Militantes del Movimiento Al Socialismo se reunieron este domingo en el estadio cochabambino de Sacaba para celebrar lo que denominan el Día de la Renovación Democrática y Cultural

18 de diciembre de 2022, 19:02 PM
18 de diciembre de 2022, 19:02 PM

Después de 40 minutos de discurso y cinco de saludos, Evo Morales cerró su participación en el evento convocado por el movimiento Al Socialismo en el estadio municipal de Sacaba (Cochabamba), este domingo. Los grandes ausentes fueron el presidente del Estado, Luis Arce, y el vicepresidente, David Choquehuanca. 

Morales fue crítico con quienes hablan de “radicales” y de “conservadores”. También aprovechó para hacer una reseña de los “traidores” que hubo en su partido, pero remarcó que ninguno lo había dividido.
“Hay que decir de frente: somos radicales y así nacimos. Los que no son radicales son vendepatria; los que no son radicales están con el enemigo”, afirmó.

“Tenemos que cuidar la unidad. No es posible que algunos hermanos digan: ‘renovación, renovación’; qué significa: nueva generación y fuera los viejitos. En mi experiencia hay buenos viejos y malos viejos; buenos jóvenes y malos jóvenes”, manifestó Morales.

“Los que dicen: “renovación”, quieren dividir a nuestra querida Bolivia. Ahí está, ustedes identifiquen”, agregó. 

Nuevamente se refirió a las banderas del MAS, supuesta instrucción, de alguien del Gobierno, de bajarla cuando Arce acude a actos de entrega de obras. “Todos somos azul, no hay otro color para liberar nuestra querida Bolivia. Si otros están de otro color, están traicionando a nuestro instrumento político”.

Expresó que el “pedido clamoroso “que recibe de la gente es: “fuera los ‘pititas’ del Gobierno”, y en ese momento la multitud gritó: ¡Fuera!, ¡Fuera!”. “No es posible que algunos, que nos hicieron tanto daño, ahora estén en función de gobierno. Ni siquiera son militantes y (ahora) son ministros”, se quejó.

Por otro lado, criticó la corrupción en el Gobierno y señaló: “la tolerancia cero a la corrupción está en manos de las autoridades”.

También habló de que los militantes del MAS poseen “convicción revolucionaria”, en tanto que existen personas con “ambición de ocasión”.
Cuestionó que “no exista justicia” por los hechos de Sacaba y Senkata y según dijo, las familias de los fallecidos, se le acercan para “pedirle que se haga justicia”.

“Si a los golpistas no se mete a la cárcel, puede haber un acuerdo por debajo”, lanzó. Aprovechó para comparar con los gobiernos de las décadas de los años 80 y 90. Según Morales, se hacían acuerdos para no enviar a la cárcel a algunos, y también para “repartir pegas”.

“Ojalá que las autoridades (del MAS) no se derechicen; pero tampoco podemos permitir que se vayan a otros partidos. Son nombrados con azul y tienen que estar con azul”.

Entre los oradores que antecedieron a Morales, presidente del MAS, estuvieron la máxima dirigente de las Bartolinas, Flora Aguilar; el representante de la COD cruceña, Rolando Borda; el dirigente de la Conamaq, Ramiro Cucho; y el alcalde de Sacaba, Pedro Gutiérrez.

En sus discursos alabaron a Evo y los “beneficios” que trajo su gestión al país. Entre sus logros mencionaron la nacionalización, la Asamblea Constituyente y la nueva Constitución Política del Estado, que “incorpora a los pueblos indígenas, las mujeres y los jóvenes”, a decir de Aguilar.

“Estamos por conciencia al pueblo boliviano, por convicción al MAS. Nadie vino por obligación”, aseguró Cucho.

En sus alocuciones los oradores hicieron mención, al menos una vez, a: la “derecha neoliberal”, el “imperialismo capitalista”; a que “la derecha quiere proscribir al MAS”; se refirieron a Evo como “nuestro comandante”; valoraron “la redistribución de los recursos económicos” o la “redistribución de la riqueza”, desde que Morales llegó a la presidencia.

“Queremos en la cárcel a Camacho, Calvo y Cuéllar, porque han buscado el golpe (durante el paro); queremos justicia”, manifestó la dirigente bartolina.

Mientras que Borda señaló que a los promotores del paro no les interesaba el censo, sino que buscaban “reeditar el golpe del 2019”, y que supuestamente su objetivo es el separatismo. “Evo no está solo”, comenzó a arengar a la multitud.

En tanto que Aguilar fue más allá, y gritó: “¡Evo de nuevo!”, usando parte de una de las frases de un popular estribillo, que se hizo viral en 2019, cuando Morales renunció a la presidencia, después de unas cuestionadas elecciones.

La preocupación por lo que sucede en el interior de su partido es evidente.
“Cuando se es autoridad, no hay que traicionar; las bases ven quien traiciona y quien es leal”, advirtió Aguilar y añadió que es necesario “cerrar filas para cuidar la militancia”, instó a determinar “quiénes de las autoridades son leales, quiénes traicionan y quiénes están infiltrados”.

Borda llamó a una “profunda reflexión”. Y agregó: “Tienen que dejar de calentar las orejas, algunos compañeros. Es el momento de unirnos; no es el momento de dividir porque ese camino es para que nos entierren”.

El evento contó con la participación de grupos folclóricos, entre ellos Tupay, que interpretó una morenada cuya letra estaba dedicada al MAS. También, en determinado momento, los asistentes cantaron el himno al MAS, aunque no todos los que se encontraban en la tarima -entre ellos asambleístas nacionales- sabían la letra, por lo que contaban con un 'ayudamemoria' impreso en un papel. Las cámaras enfocaron, entonces, a militantes, que se encontraban en el estadio y que sí cantaban -y a viva voz- el himno.

Se vieron banderas azules y whipalas y muy pocas banderas de algunos departamentos. Las organizaciones sociales que participaron llevaron pancartas para identificarse. Pese a que la sexta ola del Covid-19 se encuentra en ascenso, muy pocas personas usaban barbijo, en un lugar visiblemente abarrotado; por supuesto, la distancia sugerida de, al menos 1,5 m, no existía.
Al finalizar su discurso, Morales se agachó para estrechar la mano de quienes se encontraban debajo de la tarima y que buscaron acercársele.