Evo Morales se queja de una supuesta manipulación de la justicia para perseguirlo; el mismo reclamo que le hicieron muchas veces sus adversarios políticos que fueron enjuiciados

26 de septiembre de 2022, 16:25 PM
26 de septiembre de 2022, 16:25 PM

Aunque la determinación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el caso terrorismo es un documento internacional, el expresidente Evo Morales considera que este fallo es parte del "plan negro" en su contra y cree que hay una instrumentalización de la justicia.


“Denuncio ante mi pueblo y militancia del MAS-IPSP que operadores del plan negro, al ver que fracasó investigación y acusación con cartas falsificadas para proscribir al MAS-IPSP y su dirigencia nacional, ahora tratan de direccionar caso de terrorismo separatista en nuestra contra”, señala uno de los cinco tuits que publicó esta tarde el exmandatario.


El fin de semana, EL DEBER, hizo público el documento aprobado por cinco personalidades del ente de derechos humanos de la OEA. Ahora el caso pasó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, (Corte IDH) donde el Estado Boliviano será juzgado. El mismo documento recomienda tomar acciones en contra de los que ordenaron las acciones del 9 de abril de 2009, uno de ellos es el exmandatario Morales.


En su publicación, Morales afirma que fue el exministro, Arturo Murillo, quien gestionó el cierre del caso pese a las pruebas que existían en contra de los responsables. El 20 de enero de 2020 Arturo Murillo presentaba el desistimiento en el juicio que estaba vigente por 11 años y sin sentencia.


Advirtió que en determinado momento revelará a la opinión pública cómo y quiénes promovieron la utilización de este caso para tratar de defenestrarlo en la política. “Como hemos advertido anteriormente, el ‘lawfare’ o instrumentalización de la justicia con fines políticos es un método de la derecha interna y externa”, señaló Morales. Curiosamente todos los procesados judicialmente desde su Gobierno tienen el mismo argumento, la “instrumentalización de la justicia”.


La madrugada del 16 de abril de 2009, un contingente de la Unidad Táctica de Resolución de Crisis (Uarc), grupo de élite de la Policía, ingresó al hotel Las Américas en Santa Cruz, realizó detonaciones en el cuarto piso e irrumpió en las habitaciones disparando sus armas de fuego. Como consecuencia Eduardo Rózsa Flores, Arpad Magyaroisi y Michel Dwyer resultaron muertos; Elöd Tóásó y Mario Tadic fueron los únicos sobrevivientes y quedaron detenidos.