Según la Dirección General de Aeronáutica Civil, en el accidente del jueves en Beni un ‘capitán’ hizo el trámite, pero otro piloteó la avioneta. Reportaron menos pasajeros. Estas naves no están obligadas a tener caja negra

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1 de mayo de 2023, 3:55 AM
1 de mayo de 2023, 3:55 AM

Primero perdió un ala, luego la otra. Vecinos de la población beniana de Santa Ana del Yacuma presenciaron el jueves el horroroso momento, lo filmaron y lo hicieron viral en las redes sociales. La aeronave Cessna 206, con matrícula CP-2625 se precipitó a tierra y los cinco ocupantes murieron. Los pobladores, otra vez, tuvieron que presenciar un accidente aéreo, como aquel de 2016, cuando otra avioneta se estrelló contra el mercado de la población, hecho en el que murieron siete personas y otras 15 resultaron heridas.

Siete años después, los controles no han mejorado. El tráfico aéreo en el oriente boliviano es intenso por la desvinculación caminera y por la actividad legal de la ganadería, así como la ilegal del narcotráfico.

La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) admitió que el control en este tipo de aeronaves no lo hacen las personas con chalecos fosforescentes, como ocurre en los vuelos comerciales. Allí depende de la buena voluntad del capitán de la avioneta.

Este medio intentó comunicarse con el director de la DGAC, José Iván Fernando García Terceros, pero el gabinete de comunicación del Ministerio de Obras Públicas, tras conocer el cuestionario compartió una entrevista que la autoridad ofreció a un canal de televisión de La Paz.

García Terceros señaló que en este caso un capitán reportó la operación y otro piloteó la nave. Luego informaron que dos personas abordarían la nave, pero subieron cinco.

Admitió que no hubo control en tierra. “En un operador comercial interviene personal para confirmar que se cumplan los protocolos de seguridad de aeronavegación que libera la nave una vez cumplidos todos los requisitos. En el caso de un operador privado, la estructura organizacional no es tan grande. La responsabilidad del operador o el explotador, que en este caso sería el propietario de la avioneta, depende de la confianza que deposite al capitán que está al mando de la nave. Para confirmar los protocolos, el que asume la responsabilidad de la operación es el piloto”.

La aeronave tampoco tenía una caja negra. La explicación que dio el director de la DGAC: “Es un requisito que se aplica en aeronaves de nueve pasajeros, 5.000 kilogramos en peso en la nave o más”. Por debajo, los propietarios pueden aplicar estos dispositivos complementarios por seguridad, pero, no es obligatorio tener el data recorder para verificar las condiciones de la operación.

El abogado experto en aeronavegación Álvaro Munguía dijo en el programa Influyentes de EL DEBER Radio que Bolivia es un país en desarrollo “que carece de los controles, equipos y personal, aunque la DGAC mejoró los controles y servicios, lo que no sucedía hace dos años cuando estaba otra administración. Esperemos que los controles mejoren”, expresó.

Explicó que para evitar este tipo de accidentes “necesitamos equipos y personal técnico calificado. Cuando contemos con esos dos elementos fundamentales, que además tenga una continuidad institucional, es decir que no esté a la sombra de un partido político o una situación administrativa determinada, entonces sí podremos tener seguridad en nuestras operaciones aéreas, gente que esté años y no la cambien ante cualquier remezón”, mencionó.

La investigación de siniestros debe ser independiente. “Su trabajo no establecerá culpas, sino aspectos necesarios para mejorar el sistema de seguridad operacional del país involucrado, de los operadores y de todo el que intervenga por las circunstancias”, apuntó.

El director de la DGAC informó que ya se dispuso una comisión investigadora de accidentes que se ha desplazado al lugar del evento “para determinar las causas probables del lamentable accidente”, aseveró.

Entre los datos preliminares, la aeronave contaba con su certificado de aeronavegabilidad vigente hasta enero de 2024. “Es decir, tenía todas las condiciones técnicas para realizar operaciones en la dinámica de un vuelo privado. Contaba con seguros de vuelo pertinentes. Su propietario, Ramón Suárez, tenía todo en orden. Ese es el parte inicial. Los datos meteorológicos señalan que había vientos calmos de cuatro nudos, se contaba con muy buena visibilidad y la temperatura ideal para garantizar que las operaciones podían realizarse en condiciones óptimas, así que esas no fueron las causas”, complementó.



