Sus bases, pese a que desde el fin de semana anda pidiendo que terminen las protestas, no le hicieron caso. Los analistas debaten, unos dicen que perdió poder y otros, que es una estrategia para aparecer como conciliador.

12 de agosto de 2020, 15:39 PM
12 de agosto de 2020, 15:39 PM

En menos de una semana, el expresidente Evo Morales cambió su discurso con relación a los bloqueos de rutas. El domingo, el líder del MAS habló en porcentajes como si hiciera seguimiento diario de las protestas con encuestas, indicando que en una semana creció el rechazo a la movilización, lo que perjudica al MAS. 

Pese a que Morales convocó a sacar las piedras de las rutas del país, algunos sectores (afines al MAS) mantienen los bloqueos de carreteras. Según analistas, esto demuestra dos situaciones. Una se que el exmandatario perdió fuerza como líder político y otra, que es una estrategia para aparecer como conciliador.

El 6 de agosto, el ahora jefe de campaña del MAS, desde su refugio en Argentina, twitteó: “Mi respeto y admiración a los movimientos sociales que rinden homenaje a Bolivia, movilizados pacíficamente para recuperar la democracia. Quiero decirle al pueblo que volveremos millones y devolveremos la dignidad y la libertad a la patria”.

El 8 de agosto, dos días después, su posición comenzó a cambiar. Esto escribió en su cuenta en Twitter: “Saludamos el diálogo de la Asamblea Legislativa, Tribunal Supremo Electoral y organizaciones sociales en busca de una solución al conflicto que vive un país movilizado, que demanda pronto retorno a la democracia”.

Luego complementó: “El diálogo ha sido siempre el mejor camino para solucionar conflictos en Bolivia, escuchando al otro, entendiendo sus razones y cediendo por el bien de todos para evitar enfrentamientos que solo traen luto y dolor. ¡Somos pueblos de paz y lo demostramos 14 años!”.

Al día siguiente, el domingo 9, escribió: “Bolivia vive momentos difíciles. Los dirigentes y las bases sociales movilizados deben optar responsablemente entre la renuncia de Áñez, que postergará aún más nuestro retorno a la democracia, y elecciones prontas con la garantía de Naciones Unidas”.

Ese mismo día sugirió que “las bases movilizadas deben reflexionar y decidir sobre la propuesta de un documento para salir de la crisis que fue negociado entre el TSE, las organizaciones sociales y Naciones Unidas, como garante, para fijar una fecha de elecciones definitiva, inamovible y blindada por ley”.

En un programa dominical, de la Radio Kawsachun Coca, se dirigió a sus bases poco después de que el diálogo en la Vicepresidencia no tuviera resultados. En esa intervención,  dejó de lado sus 14 años de Gobierno y echó toda la culpa de la crisis sanitaria a la gestión de Jeanine Áñez, porque no compró insumos durante la cuarentena. 

Luego, analizó el acuerdo que no se firmó el sábado y dijo que al establecerse que las elecciones se realicen el 18 de octubre, se refrende con una ley y el aval de la comunidad internacional, es positivo

Y más adelante desveló que el MAS maneja encuestas que miden la movilización social. Dijo que el rechazo ciudadano creció significativamente cuando se la midió en tres días de la anterior semana.

Desde su visión política, Morales aseguró que el Gobierno transitorio no quiere resolver el bloqueo y que “usa a la prensa para desgastar al MAS con mentiras y mentiras”. También dijo que en noviembre de 2019 “nos desmovilizaron con masacre y la llamaron pacificación. Esa es una verdad”.

En el programa radial, el expresidente lamentó los perjuicios causados por los bloqueos. “Si hacemos una evaluación, el Gobierno usa muy bien nuestra movilización para desgastarnos”, expresó.

“El lunes (de la semana pasada) por la noche sólo el 28% repudiaba la movilización de lucha contra la democracia, el viernes ya subieron al 49% y el sábado a 58%”, manifestó Morales.

