Algunos aseguran que todo lo ocurrido después, incluso la sangre derramada en Sacaba y Senkata, es su responsabilidad. Su exministro de Defensa, Reymi Ferreira, sale en su defensa y lo exime de esa culpa. Asegura que el luto vino de los ‘golpistas’

19 de febrero de 2023, 4:00 AM
19 de febrero de 2023, 4:00 AM


Hay consenso absoluto. Para los analistas y políticos, desconocer el resultado del referéndum que se celebró el 21 de febrero (21-F) de 2016, cuando la mayoría votó por el No a la reelección para su cuarto mandato, fue el peor error político del expresidente Evo Morales. Para la mayoría de los consultados, lo ocurrido desde el 2019 es su responsabilidad.

Dicen que la crisis política y social se pudo evitar si Morales cumplía su palabra. En septiembre de 2014, poco menos de un mes antes de ser reelecto presidente para la que fue su última gestión, Evo Morales confesó, en una entrevista concedida a EL DEBER en Palacio Quemado, su deseo de abrir un restaurante de asados y trabajar de mesero una vez que deje el poder.

“Mi propuesta es que cuando llegue el momento, el expresidente (Evo Morales) y dos exalcaldes -el de Cochabamba (Edwin Castellanos) y el de Yacuiba- vayan a Cochabamba, a Chapare o al Chaco, y el expresidente, yo, sea mesero. Cobraremos baratita la comida. La foto costará más. ¿Un expresidente mesero? De eso vamos a cobrar caro, de verdad”, dijo en plena campaña para los comicios del 12 de octubre de 2014.

Así estableció que de ganar en las urnas, que lo hizo, iba a ser su último mandato. En esa entrevista sostuvo que tenía la intención de “respetar la Constitución” que él mismo promulgó en 2009 y que establecía un máximo de dos periodos en el poder. El primer mandato de Morales fue con la antigua Carta Magna.

Poco duró ese compromiso. Al año siguiente, su Gobierno promovió el referéndum, realizado el 21 de febrero de 2016 y quedó con el denominativo de 21-F, en el que se preguntó a la ciudadanía: “¿Usted está de acuerdo con la reforma del artículo 168 de la Constitución Política del Estado para que la presidenta o presidente y la vicepresidenta o vicepresidente del Estado puedan ser reelectas o reelectos dos veces de manera continua? - Por disposición transitoria de la Ley de Reforma Parcial a la Constitución Política del Estado, se considera como primera reelección el periodo 2015-2020 y la segunda reelección el 2020-2025”. 

El “No” ganó con un total de 51,30% de los votos, mientras el “Sí” obtuvo el 48,70%. Fue el primer revés electoral que no recibió el MAS, sino Evo Morales en particular.

Pero eso no lo detuvo. La sentencia constitucional 0084/2017, determinó la reelección indefinida como un derecho humano, lo que permitió la candidatura de Evo Morales por cuarta vez consecutiva a la Presidencia en las elecciones generales 2019. 

Los análisis
Un exministro y tres analistas de diversa tendencia coinciden en que fue el peor error político. 

El politólogo Paul Antonio Coca asegura que “los problemas que estamos pasando y atravesando en este preciso momento en Bolivia fueron originados, precisamente, porque Evo Morales no respetó el 21-F. Ese es el punto central de todo".

Se refiere a una serie de hechos que ocurrieron desde 2019. Primero, el fraude protagonizado por el MAS y alertado por la Organización de Estados Americanos (OEA) en las elecciones de ese año. La renuncia de Morales y su salida del país; primero a México y, después, a Argentina, llamada “huida” por sus detractores dentro y fuera de la tienda política.

El vacío de poder llevó a la sucesión constitucional y a la llegada de Jeanine Áñez Chávez a la Presidencia, a lo que los masistas llaman golpe de Estado. La sangre que corrió en esos días de transición. Las nuevas elecciones y el retorno al poder del MAS, pero ya con el candidato Luis Arce que superó, como Morales, la barrera del 50%. La pugna interna en su partido y ahora tiene al actual mandatario como su rival para las primarias que determinarán al candidato del MAS para la gestión 2025-2030.

“Si hubiese respetado el resultado del 21-F nada de esto hubiera pasado. Es su responsabilidad, y tuvo que pagar un costo político no solamente para él, sino definitivamente para el país. ¿Hubo golpe o fraude? Es un debate que sigue latente, pero es también un hecho que la actual gestión del MAS, pese a la pugna, se ha entregado a la tarea de lavar la imagen de Morales, hacer de cuenta que el 21-F nunca existió y que todo se debe a una ‘ruptura constitucional’, y a un ‘golpe de Estado’”, dijo.

