Las micros y pequeñas empresas dicen que hay consideraciones en el sector tomando en cuenta la lenta recuperación económica. Empresarios dicen que se sacrificarán inversiones, ampliaciones y nuevas contrataciones por el reajuste

23 de mayo de 2022, 8:12 AM
23 de mayo de 2022, 8:12 AM

“En algunas microempresas no se pagará el retroactivo, pero se hará un convenio para cuidar los empleos”, así justifica la Confederación Nacional de Micros y Pequeñas Empresas (Conamype) los acuerdos que cierran a una semana de que se cumpla el plazo para el abono de ese beneficio.

El 1 de mayo, el Gobierno estableció un incremento salarial del 3% al haber básico y se aprobó un aumento del 4% para el Salario Mínimo Nacional (SMN), es decir, sube de Bs 2.164 a Bs 2.250.

Juan Carlos Vargas, secretario de Relaciones de Conamype, sostuvo que en algunos casos no se pagará retroactivo debido a un mutuo acuerdo de conveniencia de partes, pensando en la propia estabilidad laboral.

“Las consideraciones entre empleadores y trabajadores siempre han estado latentes en las micro y pequeñas empresas del país, y hoy no será la excepción”, señaló el dirigente.

Por lo demás, las mypes -con mucha dificultad- asumirán este pago de acuerdo a la ley, aunque signifique afectar al capital de trabajo en muchos de los casos.

Para el sector privado, los porcentajes del 4 y 3% al mínimo nacional y haber básico, respectivamente, es la base de negociación entre sindicatos con empleadores y no deberá ser menor.

Al igual que en Conamype, la Cámara Agropecuaria del Oriente (COA) precisa que -como establece la normativa- cada empresa puede llegar a un acuerdo con sus trabajadores siempre en el marco del respeto a ley.

Freddy García, segundo vicepresidente de la CAO, reveló que las empresas deben cumplir lo que establece la norma y difícilmente se puedan conocer estos acuerdos si los hubiera.

Sobre la posibilidad de un pago de retroactivo en cuotas, García dijo que “son decisiones que toma cada unidad productiva, la salud económica de cada productor es completamente diferente y cada uno tendrá que tomar las medidas que considere necesaria para cumplir con las resoluciones, aunque no las comparta”.

Desde la Cámara Nacional de Comercio ratificaron, como vienen explicando desde el inicio de la discusión mediática sobre este tema, que cada sector, región y empresa en el país, tiene su propia particularidad en lo que hace a su dinámica y nivel de reactivación efectiva ante la actual coyuntura.

“A tal efecto, cada empresa en función a su propia realidad y capacidad de pago tomará las acciones necesarias para cumplir con las regulaciones que establece la normativa emitida para la presente gestión”, indicaron.

Otro sector importante en la economía es el comercio. Sergio Weise, titular de la Asociación Boliviana de Supermercados, afirmó que la forma de pago del retroactivo dependerá de la particular situación financiera en la que se encuentre cada empresa; también de su capacidad de negociación con los trabajadores, algunas recurrirán al financiamiento bancario y otras lo pagarán en cuotas.

“Los incrementos los ha determinado el Gobierno y ciertamente los vamos a cumplir, a pesar de que nuestra capacidad de pago se ha deteriorado mucho por dos razones: i) caída de ventas provocada por la pandemia y la contracción económica; ii) los niveles de contrabando -nunca antes vistos- que hacen que el consumidor abandone el canal formal, moderno y que paga impuestos, para irse a comprar a los contrabandistas en las calles y sectores informales”, destacó.

Menos inversión y empleos

La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) dice que los sectores y las empresas van a buscar las formas de cubrir el pago de retroactivo, a veces disminuyendo los recursos de inversión, renunciando a la contratación de personal o la ampliación de los negocios “para enfrentar este nuevo problema”.

Luis Fernando Barbery, presidente de la CEPB, indicó que los empresarios han dejado clara su posición sobre este tema, y advirtieron oportunamente que un aumento en esas proporciones iba a tener consecuencias sobre las unidades productivas, especialmente las medianas y pequeñas empresas que no tienen capacidad para enfrentar incrementos, y menos retroactivos, porque se enfrentan a deudas adquiridas en los dos últimos años, caída de la demanda y una lenta y desigual reactivación.

“Un primer elemento es que los empresarios formales siempre hemos cumplido las normas, pese a que muchas veces estas son injustas. No está en el empresariado, buscar mecanismos para ignorarla o vulnerarla y sin duda que no se hará”, sostuvo el dirigente empresarial.

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