De esta forma, admitió que el MAS mide sus movilizaciones con encuestas internas. Por eso pidió a sus allegados que “tomen en cuenta estos datos”.

El lunes 10 de agosto escribió: "Convoco a dirigentes sociales y pueblo movilizado a considerar la propuesta borrador de Acta de Entendimiento trabajada por organizaciones sociales y el TSE con la ONU como testigo, para que el 18 de octubre sea, mediante ley, fecha definitiva, impostergable e inamovible de las elecciones".

El martes 11 dijo que “no debemos caer en las provocaciones que nos quieren llevar a la violencia. Solo con el pueblo en el poder, democrática y pacíficamente podremos resolver la crisis y eso significa elecciones ya, con fecha definitiva e inamovible”.

En un encuentro por Facebook Live, Evo Morales también reveló que ayer por la mañana tuvo reuniones con los dirigentes de organizaciones sociales que exigen adelantar las elecciones en Bolivia. Indicó que "hay compañeros que dicen que por lo menos sea el 4, el 11 de octubre, pero no el 18 de octubre. Yo me pregunto, ¿para qué estar peleando por una semana? Creo que no tiene sentido esta clase de planteamiento, por dos semanas o tres no vamos a hacer problemas”. 

Respecto al conflicto, aseguró haber pedido que las organizaciones nacionales del Pacto de Unidad y de la Central Obrera Boliviana (que son afines al MAS), analicen el tema en los distintos departamentos.

Anoche insistió en Twitter: “La derecha no quiere que haya elecciones en Bolivia y presenta varias acciones populares intentando postergarlas indefinidamente. La Asamblea debe legislar para evitar que estas chicanas impidan recuperar la democracia”.

Dos tendencias

Sobre el tema, el analista Ludwig Valverde considera que Evo Morales, desde el exilio, ha estado detrás de muchas de las acciones que se desarrollaron en el país y  hay suficientes indicios para aseverarlo, pero considera también que la movilización que él mismo ha impulsado “le ha excedido. No hay una orden vertical del expresidente que puedan acatar los sectores en conflicto, considero que su liderazgo ha perdido gravitación nacional”.

Por su parte, el también analista político Álvaro Zuazo Vélez considera que la actitud de Morales se asemeja con lo que decía Augusto Pinochet durante su dictadura, que no había hoja que se moviera en Chile si no era por orden de él.

Los movimientos sociales no son más que brazos del MAS, no hay nada que se haga si no es por orden de  Evo Morales y de esto hay pruebas desde hace muchos años”, manifestó Zuazo.

Recordó que el expresidente, el 15 de noviembre de 2019 habló con Faustino Yujra y le pidió que no se permita el paso de alimentos hacia las ciudades; sin embargo, el exmandatario lo niega hasta ahora a pesar de toda evidencia. "No puede admitirlo, porque complicaría su situación jurídica y penal en el país. No quiere quedar como el hombre sin consideración a la vida ante la comunidad internacional”, dijo el analista.

Además, admitir ese extremo puede poner en riesgo su permanencia en Argentina, indicó Zuazo. “A Alberto Fernández (presidente de Argentina) le preocupan las apariencias, porque necesita el apoyo de Estados Unidos y debe mantener las formas. Más aún porque Donald Trump repuntó en las encuestas y podría derrotar a Joe Biden, lo que pone a Argentina en una situación menos cómoda”, señaló.

Otra señal es que Morales dice una cosa, pero su bancada en la Asamblea Legislativa hace otra.Este martes los asambleístas llamaban a los sectores sociales a deponer los bloqueos, pero no asistieron al diálogo para pacificar por ‘errores de coordinación’, pero sí se reunieron para aprobar una ley que prohíbe la salida de autoridades durante seis meses una vez que haya cesado su cargo. Esto muestra las reales intenciones del MAS y de sus sectores. Personas mueren por falta de insumos médicos y los asambleístas no acceden al diálogo”, concluyó.