De hecho, dentro de su partido, y ante la inminente campaña interna por las primarias, al menos dos asambleístas sugirieron que Morales debería ser sometido a un proceso por renunciar y abandonar el poder. Esa idea puede crecer como una bola de nieve, dicen los analistas. 

El exministro de Defensa Reymi Ferreira admitió que “Morales ha reconocido que se cometió un error político. El equipo, entre los que me incluyo, aunque estaba enfermo (tuvo cáncer), creo que nos equivocamos al asesorarlo, pero, definitivamente, fue un error político gravísimo que le afectó mucho. Partió de la idea de que era la única forma de frenar a las fuerzas que siempre quisieron entregar al país al extranjero. Fue un mal análisis, es indefendible”.

Sin embargo, advirtió que no se puede atribuir a Morales la culpa por la sangre que corrió en el país. “Esos fueron los asesinos, el 21-F les dio pretextos a Áñez, Luis Fernando Camacho, Arturo Murillo (ministro de Gobierno de Áñez) de tomar el poder y destruir el país en un año. Insisto, fue un error que dio argumento a los golpistas, eso sí”.

Tampoco cree que hubo fraude. “No hay como probarlo, no existió. Sí generó rabia de la gente que incluso antes apoyó a Evo, a la que no le gustó que se desconozca una votación, pese a la mínima diferencia”.

Para el analista Gregorio Lanza, “Morales no respetó el voto de la gente, con lo que eso de gobernar obedeciendo al pueblo, respeta a las mayorías se fue por un tubo. La primera elección que pierde no la acató. Luego, se ve obligado a montar el fraude para ganar las elecciones de 2019. Es descubierto, renuncia y huye, eso genera la ruptura de la imagen del líder para el que patria o muerte fue solo un slogan”.

Además, contradijo a Ferreira. “Por supuesto que tiene responsabilidad directa sobre los muertos de Sacaba y Senkata. En el primer caso fue él quien ordenó que se vuele el muro de la planta donde estaban las cisternas, lo que provocó disparos y muerte, pero para evitar una explosión que hubiera matado a miles de personas. En el segundo caso, promovió una marcha de miles de cocaleros chapareños hacia Cochabamba, armados con rifles y se habla de armas de guerra, francotiradores que trajeron del trópico, que tiene gente vinculada al narcotráfico. Mucho que indagar. Ellos generaron ese enfrentamiento cuasi militar, y solo se procesa a uno de los bandos”.

El politólogo Marcelo Arequipa cree que el 21-F marcó un antes y un después en la vida política de Evo Morales. “Eso lo termina por marcar por encima del MAS, a él. En la medida en que no haga una autocrítica seguirá marcando diferencias negativas”, dijo.

Admiten error
Si ese error político fue el principio del fin del liderazgo político de Evo Morales, es un debate que tiene diversas opiniones, pero no son coincidentes.

Paúl Coca no lo cree. “El 21-F representó el final de un ciclo, que Morales no quiso admitir, y forzó continuar en el poder. Dentro del MAS hay sectores que no lo quieren ni siquiera como líder nacional, por considerar que su momento ha terminado. Antes no lo criticaban, ha perdido peso político. 

Sin embargo, si se postulara con el MAS en la siguiente elección, lo que para el actual oficialismo generaría problemas, tenga por seguro que tendrá respaldo electoral y un buen resultado. Bolivia es un país demasiado frágil de memoria, lo que no le puedo decir es qué ubicación, porque eso es prematuro”, señaló Coca.

Reymi Ferreira asegura que no se puede decir que fue el principio del fin de su liderazgo. La política es muy dinámica. “Afectó, sí. Víctor Paz después de 1964 parecía que estaba borrado para siempre, volvió y se consagró como uno de los estadistas más importantes del siglo XX. Hugo Banzer, quien fue dictador, volvió y murió como demócrata. Le pasó a Perón en Argentina. Lula da Silva estuvo preso y ahora es presidente de Brasil. En política no hay fin. No digo que resurgirá con la misma fuerza, pero es imposible desahuciarlo”.

Arequipa tampoco ve el fin de la carrera política de Morales. “El retiro es una opción, pero no es la solución, pero aún si lo hace el 21-F seguirá causando ruido. Debe reconocer que se equivocó, pero tuvo un tropiezo e insistir en que lo legal puede resolver lo político.

 Para seguir adelante, si es que quiere hacerlo, el expresidente debe zanjar ese tema”. ​Para Lanza, el 21-F fue el principio del fin del liderazgo de Evo Morales, y apuesta que ya no retornará al poder, porque incluso dentro de su partido hay nuevos líderes.


Tags