Aeropuerto El Trompillo /Foto: EL DEBER



Se le preguntó cómo se realizan las inspecciones técnicas, si tienen una periodicidad, y la autoridad señaló que hay regulaciones internacionales específicas. “Para el caso de esta aeronave Cessna 206, con matrícula CP-2625, esta tiene que cubrir un programa de mantenimiento del fabricante. Nosotros, al no ser un país de diseño y fabricación adoptamos los manuales de mantenimiento a través de 26 centros de mantenimiento, talleres que, según sus calificaciones, realizan el mantenimiento a todas las aeronaves bolivianas”.

Por ello, aseguró que el propietario, “que en este caso es un privado, aparentemente realizó correctamente un proceso de verificación y la aeronavegabilidad de esta avioneta estaba vigente hasta su próxima inspección, en enero de 2024”.

Sin embargo, hubo algunos elementos que no quedaron claros, y el director de la DGAC los informó. El plan de vuelo refería a un capitán y su acompañante.

“Sin embargo, por datos que se consiguieron in situ, en realidad estaba al mando el capitán Jimmy F. Ayala (28 años) y el copiloto fue Juan Enrique Flores Suárez (28). Acompañaron en esta operación, que era un vuelo local que era de conformación de capacidades, Juan de Dios Rodríguez Núñez (24), Héctor Lennin Cuéllar Sandoval (28) y Armando Rivero Porcel (23)”.






Con este antecedente, dijo el director de la DGAC, se puede afirmar que el plan de vuelo fue presentado por un personal aeronáutico con las competencias requeridas, pero incluyó a personas que no reportó como pasajeros.

“En el proceso investigativo se deben determinar una serie de eventos que deben ser consolidados en un informe preliminar y otro final. Sin embargo, de forma anticipada podemos ver que se registraron algunas transgresiones en la reglamentación aeronáutica como ser la declaración de la tripulación, debido a que los procedimientos específicos del plan de vuelo ante la autoridad de administración aeroportuaria reza que debe ser presentado el titular que realizará la operación, posterior a eso se realizan ciertas verificaciones, como el combustible, hasta la puesta en marcha, el despegue, representado por quien se declaró como el capitán al mando”.

Por ello, “es evidente que en el plan de vuelo figuraba un capitán Rojas; sin embargo, Ayala fue quien operó la nave y esa es una evidencia que ya es un insumo para el informe preliminar y final de la investigación de accidentes que se viene desarrollando.

Observó que estas transgresiones serán manifiestas en el informe final y luego, conforme a la reglamentación aeronáutica boliviana, “es muy probable que mandemos a faltas y sanciones para determinar si se ha consolidado un delito aeronáutico”.

De acuerdo con las declaraciones del ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, una de las personas que murió producto de la caída de la avioneta contaba con antecedentes por narcotráfico. Con lo cual explico que la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) realiza las investigaciones pertinentes.

Este fin de semana, otra avioneta se precipitó a tierra en el municipio de San Ignacio de Velasco. Los vecinos denunciaron que transportaba droga.



José Iván Fernando García Terceros, director de aeronáutica civil



El director de la DGAC evitó hablar del vínculo con el narcotráfico. Dijo que, en el caso de Beni, la aeronave fue registrada cumpliendo los requerimientos específicos en el anexo 7 de la OACI que pide registrar la marca y matrícula de la nacionalidad donde va a ser operada, en este caso a nivel privado. Se cumplieron con todos los protocolos de transferencia, contaba con su Documento Único de Importación y el registro específico del título de propiedad y en qué condición estaba. Por eso tenía certificado de matrícula y contaba con todos los protocolos legales.

SEGURIDAD

El experto Álvaro Munguía dijo que el transporte aeronáutico es uno de los más seguros por las reglamentaciones y regulaciones que existen a escala internacional. Sin embargo, mencionó que es una actividad de riesgo y, como tal, implica la probable ocurrencia de un accidente o incidente. Insistió en que sí se pueden tomar las medidas, como Estado y como organización internacional para disminuir o minimizar el grado de ocurrencia de accidentes o incidentes.

DEFICIENCIA

El Gobierno boliviano adquirió radares para mejorar la aeronavegación, pero ha demorado varios años en instalarlos.