El dirigente Arnold Alanes fue vestido con un chaleco antibalas debajo de su suéter celeste, luego de proclamarse como nuevo presidente cocalero

20 de septiembre de 2021, 17:30 PM
20 de septiembre de 2021, 17:30 PM

Ahora, Arnold Alanes y Fernando Calle se disputan la presidencia de Adepcoca afín al Gobierno, el primero ya tomó posesión del edificio en Villa Fátima y el segundo se apresta a seguir el mismo camino; mientras el tercer presidente cocalero, Armin Lluta, opositor al Gobierno, despareció del espectro cocalero.


El directorio afín al Gobierno había convocado a un ampliado en la cancha de Chuquiaguillo este lunes, en ese lugar debía definirse si se ratificaba al ganador de unas elecciones anuladas por ellos mismos, o se elegía a otro directorio por aclamación, lo que provocó el enfrentamiento entre masistas.


Alanes fue ovacionado y sus partidarios bajaron desde Chuquiaguillo hasta Villa Fátima y con ayuda de la Policía tomaron el edificio de los cocaleros. Mientras Alanes tomaba el edificio y salía a sus balcones, cual palacio de Gobierno; Fernando Calle era ovacionado en Chuquiaguillo y era posesionado como nuevo presidente de Adepcoca.


“Nosotros ya hemos sido posesionados aquí, somos legítimos y vamos a continuar con esa posición”, dijo en una pequeña declaración el 'nuevo' presidente cocalero. Al enterarse de que Alanes ya había tomado el edificio dijo que no estaba informado.


“Alanes no es viable porque no se ha hecho una posesión, como ustedes han visto simplemente han gritado y se han ido y no se sabe cuál es su paradero actualmente, no hubo una posesión legítima y tampoco legal”, añadió.


Aseguró también que junto con sus nuevos directivos se presentará en Adepcoca para tomar las instalaciones y llamar a la unidad de todos los cocaleros de Los Yungas. Sin embargo, los propios cocaleros de base dijeron no conocer a este nuevo directivo, porque no lo conocen ni siquiera como vecino de la población de Chulumani.


El directorio saliente, el de Elena Flores, se encontraba desparecido después de los desmanes que provocaron sus propios dirigentes con agresiones mutuas. La posesión de Alanes pareció incluso planificada porque el dirigente tenía un chaleco antibalas debajo del suéter celeste que luce.


Mientras, Lluta reagrupa a su gente y promete volver desde mañana a recuperar el mercado, pese a la protección de la Policía.