Los cárteles de narcotráfico de México importaban esta droga desde China, pero ahora decidieron producirla.

27 de diciembre de 2022, 7:44 AM
27 de diciembre de 2022, 7:44 AM


Los cárteles del narcotráfico ampliaron su negocio. Sobre todo, los mexicanos. En una movida por evitar el viaje del fentanilo desde China, las mafias del norte decidieron producir esta droga sintética en varios países. En el mercado latino se lo conoce como M30 y en Bolivia se lo comercializa en paquetes con distintivos, como Batman a los Simpson. 

El fentanilo tiene muchos nombres: Apache, China Girl, China White, Dance Fever, Friend, Goodfellas, Jackpot, Murder 8 y Tango & Cash. El M30 es como su fórmula química y con esa identidad se abrió paso en el negocio ilegal. 

En la actualidad, los opioides sintéticos -incluido el fentanilo- son las drogas más comúnmente asociadas con las muertes por sobredosis en los Estados Unidos. En 2021, el fentanilo fue parte del 59,8% de las muertes relacionadas con opioides, comparado con el 14,3% en 2010. 

Ésta droga sintética que distribuyen los narcotraficantes mexicanos sobre todo a Estados Unidos, -donde la demanda de derivados del opio no deja de aumentar- tiene dos orígenes: una parte la importan desde China y el resto proviene de la India, según informes de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Sin embargo, estas mafias están dejando de importar el fentanilo y decidieron producirlo en laboratorios propios.

 Acceden a los químicos principales y elaboran la droga sintética. La mayor parte se va a Estados Unidos. Un monto baja a Sudamérica, aunque existen informes que revelan que el fentanilo también es producido en Colombia.

Fentanilo arcoíris
En México apareció el fentanilo arcoíris, que son pastillas de diversos colores y que tienen dosis más fuertes que las normales. En Bolivia se desconoce si esta variedad es comercializada, ya que no se encontró este tipo de droga en diferentes operativos. 

Una sola pastilla de fentanilo puede pasar como un masticable. Vienen en empaques similares a la cocaína, pero al momento de abrir son pastillas de todos los colores similares a una aspirina a un masticable para niños. 

El fentanilo es uno de los más potentes opioides. Es cien veces más poderoso que la morfina y una dosis indefinida puede provocar una sobredosis mortal, como está ocurriendo en los Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania y Australia. Salió al mercado en 1963 como un anestésico intravenoso, pero debieron pasar generaciones para que su consumo se extendiera. 

Hay más variantes al fentanilo, todas peores: alfentanil, sufentanil, remifentanil y carfentanil. Este último es 100 veces más fuerte que el de uso más extendido y aunque es para la práctica veterinaria, el número de adictos que se inclinan por este tipo de droga es cada vez mayor. Todo este abanico provoca una sedación casi instantánea. En Bolivia no hay informes de comercialización de estas drogas. 

Lo que sí se halló son laboratorios del tusi, otra droga sintética presentada como un polvo rosa. La fuerza antidroga encontró en 2021 en un condominio de Santa Cruz de la Sierra un minilaboratorio que producía este tipo de sustancia. Lo dirigía un ciudadano colombiano y en los informes se reveló que un gramo puede llegar a costar entre 400 a 500 bolivianos. También se lo vende en pastillas.

 
En cambio, la Policía Boliviana no descubrió laboratorios de producción de fentanilo, pero si hallaron más comerciantes y lugares donde se vende esta droga sintética, sobre todo en la ciudad de Cochabamba.