El transporte de migrantes a Chile no tiene control. Venezolanos y haitianos utilizan Bolivia como puente para llegar al norte chileno. Muchos de los migrantes son víctimas de trata y tráfico y detrás están los “coyotes andinos” como nexos para cumplir el sueño chileno. La semana pasada dos minibuses fueron interceptados por la Policía Boliviana cerca al municipio de Laja, en el departamento de La Paz. Los vehículos llegaban de Perú y dentro había 39 ciudadanos haitianos: 13 son varones, diez mujeres y 16 menores de edad.

“Hay casos de entradas desde Perú o desde Chile. Bolivia es un país tránsito de estas personas, que por lo general son víctimas de trata y tráfico de personas”, informó el coronel Rolando Rojas, director de la Fuerza Especial de la Lucha Contra el Crimen (Felcc). Bolivia y Chile comparte cerca de 800 kilómetros de frontera. Pisiga, en el lado boliviano, y Colchane, en suelo chileno, son el epicentro del cruce ilegal de migrantes, que en su mayoría son venezolanos y haitianos. En estas localidades están los conocidos “coyotes andinos”.

Ellos son las personas encargadas de atraer migrantes hasta la frontera chilena por precios que pueden superar los 100 dólares por tramo, incluso ofreciéndoles traslado hasta Santiago, capital de Chile. La mayoría de las víctimas llegan de Perú. Ahí es donde empieza el trabajo de estas mafias. En Desaguadero, municipio fronterizo con Perú, les ofrecen traslado hasta la ciudad de Oruro. Luego pasan a Pisiga y de ahí cruzan la frontera por vías ilegales.

Confesión de venezolana

 “Nos asustaron diciéndonos que, si salíamos, nos iban a agarrar a tiros. Teníamos mucho miedo. Ellos (los coyotes) son muy agresivos y solo exigen dinero. Si no obedecemos nos trataban mal”, declaró una mujer venezolana que fue rescatada por carabineros chilenos. Esta persona estaba con un grupo de venezolanos y bolivianos en diferentes buses. Uno de los choferes fue detenido por la policía. Se trata del boliviano Wilbert Yucra, quien ayudó a ingresar a 12 bolivianos y ahora cumple prisión preventiva en Iquique por tráfico de migrantes. Antes de ser detenido, aseguró que “los transporté nada más y les cobré 10 mil pesos hasta Iquique”, según el portal Meganoticias.

Para los extranjeros que son detenidos en Chile existe un protocolo. Este señala que aquellos que ingresan irregularmente al vecino país deben ser reconducidos a Bolivia, pero el país solo acepta de vuelta a ciudadanos bolivianos. Los de otra nacionalidad se quedan varados en la frontera. Este es un problema para los migrantes.

 Por ello, la Cancillería de Chile trabaja un protocolo con el Gobierno de Bolivia para solucionar este problema. “Le hemos propuesto a nuestra contraparte boliviana, que podamos habilitar un protocolo de reconducción para que ellos puedan recibir a las personas haciéndose cargo de que si vienen de ese país ellos tienen parte de responsabilidad”, afirmó el director de Migraciones de Chile, Luis Eduardo Thayer. Los “coyotes andinos” operan por lo general en las noches.

​