El exmandatario ha ido demostrando que cuando no se lo cuestiona, responde sin problemas. Pero cuando le preguntan cosas que le incomodan, se molesta

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18 de noviembre de 2019, 4:00 AM
18 de noviembre de 2019, 4:00 AM

En la entrevista que dio a la BBC Mundo desde su asilo en México, Evo Morales se molesta en buena parte de ella cuando el periodista Gerardo Lissardy le hace preguntas incómodas. Y algo que no esconde el ex mandatario boliviano, es su deseo de volver al país y su lectura de la realidad se centra en culpar a la derecha y a la OEA. 

En ningún momento aterriza en la fuerza ciudadana boliviana que se había cansado de vivir en un régimen que buscaba perpetuarse en el poder y que para ello no le importó consolidar un fraude electoral en las elecciones del 20 de octubre, según lo confirmó la auditoría que llevó a cabo la Organización de Estados Americanos. 

Algunos analistas hacen una lectura más allá de las palabras textuales de Morales, con el fin de interpretar los mensajes de fondo y analizar el perfil de un hombre que ahora ya no tiene el poder al que renunció el 10 de noviembre, acorralado por un paro indefinido de gran parte de la población. 

Amples Regiani, escritor, publicista, creativo resume así su análisis: 

1. La pregunta que descontrola a Evo Morales y cambia el tono inicial de la entrevista fue “¿Si hiciste todo bien, por qué huiste?” Desde este momento Evo cambia su actitud corporal, pasa a abrazarse, tocarse el rostro, se aprieta los dedos e inicia una serie de ataques al entrevistador.

2. Entra en negación profunda y no es capaz de aceptar que su partido esté negociando con el actual Gobierno sin su participación, como si creyera que es imposible que las cosas sigan su curso si él no está involucrado.

3. Queda claro que estaba acostumbrado a las entrevistas en las cuales controlaba lo que sería preguntado y publicado por el medio. En más de una ocasión durante la entrevista dice cosas del tipo: “Quiero que digan”, demostrando el poder que tenía sobre los mensajes que publicaban los canales que lo entrevistaban en Bolivia.

4. Necesita un enemigo que combatir, como el discurso de “racismo” ha sido invalidado por la unión del país, Estados Unidos y su embajada se vuelven este enemigo que conspiran en su contra.

5. Expresa claramente su resentimiento por sentirse traicionado por Williams Kaliman y las Fuerzas Armadas, al mencionar una diferencia en los tratos que ha recibido comparado al que ha recibido el nuevo Gobierno.

6. Afirma nuevamente que la OEA fue la responsable por el “golpe de estado” y que ha actuado políticamente, negando una vez más el fraude electoral. Lo hace porque asumirlo sería lo equivalente a una confesión.

7. Aproximadamente a los 15 minutos de la entrevista, saca una hoja de papel para cambiar la conversación a los números y cifras de su gobierno, claramente lo que le interesaba que fuera difundido por los medios internacionales.

8. A todo momento se refiere a sí mismo en tercera persona. “¿Quieres ver a Evo muerto?” Una clara evidencia de su narcisismo y desconexión con la realidad.

9. Gabriela Montaño lo acompañaba en la sala y a cada pregunta incómoda para cual no tenía una respuesta, Evo la miraba como si buscara la respuesta o dijera “sacame de aquí”, con los ojos. Además, Gabriela es quien encierra y da fin a la entrevista.

10. Evo no es capaz de aceptar que alguien tenga una opinión diferente a la suya y se desfigura cuando le dicen no o cuando escucha una opinión diferente a la suya. 

Para mí -dice Amples Regiani- Evo tiene la inteligencia emocional de un niño y parece que nadie le haya dicho que no en estos 14 años. Razón por la cual no fue capaz de asimilar los resultados del 21-F.

11. Afirma seguir teniendo control sobre los campesinos y alteños y que es el único que puede calmarlos. Se ve a sí mismo como la única persona capaz de representar a los indígenas y a la única que podría pacificar el país.

La ministra de Comunicación del Gobierno de Bolivia, Roxana Lizárraga, dijo que Evo Morales tiene que rendirle mucho a la justicia boliviana. 

“Sería muy bien que vuelva. No va a volver. Está convulsionando el país porque cree que es el pacificador. Lo que nos ha dejado es la subversión, la confrontación y el narcotráfico. No es el mesías de la pacificación, es el opresor, el de los conflictos”, dijo la ministra.

El escritor y periodista Darwin Pinto, en la entrevista queda al descubierto que Evo Morales aún no entiende que ha vuelto a ser un hombre como cualquier otro.

El escritor boliviano Claudio Ferrufino-Coqueugniot, considera que alguien que huyó a México, y desea retornar de inmediato, da lugar a conjeturas.
En la entrevista que dio a la BBC, el expresidente habla de su intención de retornar a Bolivia, aunque dijo que no tiene fecha para ello. 

“Especular sobre el porqué del país elegido, o exigido, del supuesto financiamiento a López Obrador para su campaña, peor todavía... La implicancia local, boliviana, de su vuelta sería la de desangramiento atroz”, ha dicho Ferrufino-Coqueugniot, desde EEUU, donde vive y desde donde sigue de cerca la realidad boliviana, 

“Sigo creyendo que el asunto es irreversible. La realidad tendría que ser más fuerte que las necesidades vitales de Morales Ayma. De lejos puede manipular los hilos, pero también puede ser contrarrestado por un Gobierno fuerte que podría transformarse en drástico. Corre el riesgo. Todo depende de cómo se maneje el problema entre Gobierno, policía y ejército en el país. Creo que el semidiós perdió mucho de apoyo en las fuerzas armadas. Eso suele ser decisivo. Numéricamente, los suyos son mucho menores que la población que se levantó contra el fraude. Depende de la habilidad con que se lo enfrente. Mientras tanto será un peligro. Si se lo neutraliza, Morales caerá en la nada, o en algo mucho peor, y lo sabe…”, finalizó el escritor que ganó el Premio Nacional de Novela y el Premio Casa de las Américas.