Los constitucionalistas Gustavo Mendoza y Luis Vásquez aseguran que el TSE debe presentar una ley reasignando los 130 curules de Diputados. El otro camino es la reforma constitucional para aumentar asambleístas. Ambos pasos son complejos

14 de noviembre de 2022, 4:00 AM
14 de noviembre de 2022, 4:00 AM


El ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui,  remitirá al Tribunal Supremo Electoral (TSE) los resultados finales del censo hasta diciembre de 2024, para que que repartan escaños.

Ante las aseveraciones de dirigentes cívicos que señalaron que el gobierno no tiene voluntad política para llevar adelante la redistribución de escaños, el ministro aclaró que no es atribución directa del gobierno sino del Órgano Electoral. “Entregaremos a esa instancia los resultados finales hasta diciembre de 2024”, indicó.

Dos constitucionalistas coincidieron en que la reasignación de escaños será un proceso complejo que tiene dos caminos: Uno es que el TSE envíe una nueva ley para redistribuir los 130 diputados y que esta norma sea aprobada por dos tercios de la Asamblea. La otra, más difícil, es que se aumente el número de diputados en base a una reforma constitucional.

Tras el censo, la asignación de escaños no es automática. El constitucionalista Gustavo Mendoza Orozco explicó que en el artículo 146 de la Constitución se establece que el Legislativo está conformado por 130 diputados y 36 senadores.

También la CPE establece que se dividen en uninominales, plurinominales y circunscripciones especiales, mitad y mitad. Pero, la ley 026 de Régimen electoral distribuye 63 uninominales, 60 plurinominales y siete diputaciones especiales.

Después del censo, el artículo 146, parágrafo quinto, dice que se redistribuye estos escaños, “en virtud al último censo. Por eso es que es tan importante. La consecuencia es que el TSE deberá presentar un proyecto de ley para modificar la ley de régimen electoral”.

El abogado constitucionalista Luis Vásquez Villamor, señaló que ese será un proceso muy complejo. “Tendrán que ajustar el número de diputados por departamento, definir a quién le quitan y a quién le dan. Pando seguramente va a perder asambleístas, y Santa Cruz aumentará, para poner un ejemplo”, explicó.

Si es así, “la pregunta será cuántos se quitarán a Pando y cuántos recibirá Santa Cruz. Lo sencillo es decir que a cada uno lo que le corresponda. Pero en la historia del Congreso hemos visto que no es tan simple. Nadie quiere perder representación parlamentaria y ahí es donde se plantea el problema”

En ese punto, se han llegado a acuerdos políticos. “La última vez decidieron poner un número base a cada región. Cada departamento obtuvo un número de entrada, y el resto se lo asignó por población. De esta forma, se amortiguó el impacto en regiones que redujeron población y que salen perdiendo indefectiblemente. Eso no está escrito en ninguna ley, y se basó en acuerdos políticos”, apuntó Vásquez Villamor.

Otro elemento que apuntó el abogado es que generalmente la disputa se divide en dos bloques. Por un lado los departamentos del eje: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, frente a los otros seis departamentos, que son los “que van a sentir la diferencia. Normalmente estos se asocian, se reúnen y tratan de evitar perder representación”.

Otro trabajo que debe enfrentar el Tribunal Supremo Electoral es la denominada desviación electoral, “que implica que los votos rurales están sobre representados con respecto a los urbanos. La población en las ciudades está por encima del 70% con relación a la población rural. El 30% está sobre representado, y eso genera un problema interdepartamental. El resultado llevará a quitar representación a las provincias, y aumentar a la ciudad. Esa es otra de las batallas pendientes”.

Como tercer problema se presentan las circunscripciones indígenas o especiales, lo que “le da más ventaja al área rural, así que tendrán que ser nuevamente consideradas. De hecho, ¿el voto rural tiene más validez que el urbano?, algún rato habrá que debatirlo”.

Gustavo Mendoza consideró que el otro camino es aumentar la cantidad de diputaciones nacionales, para lo cual se necesita una reforma constitucional.
“Se puede hacer, pero no es sencillo, porque el proceso es muy largo”, explicó el analista
Vásquez Villamor, por su parte, acotó que se debe ir a un referéndum, que si es aceptado debe convertirse en una ley planteada al Tribunal Constitucional, para que luego pueda aplicarse”.
Los dos analistas están totalmente convencidos de que si es así, especialmente si se opta por el segundo camino, es muy poco probable que se llegue a 2025 con nuevos escaños.