Estuvo en EL DEBER. Aprovechó para entregar un mensaje sobre la visión del Gobierno sobre el relevo de los nuevos magistrados.

29 de mayo de 2024, 7:43 AM
29 de mayo de 2024, 7:43 AM

Estuvo en EL DEBER. La de ayer fue más bien una conversación sobre la lucha contra el narcotráfico, especialmente en las zonas que están controladas por Evo Morales, y la perspectiva electoral del presidente Luis Arce. Eso sí, aprovechó para entregar un mensaje sobre la visión del Gobierno sobre el relevo de los nuevos magistrados.

Además, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, dijo que “hay una fuerza oscura dentro de la administración de justicia”. Más adelante aseguró que, si bien el presidente no lo decidió, la base social que lo sustenta quiere promover su candidatura. Para eso, un pacto o la batalla final con Evo Morales.

El presidente dijo que se está gestando un ‘golpe blando’ ¿Sabe usted quién conspira?

Los hechos de desestabilización a nuestro gobierno no son nuevos. Cuando estaba por asumir el presidente Luis Arce Catacora llegaron unos ciudadanos extranjeros días antes de la posesión y se fueron días después. ¿Quiénes eran estas personas? Precisamente quienes le quitaron la vida al presidente Haití (Jovenel Moïse + 7 de julio de 2021). Se alojaron muy cerca a nuestra casa de campaña de La Paz y estábamos trabajando para cuidarle la vida. Al final de ese día, derramó unas lágrimas y dijo que su vida estaba en peligro por haber ganado una elección.

En nuestro país hay mucha gente que no le gusta la democracia y hace hasta lo imposible, incluso perjudicando a la gran mayoría del pueblo boliviano, para sentarse mediante la fuerza en la silla presidencial.

¿Pero, han identificado a los actores específicos de este ‘proceso conspirativo’?

Evidentemente, son ambos extremos. Un grupo de gente que nunca ha logrado ganar una elección mediante el voto popular, que ha entrado al gobierno mediante la fuerza, que está sentada a este lado y la gente que ha sido desplazada mediante un voto electoral, que también está en este otro extremo. Ambos grupos están coincidiendo y están buscando un proceso de desestabilización del gobierno actual. Están buscando que el actual presidente renuncie con bloqueos sin fundamento; con bloqueos, con marchas, con movilizaciones; para que el presidente diga: ‘¡Basta, me hoy!’

¿Y la preocupación del presiente en este momento tiene que ver con estas movilizaciones o hay algo más?

La preocupación del presidente es que los bolivianos y bolivianas podamos vivir en un país mejor. Solucionar los problemas económicos, satisfacer las demandas de la gran mayoría del pueblo boliviano que ha sido abandonada durante bastantes años, pero sobre todo consolidar el proceso de industrialización. De todas las industrias que estamos haciendo en el país, donde el departamento de Santa Cruz no está ausente, se busca comprar la materia prima que producimos en el país, industrializarla, darle un valor agregado, sacarla al exterior, generar esas divisas, internalizar en el país y redistribuirlas entre todos sus habitantes.

Hubiéramos tomado el camino más sencillo que era hacer canchitas de pasto sintético por todo el país y ganar adeptos, ganar votos, pero hemos realizado el camino más difícil, consolidar el Mutún, consolidar el litio; consolidar la industria de química básica, la industria farmacéutica, la industria agropecuaria, etcétera.

¿En este caso se refiere a Creemos y al Evismo?

Creemos, como tal, no existe. Existen personas unilaterales y, evidentemente, hay parte del evismo. Como dice algún compañero, también están los tóxicos. Son los exsenadores, los exdiputados, los exalcaldes. Un grupo de tóxicos que sin Evo Morales no van a llegar a hacer nada de nada en esta vida y que la única oportunidad que tienen es que Evo Morales se siente mediante la fuerza en el poder, para que vuelvan a tener un poder, el que tenían.

Hay un grupo de la extrema derecha, de la derecha radical, que sabe que no va a ganar una elección, pero está cuidando su interés económico a través de este grupo. Entonces la unión de estos contrarios está buscando una desestabilización. Por ejemplo, veíamos una movilización de gente no afín al Gobierno que siempre ha sido más reaccionaria que la gente tradicional de la derecha, bloqueando y marchando con el evismo, con el vicepresidente de la regional urbana del MAS en Santa Cruz que es de Evo Morales, el hermano de la exsenadora Adriana Salvatierra, Ricardo Salvatierra, en esa movilización.

