Un informe de Conservation Strategy Fund estima que aplicar medidas al sector forestal incidiría en un alto porcentaje sobre el total a reducirse (40%) hasta 2030, por encima de los sectores de transporte (25%) y energía (3%)

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9 de mayo de 2022, 22:35 PM
9 de mayo de 2022, 22:35 PM

Un estudio desarrollado por Conservación Estratégica, CSF por sus siglas en inglés, en coordinación con la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra - APMT y con el apoyo de la Embajada de Suecia en Bolivia, evaluó el impacto económico de un conjunto de medidas de mitigación, consideradas en el segundo informe nacional de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas, NDC por sus siglas en inglés, presentadas recientemente por el Estado Plurinacional de Bolivia ante Naciones Unidas.

Según el Acuerdo de París, las emisiones deben ser reducidas en 45% hasta el año 2030, para evitar que la temperatura promedio de la Tierra aumente por encima de 1,5°C, con relación a la era pre industrial.

El estudio de CSF establece que la implementación de un conjunto de medidas, en los sectores forestal, de transporte y energético, permitirían que el país
contribuya con una reducción del 40% de sus emisiones hasta el 2050. Este objetivo se alcanzaría sin que se tenga que incurrir en un costo económico.

Contrariamente, datos de Global Carbon Atlas, una colaboración entre la red internacional de científicos Future Earth y la ONU, indican que en los últimos 20 años Bolivia creció 275% de la emisión de dióxido de carbono (CO2).

Según CSF, en un escenario estimado, y considerando los informes actuales medioambientales y económicos, adoptar medidas en el sector forestal, entre ellas disminuir los incendios y la deforestación ilegal, reduciría en 72% las emisiones de CO2 del país, sobre la reducción total a lograrse. Aplicar medidas en el sector transporte aportaría con 25% de la reducción; y en el sector energético, disminuiría en 3%.

En Latinoamérica, el mayor desafío se encuentra en el sector forestal y de cambio de uso del suelo, y Bolivia no es la excepción. El estudio desarrollado por CSF muestra que Bolivia tiene grandes posibilidades de continuar con su desarrollo económico, haciendo uso sustentable de sus bosques y, a la vez, reduciendo sus emisiones de dióxido de carbono.

"Postergar el cumplimiento de las metas de reducción de deforestación (previstas hasta 2030), hasta el 2050, implicaría la emisión de más de 830 millones de toneladas adicionales de CO2eq (dióxido de carbono equivalente). Este escenario, no solo imposibilitaría el cumplimiento de los compromisos climáticos de Bolivia, sino que provocaría pérdidas irreversibles para la economía boliviana y un deterioro significativo en el bienestar de la población", advierte el informe.

Guido Meruvia, de la Embajada de Suecia en Bolivia destacó que la implementación del conjunto de medidas tendría un costo de implementación equivalente al 30% del PIB del país, por lo tanto, su financiamiento dependería tanto de fuentes internas como externas, y demandará la participación deactores públicos y privados.

Alfonso Malky, director técnico de CSF para América Latina, resaltó la importancia de tomar acciones inmediatas para reducir las crecientes tasas de deforestación señalando que, “la mejor oportunidad que tiene Bolivia para alcanzar sus compromisos climáticos está en sus bosques, la creciente
deforestación observada durante los últimos años posicionó a Bolivia como uno de los tres países con mayor deforestación del mundo y como el primero en términos de deforestación per cápita, por lo cual es necesario que se tomen acciones inmediatas para revertir esa tendencia”.