La jornada de ayer, los diputados del oficialismo y la oposición, además de los funcionarios del Legislativo se enfrascaron en una pelea campal en pleno hemiciclo. Huaytari denunció "golpe" y luego tomó con sus funcionarios la testera.

1 de marzo de 2024, 4:00 AM
1 de marzo de 2024, 4:00 AM

La Cámara de Diputados sesionó esta semana en medio de golpes, insultos y jaloneos. Durante más de cuatro horas la violencia se instaló en lugar del diálogo y los acuerdos para validar los préstamos que reclamó el presidente Luis Arce, incluso a través de la presión social.

La más reciente oleada de violencia comenzó el jueves por la mañana, cuando grupos leales al presidente Luis Arce irrumpieron en el Parlamento y cerraron las puertas de acceso con cadenas que la taparon con una manta. Sucedió ante la mirada de los pocos policías.

Esto entorpeció el frágil avance que se había logrado desde la noche del miércoles, entre las bancadas del oficialismo y la oposición para tratar y aprobar los proyectos de ley pendientes. Entre la medianoche y este viernes se validaron varios préstamos, pero con voto secreto.

Antes, la tarde del jueves, después que las organizaciones afines al Gobierno abandonaran el piso 18 del edificio legislativo, donde está el hemiciclo, aparecieron los funcionarios del Legislativo. Más de un centenar de ellos abandonaros sus escritorios y fueron hasta la sala de reuniones del piso 16 donde está un ingreso y la salida de emergencia del hemiciclo.

Eran funcionarios del bloque arcista, pero también había servidores del Senado de las bancadas de la oposición. Por más de una hora hubo momentos de tensión entre ellos que también dispararon protestas e insultos contra tres legisladoras de Comunidad Ciudadana que se apostaron en la puerta de ingreso al hemiciclo para defender a sus legisladores e impedir que afines a Arce cierren la puerta de salida de emergencia.

Pero en la noche, horas después de que el diputado Israel Huaytari salió a los medios escoltado por dirigentes de organizaciones sociales, denunció que lo querían sacar de la presidencia mediante un “golpe”. Sucedió después que la oposición denunciara que el arcismo secuestró y atacó a sus legisladoras.

En medio de este fuego cruzado, Haytari reinstaló por la fuerza una sesión calificada de “ilegal”. La testera del hemiciclo seguía tomada por las legisladoras de oposición.

“La retoma”

Huaytari y los diputados arcistas Juan José Mamani, Verónica Chalco y Rosario García, que son de la directiva, escoltados por sus colegas y más de 20 funcionarios, tomaron la testera en medio de una batalla campal.

En ese momento, asambleístas —varones y mujeres— se olvidaron por completo de su investidura y convirtieron el hemiciclo en un pandemónium. Los legisladores son elegidos por el voto ciudadano y de este modo ejercen un mandato.

De este modo y por más de media hora, la testera y el escenario del hemiciclo de Diputados se convirtió otra vez en un campo de batalla. Varones y mujeres se agarraron a puñetes, patadas, arañazos, empujones. Funcionarios escoltas de Huaytari arremetieron contra diputadas de oposición, una de las cuales se desmayó por los golpes y empujones por doquier.

La diputada evista Fanny Mamani (MAS) fue una de las que, en medio de la trifulca, trepó la testera para arrebatarle las hojas e impedir que la diputada secretaria siga leyendo el proyecto 156. Los funcionarios impidieron la acción en medio de empujones.

Después de la batalla campal, contra viento y marea, resguardado por un grupo de funcionarios y diputados arcistas que hacían de guardaespaldas, la directiva aprobó por mayoría absoluta sesionar por tiempo y materia. Por eso la sesión se prolongó hasta este viernes.

Violencia y confusión

La sesión que dirigió Huaytari en medio de la pelea campal se desarrolló solo con diputados de la directiva que son del bloque arcista. No estaba la segunda vicepresidenta, Luisa Nayar (CC), la cuarta secretaria, María René Álvarez (Creemos), ni el tercer secretario, Maldonado (CC).

Esa fue una de las razones por las que los diputados de CC y Creemos dijeron en sus intervenciones que la sesión era ilegal por la ausencia de parte de la directiva. Por ejemplo, la diputada Álvarez, que es la cuarta secretaria, denunció que los guardaespaldas de Huaytari impidieron por la fuerza que ella tome su lugar en la testera y calificó el hecho de “dictatorial”.

Mientras, la diputada Nayar (CC) que es la segunda vicepresidenta tampoco podía ocupar su silla en la testera y se paseaba por la sala con un megáfono denunciando que la sesión de Huaytari rompió todas las normas.

El presidente Huaytari que se limitaba a dar la palabra a los diputados. Tuvo que escuchar varias acusaciones y calificativos en su contra de parte de la oposición.

“Usted hombrecito, es un tremendo cobarde con funcionarios y con mujeres que lo protegen”, “Dictadorcito de quinta”, fueron algunas frases que le dispararon los de la oposición.

¿Hubo acercamiento?

Horas antes de que la violencia explotara en la Cámara de Diputados y en medio del cuarto intermedio en sala, se conoce que Huaytari y los representantes de las fuerzas políticas lograron un tímido acercamiento.

El objetivo, según fuentes del Legislativo consultadas por EL DEBER, era ponerse de acuerdo para tratar y aprobar los proyectos de ley de créditos y también tratar los proyectos 073 y 075.

El hecho fue confirmado la noche del miércoles por el propio Huaytari que afirmó que existe un “muy buen avance” para la reanudación de la sesión. El único pedido era que las diputadas de oposición se retiren de la testera para volver a sesionar.

“Estamos esperando a que puedan consensuar y dejarnos subir a la testera y aprobar estos créditos, en ese sentido, vuelvo a decir que hay muy buen avance para poder reanudar con la sesión que corresponde”, indicó.

No obstante, todo se vino abajo tras que la mañana de ayer los grupos afines al Gobierno de Arce tomaron la Cámara de Diputados ante la vista y paciencia de los policías.