Desde hace dos semanas no hay sesión en la Cámara de Diputados que ya acumula 38 proyecto de Ley en los últimos días.

10 de septiembre de 2024, 17:45 PM
10 de septiembre de 2024, 17:45 PM

Luego del arribo de la marcha cobista y la declaratoria de vigilia en el parlamento para obligar a aprobar los créditos que reclama el Gobierno, los legisladores del MAS-ala evista lanzaron la advertencia, no asistirán a ninguna sesión mientras permanezca la presión en la plaza Murillo.


“El día de hoy se han apostado en la Asamblea Legislativa para obligarnos, no hay garantías para la Asamblea Legislativa, para los diputados y senadores, no hay garantías para sesionar, si bien Luis Arce Catacora ha instruido una persecución política nuestros dirigentes, también la persecución política es para estos diputados”, lanzó la diputada Gladys Quispe, quien dijo que no asistirán a ninguna convocatoria.


La bancada del MAS-ala evista asistió a una conferencia de prensa conjunta con el pacto de unidad evista y en ella manifestaron que responderán en las calles a la movilización patrocinada por el Gobierno y protagonizada por la dirigencia de la COB y funcionarios públicos que llenaron las calles de La Paz.


“No vamos a aprobar leyes económicas si el Presidente no rinde cuentas, no le explica al pueblo boliviano y a los representantes del pueblo qué destino han tenido estos recursos, cómo se están utilizando, dónde están utilizando, por ello debemos señalarle de forma firme y clara, no nos van a obligar a levantar la mano”, advirtió a su turno el diputado Renán Cabezas.


Desde hace dos semanas la Cámara de Diputados no convocó a ninguna sesión, luego que en una cerrada votación se rechazara la aprobación de un crédito del BID por 118 millones de dólares. El arcismo no logró los votos suficientes y decidió suspender la sesión.


Israel Huaytari, quien preside la Cámara de Diputados dejó de convocar a sesiones desde entonces y esa actitud le valió incluso un cruce de palabras con la primera vicepresidenta, Verónica Challco, quien dijo que su correligionario no convoca a sesión por “intereses personales”.