Las redes de tratantes que llevan a sus víctimas al exterior prefieren explotarlas sexualmente en el norte chileno

28 de agosto de 2022, 4:00 AM
28 de agosto de 2022, 4:00 AM


En la Asociación de Apoyo a Familiares Victimas de Trata y Tráfico de Personas y Delitos Conexos (Asafavittp) se exhibe un afiche con 29 fotografías de víctimas desaparecidas. Ese afiche crece cada vez más con la preocupación de padres de familia y tutores que llevan las imágenes de sus seres queridos desaparecidos. Muchos hijos e hijas están en el exterior sufriendo por la ejecución de diferentes delitos, como la explotación sexual o trabajos forzados sin remuneración.

Chile se convirtió en el país con mejor destino para este tipo de negocios, sobre todo para la explotación sexual. Andrea López buscaba a su hija durante dos años y en 2019 no podía creer lo que veía. Su hija era ofertada en páginas web de sitios que ofrecen sexo en Calama, en el norte chileno.

“Su cara estaba opacada. Estaba segura que era ella. Hice la denuncia a la Policía y activaron un operativo. En el número de teléfono que estaba en el anuncio -que era solo de WhatsApp- contestaba un varón y ofrecía los servicios sexuales. Había muchas bolivianas”, relató Andrea.

Poco después se logró rescatar a su hija. La joven, que en 2019 tenía 19 años, fue engañada y trasladada a Chile con la mentira de darle un trabajo. Ella vivía en la ciudad de Oruro. Según la mamá, estas redes no solo se dedican a la trata y tráfico de personas, sino también al narcotráfico, ya que obligan a las víctimas a ser “mulas” de drogas, ya que llevan en su interior cápsulas de clorhidrato de cocaína.

En Calama

La Policía de Investigaciones (PDI) de Chile y la Fiscalía de El Loa recién desarticuló una banda de tratantes que tenían una ruta para explotar a sus víctimas: las captaban en las principales ciudades de Bolivia y, vía Oruro-Iquique- eran introducidas al norte de Chile. Todas sus víctimas eran mujeres captadas por redes sociales con el engaño de encontrarles trabajo en Calama.

Según las investigaciones del PDI en Calama, las bolivianas eran explotadas sexualmente en pleno centro de la ciudad minera. Las cuatro bolivianas rescatadas son mayores de edad y tres de ellas tenían registro de desaparecidas en Bolivia.

“(Las ciudadanas bolivianas) eran mantenidas al interior de dicho establecimiento para dedicarse al comercio sexual. Vivían ahí y salían a la ciudad acompañadas por sus tratantes solo para hacer algunas cosas. Les quitaron toda su documentación y no tenían contacto con sus familiares. Solo una estaba de acuerdo con el trabajo sexual que realizaba”, dice parte del informe del PDI, que añade que hay dos ciudadanos chilenos detenidos y que éstos tenían nexos con bandas bolivianas.

“Boliviana joven, recién llegada. 150.000 pesos con trato de pololos (enamorados)”, dice el anuncio en la que era ofertada por el valor de 150 bolivianos la hija de Andrea.
Así hay varios. No solo en Calama. Están en los periódicos de las principales ciudades del norte de Chile donde se ofrecen los servicios sexuales de mujeres bolivianas. El negocio también es administrado por propios bolivianos en suelo chileno. Se conoció un caso en Antofagasta.