paúl Antonio Coca señaló, en una conversación con EL DEBER Radio, que a la complejidad del pacto fiscal se debe sumar el desafío del nuevo censo de población y vivienda que será el parámetro para asignar o quitar escaños en el Legislativo, así como la asignación de recursos.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó esta semana una proyección que, por ejemplo, señala que Santa Cruz alcanzará los 3.363.400 habitantes, 705.638 más que el registro del censo de 2012. El nuevo conteo oficial debe realizarse en 2022.