Ayer se desarrolló el Congreso del MAS en el trópico de Cochabamba. Hay una nueva escala de aportes para el partido. Evo Morales y Luis Arce estaban presentes. Choquehuanca no asistió al encuentro

5 de agosto de 2021, 8:15 AM
5 de agosto de 2021, 8:15 AM

El debate no fue tan intenso como se lo esperaba. En mesa ya había un borrador de estatuto  modificado anteriormente en cuatro ocasiones. En cinco horas el Movimiento Al Socialismo (MAS) aprobó su nueva normativa interna. En lo central, se estableció una escala de aportes y sanciones para militantes, y en lo político se blindó al presidente Luis Arce ante nuevas protestas que el oficialismo ve como un nuevo intento de “golpe”.

Lauca Ñ, en Chapare, amaneció ayer fría y con llovizna. A primeras horas del día iban llegando los militantes del MAS y dirigentes sindicales para participar del III Congreso Orgánico del MAS-IPSP. De a poco el tiempo mejoraba y la sede de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba se iba llenando. Había un riguroso control a cargo de la juventud chapareña, que luego fue cediendo ante el gran número de personas que arribaba al evento.

Evo Morales ya estaba dentro del tinglado. Controlaba que en la testera todo estuviera en orden. No había problemas. Antes de ingresar a la sede de los cocaleros había que atravesar varias muestras de aprecio de los dirigentes que llegaron desde varios puntos del país, incluso desde el extranjero. Luego arribó el presidente Luis Arce, que también se tomó su tiempo hasta llegar a la tarima principal. Ya estaban arriba Evo, Andrónico Rodríguez, presidente del Senado, Freddy Mamani, de Diputados, y varios dirigentes afines al MAS.

Fueron los dirigentes quienes dieron la bienvenida. Mucho ataque a la derecha boliviana y poca información sobre el estatuto. Primero habló Arce y dejó que Evo sea quien ofrezca el discurso central. El mandatario habló ocho minutos y algo más. Alabó al MAS como partido y volvió a atacar con la narrativa del “golpe de Estado”. Arce y Morales estaban sentados lado a lado y fueron el centro del congreso masista.

“Estamos en este Congreso Orgánico del MAS-IPSP vivos después de que quisieron matar, aniquilar y barrer con el MAS-IPSP durante el ‘gobierno de facto’ de Jeannine Áñez”, arengó Arce, quien de a poco recibía el apoyo de la multitud. Luego dijo que “ya no pueden” desarrollarse elecciones sin el MAS. “(Este) es el único instrumento que tiene presencia en cada uno de los municipios”, exclamó el presidente.

Terminó aplaudido y volvió a su silla. Hubo baile luego de su discurso y él hablaba con Evo. Ensayaron algunas sonrisas. El expresidente también hablaba y reía con Flora Aguilar, ejecutiva de las “Bartolinas”, quien antes en su discurso había afirmado que las plataformas y los comités cívicos buscan convulsionar el país.

Evo y su discurso

El turno fue de Evo. Habló por más de 20 minutos y se refirió a la historia del partido, al apoyo  a Luis Arce y también a la reforma del estatuto del MAS. Luego pidió a sus seguidores defender la gestión de Luis Arce ante posibles ataques de opositores, plataformas y cívicos. El expresidente terminó hablando de la necesidad de reformar la normativa interna del partido oficialista.

“Frente a algunas amenazas de la derecha, tenemos la tarea y la obligación de acompañar, de defender y cuidar al hermano Lucho, es una responsabilidad de todos, pero también hermanos (debemos) defender nuestra revolución democrática cultural”, afirmó Morales.

Luego, se decidió suspender las transmisiones de medios de comunicación y se sacó a periodistas. Algunos se quedaron. Hablaron algunos delegados y luego almorzaron. Se ofreció tambaquí, el pescado tradicional de Chapare. Luego volvieron al debate. No hubo mucha discusión, ya que había un borrador que días antes fue modificado en cuatro oportunidades.

Muchos delegados sufrieron el corte en pleno discurso. La justificación: el tiempo era corto. A las 15:00 ya se había aprobado el estatuto por aclamación. Hubo aplausos y Evo Morales fue el encargado de informar sobre las conclusiones del encuentro.

El expresidente se animó a hablar de la intención de generar un “nuevo golpe de Estado” y volvió pedir el blindaje para Luis Arce. “Los golpistas otra vez intentarán hacer un golpe. Ahora no nos van a ganar, ahora con la experiencia que hemos tenido vamos a defender la democracia, como siempre, y después de recuperarla vamos a garantizar nuestra revolución democrática y cultural”, dijo.

Las conclusiones

Fue Gerardo García, vicepresidente del MAS, quien explicó las decisiones que se adoptaron en el Congreso de Lauca Ñ. El dirigente explicó que este proyecto debe ser aprobado en los nueve departamentos y luego será entregado al Tribunal Supremo Electoral (TSE), como parte de adecuación a la nueva Ley de Organizaciones Políticas. El plazo máximo de revisión será de 30 días.

Sobre las determinaciones, García explicó que se estableció cuatro tipos de aportes a la organización política; asimismo, los militantes electos o designados serán expulsados previo tres llamadas de atención.

“Aquellos que ganen hasta Bs 10.000 aportarán el 1%, los que ganen entre Bs 10.001 y 20.000 aportarán 2% y los que ganen más de Bs 20.000 aportarán 3%; mientras que los afiliados aportarán un boliviano al mes y Bs 12 al año”, detalló García.

Respecto a las sanciones para los llamados indisciplinados, el MAS aprobó tres tipos: una llamada de atención en la primera vez; llamada de atención y sanción económica en la segunda y la expulsión del partido en la tercera ocasión.

El dirigente Gualberto Machicado explicó que estas reglas serán para los militantes, autoridades electas o designadas y por esa razón también fueron tipificadas las faltas, que pueden ser leves o graves.

García acotó que no se abordó el caso de los “infiltrados” o los llamados “pititas” en el aparato público y tampoco el de invitados para ocupar cargos. “Eso lo veremos después, hay tiempo. Esto era urgente y teníamos que hacerlo”, explicó el dirigente.

Morales se quedó en Lauca Ñ y Arce voló a La Paz. De David Choquehuanca no se supo nada, aunque ayer se lo vio en un acto en la Casa Grande del Pueblo.