El pueblo boliviano no quiere más marchas, no quiere más movilizaciones, no quiere más bloqueos. El pueblo boliviano quiere que todos y todas nos podamos reencontrar y reencaminar a ese país que soñaron nuestros abuelos o que soñábamos nosotros cuando éramos niños. Bolivia va a cumplir su bicentenario en 2025; va a cumplir 200 años de independencia y estamos haciendo que los bolivianos puedan reencontrar el camino. No va a ser con la confrontación del evismo que dice: ‘A buenas o las malas me voy a sentar en la silla presidencial’ Ese no es el país que queremos vivir.

¿Ese camino será la reelección del presidente?

Dentro del Movimiento Al socialismo, y lo digo como un militante de este partido, este instrumento político, que le pertenece a las organizaciones sociales, está debatiendo constantemente y está viendo que, en las encuestas, el candidato con mayor aceptación o aprobación dentro del MAS es Luis Arce Catacora y es por eso que todos estamos apostando que Luis Arce Catacora vaya a una nueva reelección.

Por más que él no lo haya definido todavía, nosotros dentro del MAS estamos apostando para que Luis Arce Catacora sea presidente de 2025 o 2030.

¿Y la dupla será con David Choquehuanca?

Eso no lo define el ministro de Gobierno. Eso lo van a definir las organizaciones sociales, son las dueñas del instrumento político, no Evo Morales. Son la Única (Csutcb), los Interculturales y las Bartolinas los dueños del MAS. Ellos han parido, han dado a luz a este instrumento y ellos van a determinar quiénes son las mejores opciones con las cuales el Movimiento Al Socialismo gane las elecciones en el 2025.

Ahora bien, en julio se va a cumplir un año de la fuga de Sebastián Marset. ¿Qué lectura crítica y autocrítica a esta altura sobre este suceso?

Estamos molestos con la Justicia. Inicialmente, cuando estábamos persiguiendo a este narcotraficante, las órdenes de allanamiento tardaban 48 horas, 72 horas en salir. Cuando teníamos información precisa, no nos respondían. Decían: ‘es fin de semana’, ‘es lunes’, ‘va a salir para el martes’. De ahí, ese documento de los jueces tiene que llegar a la Fiscalía. Y cuando llega a la Fiscalía, vamos a hacer los operativos y ya no encontramos a nada ni a nadie. Incluso, en alguna oportunidad, bajo riesgo, se ingresó a un condominio pidiendo permiso al guardia de seguridad. No tenían la orden de allanamiento, porque había información que uno de sus familiares se podría encontrar allí. Fue un escándalo en Santa Cruz, pero, al final del día, la gente no cuestiona la justicia, cuestiona a la Policía Boliviana que no está logrando sus objetivos.

En este último tiempo, dentro del mismo caso, la justicia ha determinado de manera unilateral retirarnos del caso al Ministerio de Gobierno, que no quiere que seamos parte del caso Marset también. En el caso Nallar nos sacaron, tuvimos una acción de amparo y volvimos casi mediante la fuerza al proceso para evitar que lo liberen a este asesino de policías. Nos han retirado de todos los casos porque no quieren que impugnemos, no quieren que objetemos, no quieren que revisemos algunos actuados.

Nos sorprende lo que está pasando. Por eso que presentamos proyectos de ley y quisiéramos el acompañamiento de diputados, quisiéramos el acompañamiento de los senadores. Porque, así como hay buenos policías y hay malos policías, hay malos administradores de justicia y hay buenos administradores de justicia.

¿Pero qué están haciendo al respecto de esta situación?

Hemos presentado una acción de amparo en contra de esas malas decisiones de los jueces. Ayer (por el lunes) hemos ganado una acción de amparo para que nos retornen al proceso, pero sabemos que hay una fuerza oscura dentro de la administración de justicia del país que no quiere que volvamos a actuar en esto.

¿Hay colusión en la administración de justicia o en algunos niveles de la administración de justicia con el narcotráfico?

No solamente en este caso, sino que en muchos otros. Es un tema pendiente de estas últimas décadas que creíamos, inocentemente los bolivianos, iba a cambiar con la aprobación de una nueva Constitución Política del Estado. Creímos que se iba a refundar la justicia. Ahora bien, nos dicen que es el Gobierno que no quiere que haya elecciones judiciales, (pero) cuando revisamos, éstas se frenaron con 39 amparos. Averigüen quiénes son esas personas que presentaron esos 39 amparos. Les doy un dato, la esposa de Wilfredo Chávez (abogado de Evo) es una de las que presenta los amparos.

¿Cómo salió la acción de amparo (de la esposa del exprocurador Wilfredo Chávez?

Positiva. Le aceptaron la tutela, entonces, parte de la vieja estructura es la que no quiere unas elecciones judiciales, porque busca desgastar al actual gobierno.

