Una delegación dirigida por Juan Grabois se entrevista con familias en Senkata. El ministro Murillo lanza una advertencia

30 de noviembre de 2019, 3:02 AM
30 de noviembre de 2019, 3:02 AM

Un grupo de activistas, denominado Delegación Argentina Solidaridad con el pueblo boliviano, llegó el jueves al país para elaborar un supuesto informe sobre la situación política y social del país. En su discurso tras arribar definieron al Gobierno transitorio de Jeanine Áñez como dictatorial y exigen la indemnización a las familias de los fallecidos y atención a los heridos. Por ello, el Gobierno interpretó que su presencia tiene un objetivo político, que es generar conflictos y actos de terrorismo. En ese sentido, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, alertó que los vigila de cerca. 

“Recomendamos a aquellos extranjeros que están llegando al país, hechos las mansas palomitas a promover actos terroristas e incendiar el país, que anden con cuidado, que son vigilados”, dijo el ministro. Murillo también afirmó que no se permitirá que ningún boliviano haga terrorismo, “mucho menos un extranjero”, y que “al primer paso en falso que den estas personas con actos de sedición se las verán con la Policía, que está alerta y tiene orden de no permitir que se dañe al país”.

“Nosotros no tenemos miedo y esperamos que la población en Bolivia pueda sacudirse ese miedo que le han puesto, que le impide denunciar, que le impide manifestarse libremente”, retrucó Juan Grabois, portavoz de la delegación extranjera.

El grupo argentino tiene una postura política afín a Evo Morales. “Los derechos humanos siempre son alineados con la izquierda, yo, personalmente, coincido que el MAS hizo un gran gobierno”, dijo Gustavo Federico Palmieri. “Nosotros solo buscamos que el Estado pague a las víctimas, indemnizaciones y atención”. Todo eso, empero, ya está comprometido en la negociación con el patrocinio de la Iglesia, ONU y UE.