EL DEBER accedió a la acusación formal que presentó la fiscal Maritza Tórrez Arismendi el 20 de noviembre de 2017. El memorial acusa a Gabriela Geraldine Zapata Montaño y a otras personas.

5 de febrero de 2024, 4:00 AM
5 de febrero de 2024, 4:00 AM

Memoriales solicitando aplazos, menores que ‘audicionaban’ para parecerse al hijo, dinero para costear la visita de periodistas internacionales y hasta pizzas para autoridades judiciales, así describe la investigación del segundo juicio que involucra a Gabriela Zapata Montaño y a 10 personas más que participaron de esa trama entre el 4 de febrero y el 12 de abril de 2016 cuando las autoridades descubrieron todo.

EL DEBER accedió a la acusación formal que presentó la fiscal Maritza Tórrez Arismendi el 20 de noviembre de 2017. El memorial acusa a Gabriela Geraldine Zapata Montaño, María del Pilar Guzmán Campanini, María del Carmen Arce, Claudio Rivera Guzmán, Andrea Montecinos Guzmán, Juan Garrido Espinoza, Martha Ximena Fortún, Ricardo Rivera Guzmán, William Sánchez Peña, Walter Zuleta Buitrago y Angélica Tarifa Cabrera de los delitos de trata de personas y asociación delictuosa.

“A partir del mes de enero de 2016, Gabriela Geraldine Zapata Montaño refiere, mediante declaración realizadas en diferentes medios de comunicación, que el hijo que habría procreado con Juan Evo Morales Ayma, se encontraría vivo” concluye la fiscalía en la primera parte de la acusación, restando valor a la revelación del 4 de febrero.

Han pasado ocho años desde que estalló el bullado ‘caso Zapata’ que involucraba al expresidente, Evo Morales y su expareja, Gabriela Zapata Montaño. Ese escándalo le costó la primera derrota electoral a Morales y 5,9 años de cárcel a Zapata. Esa condena fue por un caso de legitimación de ganancias ilícitas. Este viernes se inició el juicio por el segundo caso, trata de personas vinculado al menor.

Postergaciones

El 26 de febrero a mediodía era aprehendida Gabriela Zapata en una zona residencial de La Paz -cinco días antes Evo Morales había perdido el referéndum constitucional- desde su encierro dos días después volvió a confirmar la existencia del menor.

“El 8 de marzo de 2016, William Sánchez Peña y Walter Zuleta Buitrago en calidad de abogados de Gabriela Zapata Montaño, presentaron un memorial, adjuntando impresiones fotográficas para acreditar la existencia del niño E.F.M.Z”, señala el memorial. Luego se descubrió que las fotos pertenecían al infante identificado como J.S.S., sobrino de Gabriela Zapata. Este niño fue el primer involucrado en el caso.

El 10 de marzo de 2016, se volvió a pedir un plazo para la presentación del niño. “William Sánchez Peña, argumentó que no se trataba de cualquier niño, pues era el hijo del Presidente del Estado”, señala el memorial.

Los pedidos se extendieron hasta el 18 de marzo de ese año cuando la juez, Luisa Fernanda Zárate, conminó a la parte acusada a presentar al menor o derivaría el caso a la justicia ordinaria. La defensa pidió otros siete días.

Las pizzas

Entre prórrogas se llegó al 12 de abril, ese día el personal judicial fue citado en un colegio de la zona Sur, pero se apareció una de las acusadas, María del Pilar Guzmán quien dijo que los estaban siguiendo efectivos de Inteligencia de la Policía y debían postergar el encuentro. Furiosa, la juez decidió ir al domicilio de Gabriela Zapata quien para entonces ya estaba detenida en el penal de Obrajes. Cuando llegaron les dijeron que el menor había salido y volvería en la noche.

Ya en la noche, “la Jueza Segundo Público de la Niñez y Adolescencia de la ciudad de La Paz solicitó otro ambiente, habiendo entrevistado al niño en el comedor, mismo que refirió llamarse E.F.M.Z. transcurso en el que la psicóloga le solicitó realizar un dibujo y que escriba su nombre, en ese instante se presentó Angélica Tarifa Cabrera ante el equipo multidisciplinario del juzgado como asistente del abogado Wálter Zuleta Buitrago, ofreciéndoles refresco y pizzas, con lo cual distrajo al personal del juzgado”, señala el memorial. 

Al día siguiente de ese acto, Zapata saldría a los medios indicando que la juez había visto a su hijo y denunciaba que intentaban quitárselo. La estrategia no dio resultado, pues en su informe la psicóloga concluiría que el niño entrevistado era pequeño, que no correspondía a la edad cronológica de nueve años. Asimismo, la Trabajadora Social sugirió realizar la prueba de ADN al menor. Fue el acabose.

Casting

Entre el 8 de marzo, cuando se pidió la presencia del menor y el 12 de abril Zapata urgió la presencia de un menor, porque supuestamente su hijo no estaba en Bolivia y se encontraba en otros países como ser Colombia, México, Estados Unidos con amistades.
Ahí ingresó la supuesta “tía” de Zapata, cuyo hijo, Claudio Rivera Guzmán presentó a su hijo como ‘otra opción’ para reemplazar a E.F.M.Z., Zapata no lo aprobó porque era muy pequeño, y el ‘color de piel’ sería observado de inmediato.

Cambiaron de menor y Rivera habló con un conocido suyo, Víctor Vega Nabas a quien convenció a cambio de dinero e involucró a la esposa de este, Isela Chávez Vacaflor, quienes accedieron a ‘preparar’ al infante C.B.V.CH., aunque este tenía seis años y no nueve como se requería. Lo llevaron varias veces a la casa de Zapata para que “confraternice” con la hija de esta. Ese fue el menor que presentaron el 12 de abril a las autoridades.
Internacional

Según la fiscalía Gabriela Zapata acudió a Martha Fortún Taborga quien sería su confidente y le pidió prestado dinero para costear los gastos de presentación de su “hijo” a una cadena internacional de televisión. Esta prestó $us 8.000 que fue dividido en dos partes, $us 5.000 como adelanto para los padres del menor C.B.V.CH. y otros $us 3.000 para la tramoya ante el canal internacional.

El 5 de mayo ‘presentaron’ al menor ante el canal internacional y “filtraron” ese dato a los medios nacionales que publicaron la versión. Sin embargo, el 6 de mayo la juez emitió la sentencia 135/2016 por la que declaró la inexistencia física del menor.