Además: ¿Qué pasó con Marvin Molina del Consejo de la Magistratura? Cuando nos dimos cuenta que había jueces que estaban liberando a feminicidas sentenciados, el presidente instruyó que se conforme una comisión del más alto nivel para investigar los casos de feminicidio y violación que tengan sentencia y que se habrían liberado a esos delincuentes. Así, logramos recapturar a muchos feminicidas que estaban libres y que eran sentenciados. ¿Qué pasó con Marvin Molina? Desvinculó a estos jueces, pero el sistema corrupto hizo que estos jueces nuevamente vuelvan a sus funciones y ahora le inician un proceso por resarcimiento de daños y perjuicios a Marvin Molina.

¿Qué significa esto? ‘No se metan con nosotros porque les va a ir mal’, es el mensaje. Esa no es la clase de justicia que merece el pueblo boliviano.

Pero el ministro de Justicia estuvo reclamando por la independencia judicial, en favor de los jueces. ¿No va esto en una ruta distinta a lo que acaba usted de mencionar?

Creo que no. Nadie en este país, exceptuando algunos malos administradores de justicia, quiere la liberación de nadie. Ni el ministro de Justicia ni el ministro de Gobierno ni el presidente ni los 37.800 policías quieren la liberación de nadie. Quieren que se siente un precedente, que quien toca un policía, quien toca un boliviano, quien le quita la vida, tiene que ir a la cárcel. Todos queremos lo mismo, entonces no hay una bifurcación de ideas

Estamos trabajando de manera conjunta para conseguir el subjetivo final para que el día de mañana no se libere una persona que esté sindicada de haberle quitado la vida a dos policías y a un voluntario del Gacip y porque si sucede eso el día de mañana va a pasar como en Colombia, como en Ecuador, Perú y Argentina.

Cuando comenzó el mandato del presiente Arce, usted conversaba con Evo Morales...

Son dos momentos distintos, evidentemente nosotros coordinamos con gente amiga del gobierno y no amiga, somos un gobierno que abre las puertas a todos. No somos el gobierno de un sector.

La primera ruptura que tuve con el señor Evo Morales, y es la primera vez que lo voy a comentar, fue en una reunión en la Casa Grande del Pueblo, estábamos haciendo un análisis de lo que ocurrió en 2019 y 2020 y por qué habíamos obtenido la votación más alta en la historia. Justo era mi cumpleaños (27 de diciembre de 2021. Del Castillo nació en 1988).

Evo dice que la gente votó por nosotros (Arce-Choquehuanca), porque quiere que vuelva Evo Morales. Yo le respondo y le digo: ‘Disculpe expresidente, eso no es así, la gente votó para que se reconstruya la economía, que se recupere la normalidad, el retorno a clases, que se resuelva el tema de salud y hubo una gran cantidad de ciudadanos que quería justicia por los lamentables hechos que ocurrieron en 2019’. Él (Evo) se molestó bastante y dijo que esto es falso, aquí nadie votó por eso, aquí votaron para que vuelva Evo. Ahí fue el primer quiebre.

Ahora, el viceministro Mamani dice que no dejan entrar a los efectivos de la Felcn a varias zonas del trópico.

No hay un problema como tal real para que no ingrese la Felcn, sino no hubiésemos destruido el fin de semana 54 fábricas de pasta base de cocaína en el municipio de Villa Tunari. Sí nos dificulta porque en ciertos lugares existe resistencia para que no ingrese la Felcn, lo que no significa que dejemos de ingresar. Ejemplo, cuando hemos tenido inconvenientes, emboscadas, secuestros policías, policías heridos e incluso algunos que quedaron en terapia intensiva, hemos ingresado con más fuerza.

¿Es resistencia armada?

En la mayoría de los casos no. Lo que no significa que no hubiésemos encontrado gente armada en este municipio, que no hubiésemos encontrado ciudadanos extranjeros como peruanos, colombianos, sino no está aislado de la violencia en esta zona y ninguna zona del país. Sin embargo, él (Evo) tiene la capacidad de bloquear caminos como lo hizo durante bastante tiempo. Es por eso que el viceministro le pide déjenos entrar, vamos con usted, si usted cree que nuestros operativos son falsos, vamos Evo Morales, vamos a las fábricas y laboratorios, pregúnteles a los aprehendidos si se los encontró o no con sustancias controladas.

¿En esos operativos hay criminales extranjeros?

Lo que hemos encontrado son clanes familiares, eso existe tanto en Santa Cruz, Beni, Cochabamba o en distintas zonas del país. Son clanes familiares que adecúan su conducta a actividades ilícitas vinculadas con el narcotráfico.

