Por el clima social y político en Santa Cruz, no se realizó el acto de celebración por el aniversario del Ejército. Analistas y expertos difieren sobre si se trató o no de una muestra de fuerza del Gobierno. Estiman que la movilización costó Bs 500.000

14 de noviembre de 2021, 4:00 AM
14 de noviembre de 2021, 4:00 AM

Efectivos de otros departamentos, tanques de guerra y otros materiales bélicos llegaron a la capital cruceña en el peor momento. La demostración de la fuerza militar coincidía con el paro multisectorial indefinido, lo que generó especulaciones en varios niveles sobre las intenciones del Gobierno.

La versión oficial es que el despliegue apuntaba a la conmemoración del aniversario 211 del Ejército, fijada para ayer, mientras que las redes sociales ardían e infundían desconfianza. Finalmente, el evento fue suspendido debido al calor de los conflictos.

Consultados sobre la actividad, varios analistas coincidieron en que la medida fue acertada. El internacionalista y ex ministro de Autonomías durante la gestión de Evo Morales, Hugo Siles opinó que la decisión fue saludable para bajar el tono del conflicto y colocar un paño frío necesario para las interpretaciones que se daban por el arribo de militares.

El exministro de Defensa Reymi Ferreira dijo que fue una medida de prudencia, ya que la polarización que se vive en Santa Cruz pudo provocar que un acto institucional resultara aprovechado por grupos violentos.

Ninguna de las ex autoridades consideró que se trató de una pulseada del Gobierno, porque se trataba de una conmemoración planificada, pero que coincidió con el paro contra le ley 1386.

Sin embargo, otros difieren en este punto. Uno de ellos es Jorge Santistevan, coronel del servicio pasivo. Según él, es la primera vez que se concentra el 70% del Ejército en un mismo punto, y que lo habitual es que las celebraciones se realicen con las unidades acantonadas en cada departamento. “La orden llegó a las diez de la noche, tras una considerable erogación de recursos. Todo esto fue para disuadir al movimiento reivindicatorio cruceño”, apuntó.

En la terminología militar, explicó Santistevan, se emplea el término “demostración de fuerzas” cuando se concentra gran cantidad del potencial militar en un solo sector, con el fin de que el oponente deponga sus intenciones, sin disparar un solo tiro. “Eso significa acción sicológica a través de la demostración de fuerza”.

Daniel Valverde, docente de la Uagrm, cree que el desplazamiento de tropas, equipos y materiales en un momento de conflictividad fue un despropósito. “Queda en entredicho la capacidad de análisis estratégico y sentido común de las mismas FFAA. Qué se buscaba con semejante parafernalia en un momento de crisis política y confrontación interna. Esto exacerba los ánimos”, cuestionó.

El analista político Paúl Antonio Coca dice que es mucha coincidencia que en Santa Cruz exista el conflicto principal y que ahí se quiera mostrar fuerza militar.

Repliegue táctico o derrota

Sobre la decisión de si suspender el acto fue una derrota para el Gobierno, Coca considera que se sabrá cuando exista el desenlace de este conflicto. Por su parte, el politólogo Carlos Cordero opinó que fue una expresión de temor a la reacción de los grupos sociales movilizados, o a las propias Fuerzas Armadas. “Seguramente recomendaron no hostilizar a la sociedad, o voces internas que, así como sugirieron la renuncia de Evo Morales, hoy sugieren prudencia al Gobierno de Arce”.

Santistevan cree que el repliegue es una derrota política para el Gobierno, porque es ordenado por el poder político, por el Órgano Ejecutivo, que pudo ser fruto de un mal asesoramiento militar, y que si fuera el caso deben producirse los relevos.

Para el senador del MAS William Tórrez, no hubo ni derrota ni suspensión táctica, ya que la parada militar no se trata de una acción política, sino de la celebración del aniversario del Ejército “que no pudo llevarse a cabo cuando los ciudadanos pasan un momento complicado, producto del paro decretado por los gremiales y el transporte, y que ha sido politizado por el Comité Cívico y por Camacho”, aseveró.

La diputada Luisa Nayar, de CC, criticó el despilfarro de recursos económicos para este desfile que, según los cálculos,costó al Estado Bs 500.000. Tórrez respondió que los actos de cualquier conmemoración del Ejército, por supuesto, que conllevan gastos, cosa que no debe alarmar.

“La diputada Nayar está acostumbrada a politizar absolutamente todo y lo que ella manifiesta no tiene sustento. En todo caso, las FFAA tienen presupuesto contemplado, cualquier enfoque como el de la diputada Nayar es una posición absolutamente política y cargada de algún propósito de desestabilización, no solo del Gobierno de Arce, sino de una actitud malintencionada de generar una suerte de confrontación entre las FFAA y el Ejecutivo”, indicó.

Cordero duda que la medida dañe la imagen o unidad de las Fuerzas Armadas, lo que se advierte es un Gobierno inseguro, temeroso y oscilante. “Está preocupado y advierte que las leyes aprobadas están generando el malestar ciudadano contra el Gobierno de Arce”, indicó.

Estaba previsto que el presidente Luis Arce pronunciara un discurso en el acto del Ejército, del que Santistevan considera hubiera encendido los ánimos y se atreve a decir que Santa Cruz estuvo a un paso de ser militarizada. “Pero confío en los mandos medios”, aseveró.



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