La pugna se inicia cuando el masismo está impulsando un congreso que debe elegir nuevas directivas

7 de septiembre de 2022, 23:09 PM
7 de septiembre de 2022, 23:09 PM

Una guerra interna dentro del masismo fue desatada por el expresidente Evo Morales y su exministro, Juan Ramón Quintana, quienes recibieron un aluvión de respuestas de los propios dirigentes de las organizaciones que conforman el Pacto de Unidad. Paralelamente provocaron una furiosa respuesta de El Alto, ciudad a la que mencionaron en sus acusaciones.


“Yo le quiero decir a este señor (Juan Ramón Quintana) que no venga a hablar de El Alto, ni venga a decir injurias, porque es el primer cobarde que ha escapado. Nosotros los alteños nos hemos quedado a dar la cara aquí para enfrentarlos, sabiendo que estábamos militarizados, sabiendo que la Policía andaba detrás de nosotros, nos hemos quedado y no hemos ido a buscar hospedaje en la embajada de México”, lanzó la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, al referirse a las declaraciones que lanzara Quintana, que dijo que El Alto era una cueva de la agencia estadounidense Usaid.


La primera autoridad edil fustigó duramente las palabras de Evo Morales y la consigna del “patria o muerte” y criticó el hecho de que haya salido del país y recordó las condiciones en las que enfrentaron al gobierno de Jeanine Áñez.


“Ahora se hacen los machitos, ahora es bien fácil decir hay que tener convicción, que hay un modelo de hombre, ahí son unos tales y cuáles, oiga y por qué no ha dicho eso el 2019, ¿dónde estaba usted?”, añadió Copa.


Morales ofreció una conferencia de prensa en Cochabamba en un intento de probar sus acusaciones sobre el 'plan negro' para desprestigiarlo, o las comunicaciones que buscaron encuentros con él y esas declaraciones solo provocaron mayor enojo entre los masistas.


“Todos tenemos un tiempo, eso tiene que entender (Evo Morales), ese egocentrismo le va a hacer mal a nuestro partido y le va a hacer mal a nuestra patria. Es buena la renovación y si llegó el momento de renovar hay que hacerlo, no hay que tratar siempre de eternizarse en un cargo, es mejor el cambio”, le dijo uno de los ejecutivos de los interculturales, Adalid Carvajal, quien sugirió la jubilación política del exmandatario.


Asimismo, el dirigente campesino lanzó sus acusaciones contra Quintana y le dijo que no tenía moral para criticar al Gobierno de Luis Arce. Al igual que otros políticos le recordó su refugio en la embajada de México.


“Así como lo hizo Juan Ramón, así lo han hecho otros ministros, se han escapado a las embajadas, otros se han ido al exterior, entonces el único débil es él, ¿qué moral tiene para hablar con una voz alta y decir que somos débiles?, ¿cuál débil carajo?, el único debido es él que escapó, ¿por qué no le puso el pecho como un verdadero soldado de formación militar?”, cuestionó Carvajal.


Asimismo, un comunicado del MAS terminó de echar gasolina al fuego porque desconoció a Hugo Moldiz como su representante ante eventos internacionales. “Hugo Moldiz ya tiene precedentes de usurpación de vocería política, como cuando se autonombró el año 2006 representante de un supuesto ‘Estado Mayor del Pueblo’, junto al señor Román Loayza. En 1997 apoyó a Alejo Veliz, en contra del liderazgo del hermano Evo Morales, pretendiendo dividir a la izquierda. Cabe aclarar que tanto Loayza como Véliz hoy son agentes de la derecha en nuestro país”, refiere el comunicado partidario.


Y en cuanto a política exterior, la Cancillería boliviana encontró el mejor momento para ingresar a esta pugna política. El jefe de la diplomacia boliviana optó por referirse a la presencia de Usaid en Bolivia y desmintió a Morales.


“A partir de esa decisión soberana y a la fecha, el gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia realizó las acciones correspondientes para ratificar la decisión tomada en los mismos términos de la gestión 2013. El Gobierno nacional no permite, ni permitirá las operaciones de Usaid en el país”, señala un escueto comunicado de Cancillería.


De ese modo, los masistas no necesitaron que los opositores partidarios ingresen en su pugna y el liderazgo del partido ya quedó en entredicho, cuando el MAS se apresta a realizar un congreso que debe elegir directivas.