Son el padre, madre, hermanos, sobrinos, tíos que se agrupan para producir pasta base de cocaína, internalizan en esta región del país, químicos para luego procesarla, cristalizarla y convertirla en clorhidrato de cocaína. Una vez se desbaratan a las cabecillas, automáticamente la familia se dedica a otro tipo de actividades o se mimetiza en el trópico de Cochabamba. No hay la presencia de cárteles, de grupos armados que sea de gran preocupación nacional, no es una realidad coyuntural.

¿En que consiste el acuerdo antidroga que en agosto firmará finalmente con España?

(Queremos) que nos pasen información, porque ellos tienen acceso a más tecnología; con quiénes se comunicaban en Bolivia, quién era el consumidor final de esas drogas o Bolivia era nuevamente un país de tránsito de esas drogas. De eso básicamente trata el convenio, no solamente en tráfico de drogas, tráfico de armas, tráfico de personas, un intercambio sencillo de toda la información y también de formación

¿Incluye recursos?

Inicialmente no. Este documento está focalizado al narcotráfico, está focalizado en la trata y tráfico de personas, al tráfico ilegal de migrantes, al tráfico de minería ilegal, a todos esos delitos que tienen una connotación transnacional para desbaratar a estas organizaciones criminales.

El camino sencillo era hacer canchitas para ganar adeptos, pero nosotros elegimos ir por la ruta difícil”



“Evo tiene secuestrado al trópico de Cochabamba”

Cuestionó la estrategia que estaría desplegando el ex presidente Evo Morales en el trópico de Cochabamba para mantener el control político de esa región. La declaración del ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, tuvo lugar durante una extensa entrevista que tuvo lugar ayer en EL DEBER.


La autoridad dijo en este contexto que Morales mantiene el control sobre la producción de ‘catos de coca’ que se producen, de manera de que el costo de la coca se mantenga bajo y, de este modo, se mantenga la promesa de mejores días para este sector.


Un cato es una extensión de tierra de 1.600 metros cuadrados de donde se extraen unas 50 libras de coca en estado natural. Desde 2004 está vigente el principio de “un cato por familia” como una medida para evitar que este vegetal se desvíe al narcotráfico.


“Evo ahora tiene secuestrado al trópico de Cochabamba; él está asfixiando económicamente la región del trópico de Cochabamba; él, a través de unas instituciones del Estado, genera multas y pagos para los productores de coca; él está logrando que el precio de las hojas de coca esté por los suelos en la región del trópico, afirmó.


El ministro de Gobierno también señaló que el expresidente y líder de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba no permite que se erradiquen los ‘catos rojos’ y ‘catos blancos’. Se trata de aquellos catos, cuya producción va destinada al narcotráfico.


Explicó que los ‘catos rojos’ son los que se encuentran junto a los laboratorios de producción de cocaína, mientras que los ‘catos blancos’ están fuera del registro de las autoridades.


En Bolivia la producción de coca es legal hasta un máximo de 22.000 hectáreas; 7.700 de ellas están en el trópico de Cochabamba. El límite legal fue fijado en 2017 con la Ley 906, pero desde entonces, los indicadores de producción fueron superiores, incluso más de 30.000 hectáreas.


Del Castillo también planteó una evaluación política y anticipó que el presidente Luis Arce está posesionado en las encuestas que lo favorecen para la reelección en los comicios de 2025. Afirmó, en todo caso, que esa será una definición de los sectores sociales “dueños del MAS”. Subrayó que estos sectores son los Interculturales, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), quienes fueron los que fundaron el partido.

Bolivia negocia un pacto de $us 50 MM

La lucha contra las drogas es transnacional. De eso está seguro el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo. Reveló ayer, en una extensa entrevista con EL DEBER que está en curso una negociación con la Unión Europea (UE) para que el país cuente con una asistencia de $us 50 millones.


El programa de cooperación con Europa tendrá una duración de cinco años, según anticipó la autoridad. Es decir, que estará vigente hasta 2030 si el acuerdo finalmente se concreta.


Castillo reveló que el actual plan de cooperación con la Unión Europea, que vencerá precisamente en 2025, se redujo en un 60%. En todo caso, la autoridad destacó que estas conversaciones tienen como base el principio de la corresponsabilidad en materia de lucha contra las drogas a escala internacional.


En ese contexto, explicó que está en marcha un proyecto de integración para vincular a las fuerzas de seguridad de América Latina, parecido al que está vigente en Europa, como es el caso de Europol. Del Castillo sostuvo que el país requiere de información fiable para frenar el delito transnacional en todos los ámbitos.


Durante el gobierno de Evo Morales se puso en marcha un acuerdo internacional llamado Cerian. Explicó que esta iniciativa no prosperó por la falta de países miembros. Demandó así mayor compromiso de países de la región para anular al narcotráfico.