Hay una decena de casos que estremecieron a Bolivia. El Gobierno se limita a lanzar datos y no admite una autocrítica en la lucha contra las drogas

26 de junio de 2022, 4:00 AM
26 de junio de 2022, 4:00 AM

Al fiel estilo del capo del narcotráfico Pablo Escobar. Una hacienda excéntrica. Con un mini zoológico incluido y una playa artificial. Esas extravagancias vinculadas a la mafia empiezan a salir a la luz en Bolivia. En lo que va de esta gestión una decena de casos de narcotráfico estremeció al país. Y también al menos 18 policías están involucrados con organizaciones criminales.

La matanza a tres policías el pasado martes en el municipio de Porongo conmocionó a Bolivia. Las formas de estas muertes son típicas de bandas vinculadas al narco: de rodillas con las manos al suelo y los disparos llegan por la espalda. Algo que se ve en las narcoseries. Luego, los cuerpos son expuestos como trofeos. Esta vez encima del vehículo policial con el que patrullaban los efectivos.

Si bien hay cuatro aprehendidos en este caso, existen todavía prófugos. En este proceso se los acusa de asesinato y se sumó el delito de ganancias ilícitas. La Policía Boliviana ve que en este caso detrás hay mafias de narcotráfico. El principal acusado, Misael Nallar, es yerno del narcotraficante Einar Lima Lobo, quien se encuentra detenido en Brasil.

Nallar equipó su finca La Bendita, en el municipio de Guarayos, al fiel estilo de Pablo Escobar, aquel rey de la cocaína que instaló la hacienda Nápoles -ubicada en la región de Antioquia- con varias extravagancias.

Este es el último caso que sacudió al país y que está vinculado al narcotráfico. Antes sucedieron muchos más, pero son otros nueve los que más estremecieron.

En enero de esta gestión se conoció que el exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) Maximiliano Dávila fue investigado por la Administración de Control de Drogas (DEA) por una presunta protección policial a narcos para el envío de drogas a Estados Unidos. Hoy está detenido en el penal de San Pedro de La Paz.

Meses después, Dávila también fue apuntado por ordenar la liberación de narcotraficantes en julio de 2019, en el caso del aeródromo La Cruceña. En esta pista, ubicada en el municipio de Cotoca, se realizó el microaspirado a 66 avionetas: 16 dieron resultado positivo.

Caso La Cruceña

Las aeronaves fueron intervenidas en un megaoperativo desarrollado el 27 de marzo en el aeródromo por policías anticorrupción y de la Felcn, incluso con la presencia del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, y el fiscal departamental Róger Mariaca. En ese operativo además de precintarse las 66 avionetas se capturó a 38 personas que fueron enviadas a la cárcel de Palmasola.

Esa operación se desarrolló después de que la Felcn reveló informes de inteligencia que revelaban que el 30 de julio de 2019, en el aeródromo La Cruceña, se realizó un megaoperativo. Se capturó a una veintena de personas entre bolivianos y extranjeros, además de secuestrar unas 20 avionetas, armas de fuego, sustancias químicas, motorizados de lujo y otros implementos. Sin embargo, todo se anuló por órdenes de Dávila.

Un cuarto caso es el desvío de 800 kilos de cocaína realizado por policías. Ocho efectivos antidrogas fueron encarcelados por el volteo de la cocaína en un operativo en Beni. En febrero, también por volteo, cinco uniformados fueron capturados en la carretera a Copacabana, en La Paz.

Según las investigaciones, los uniformados realizaron el 17 de abril un operativo en la estancia “Los Nicos”, en Beni, donde encontraron armas de fuego, una pista clandestina y paquetes de cocaína. Se conoció que secuestraron cerca de 1.200 kilos de cocaína, pero solo 431 kilos fueron reportados. Ese volteo tenía el valor de $us 1,6 millones.

Existe preocupación por la seguridad que atraviesa el país. El diputado Saúl Lara, quien fue ministro de Gobierno de Carlos Mesa, consideró que existe un “encubrimiento” al narcotráfico por parte de funcionarios policiales y que ese “brazo delincuencial” pone en aprietos al Gobierno.

El legislador apuntó a tres zonas rojas del narcotráfico y dijo que si no se actúa en estas áreas las mafias seguirán creciendo. La primera zona identificada es el Chapare cochabambino, la segunda es la región de Yapacaní y la tercera la frontera con Brasil, concretamente el municipio de San Matías.

En el Movimiento Al Socialismo (MAS) también existen voces de alerta sobre el tema del narcotráfico. El diputado Héctor Arce apuntó directamente a la Policía por el crecimiento de mafias. El legislador incluso lamentó que las investigaciones a narcos son peligrosas y que hay temor por parte de efectivos y fiscales.

“Hay ciertas cosas que no cuadran, que no están bien. Aparentemente tenemos la sospecha de que aquí (en el narcotráfico) hay alguien que está metido hasta las patas. Así de claro, hay alguien aquí que está encubriendo, está protegiendo y en su momento se tendrá que informar al pueblo boliviano”, sospechó Arce.

En el Gobierno descartan que haya encubrimiento al narcotráfico y ponen en la mesa estadísticas de la lucha contra las drogas. El viceministro de Defensa Social, Jaime Mamani, informó que hasta el 19 de junio de este año se realizaron 4.793 operativos antidroga y que se secuestró 9.71 toneladas de cocaína y 110 toneladas de marihuana. La autoridad acotó que se destruyó diez laboratorios de cocaína y 82 aeronaves.

Otro caso sonado es el “narcoaudios”, que fue denunciado por Evo Morales, líder del MAS. El expresidente denunció encubrimiento al narcotráfico en el trópico de Cochabamba. En un operativo se destruyeron cuatro megafábricas de droga en la localidad de Sacta, en el Chapare.

Existen otros casos como el paso de droga a Chile, la investigación internacional que incluye a Bolivia como país productor de cocaína, el microtráfico de sustancias controladas en Santa Cruz, el operativo “Tapires” en Beni, donde se halló 225,5 kilos de cocaína y el hallazgo de una megafábrica en el altiplano paceño.