(VEA EL VIDEO) El dirigente de Adepcoca reapareció tras ser encontrado golpeado y ensangrentado. Responsabiliza al nuevo representante y al Gobierno por pretender “descabezar” Adepcoca

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22 de septiembre de 2021, 14:53 PM
22 de septiembre de 2021, 14:53 PM

Armin Lluta reapareció este miércoles y contó cómo escapó para salvar su vida. Denuncia que es víctima de amenazas para que renuncie a la presidencia de la Asociación Departamental de Productores de la Hoja de Coca (Adepcoca) de La Paz.

El dirigente contó que dormía en instalaciones de la sede de los cocaleros de los Yungas, el lunes en la madrugada, cuando escuchó dinamitazos y tuvo que refugiarse en el domicilio de otra persona, para luego escapar por el río en la zona de Villa Fátima.

“Decían que si yo no renuncio al cargo me van a matar, que mi hijo corre riesgo, que el único dirigente legal es Arnold Alanes y que el Gobierno lo va a reconocer". ‘Tú te irás a la cárcel, tienes que renunciar al cargo, si no tu vida está en riesgo, en otra te vamos a matar’ (eso decían)”, explicó.

Ayer, tras un día desaparecido, Lluta fue encontrado en la Cumbre, trasladado a un centro médico, pero, ante la llegada de efectivos de la Policía Boliviana, nuevamente escapó, sin dejar rastros hasta esta jornada de miércoles.

Sus declaraciones:

“Me voy a comunicar con mi asesora legal, ayer mi madre me ha atendido y lamentó que no respetan ni la atención que estaba recibiendo. Sigo como dirigente, me mantengo y vamos a buscar la unidad. Un dirigente de las zonas rojas no puede dirigir. Adepcoca pertenece a la zona tradicional”, aseguró.

El Gobierno reconoció como representante de los cocaleros de los Yungas a Alanes, quien supuestamente ganó las elecciones. Sin embargo, Lluta sostiene que sigue liderando Adepcoca y que habrá nuevas asambleas para buscar unidad y desconocer al dirigente proclamado.

“Arnold Alanez está detrás de todo eso, y si algo me sucede a mí o mi familia, responsable será él y el Ministerio de Gobierno”, agregó Lluta, sobre quien pesan varios procesos judiciales, pero no una orden de aprehensión.