La candidatura de Morales fue rechazada por un argumento de "residencia" que también se usó para anular las candidaturas de oposición al MAS durante las elecciones subnacionales de 2024

20 de noviembre de 2022, 11:35 AM
20 de noviembre de 2022, 11:35 AM

El líder del MAS, Evo Morales, anunció que demandará a los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que, en el contexto de las elecciones de 2020, inhabilitaron su candidatura al Senado. La base de esa querella, según el caudillo cocalero, es un fallo del Tribunal Constitucional.

“En este momento, los miembros del Tribunal Supremo Electoral (TSE) deben estar en la cárcel”, afirmó el también expresidente durante su programa dominical que emite la radio cocalera Kawsachun Coca que pertenece a las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba.

Morales no anticipó los delitos por los cuales serían juzgados los vocales del TSE, muchos de los cuales aún se mantienen en funciones.

“Me han dicho que esperemos, después vamos a procesarlos, pero no pasó nada y tengo derecho, en base a ese fallo del Tribunal Constitucional, a procesar a los miembros (del TSE) a la cabeza de Salvador Romero. Lo vamos a  hacer. Ya es hora de sentar la mano, jurídicamente, con pruebas; no son (es) un  invento”, afirmó.

Romero, quien fue designado por la expresidenta Jeanine Áñez, renunció al cargo. De igual manera, lo hicieron otras tres vocales. Por su lado, el presidente Luis Arce designó a Dina Chuquimia como su representante en ese alto tribunal.

Eso sí, Morales recordó que el Tribunal Constitucional ya le dio la razón en 2003, cuando fue expulsado de la Asamblea Legislativa. Dijo que había un proceso legal en curso que, de haber prosperado, pudo haberlo sacado de la carrera electoral que coronó en 2005, cuando ganó su primera elección

El 17 de marzo de este año, ya en el mandato del MAS que está a cargo de Arce, el Tribunal Constitucional falló a favor de Morales y declaró como inconstitucional su inhabilitación como candidato a senador. 

En 2020, el TSE rechazó la candidatura porque, entonces, el exmandatario no cumplía con el requisito constitucional de la residencia permanente, pues había recibido asilo político en México y luego refugio en Argentina casi un año antes.

Tras el fallido proceso electoral de 2019, Evo renunció a la presidencia el 10 de noviembre de ese año. Antes de hacerlo, llamó a otra elección por las denuncias de fraude. El TSE lo había declarado vencedor, pero los resultados no convencieron. Y la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió un informe que estableció “acciones deliberadas” en las elecciones de Bolivia del 20 de octubre, que “hacen imposible validar los resultados” que dieron como ganador a Evo Morales. 

La “manipulación dolosa”, según el abogado William Herrera, se dio en dos escenarios: en la alteración de las actas y la falsificación de las firmas de jurados de mesas y en el conteo de los resultados. También encontró dos servidores ocultos que no eran controlados por el Tribunal Supremo Electoral.

El MAS volvió al poder en 2020 tras las comicios en los que intentó participar el exmandatario. 

“Los vocales que aprobamos esa resolución, lo que hicimos fue cumplir nuestro deber, primero; segundo, fue aplicar la norma constitucional, hasta donde sabemos el tema de la residencia todavía está muy bien y claramente descrita en la Constitución Política del Estado”, declaró entonces y tras el fallo el presidente del TSE, Óscar Hassenteufel.

El TSE tenía además jurisprudencia. En los comicios subnacionales de 2015 anuló la candidatura de Rebeca Delgado a la alcaldía de Cochabamba y Eduardo Maldonado a la municipalidad potosina. Ambos eran legisladores cuando decidieron postular.

Sobre este caso, el gobierno de Morales no se presentó, pero el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ordenó un resarcimiento que debe ser honrado por el gobierno de Arce.