La comunidad está vinculada al rubro textil y la agricultura. También hay residentes dedicados a la construcción. En esos rubros existen denuncias de infracciones a la ley laboral del vecino país

22 de enero de 2024, 4:00 AM
22 de enero de 2024, 4:00 AM

En Argentina, la mayoría de los bolivianos que buscan días mejores son explotados con trabajos forzosos. Hay residentes que explotan a sus propios compatriotas. Son engañados en suelo nacional con ofertas laborales y luego son llevados a Argentina para que sean parte de una brutal red de tratantes que los obligan al trabajo no pagado. La Cancillería de Bolivia, mediante los consulados, recibe denuncias para evitar que la comunidad boliviana en ese país sea sometida incluso a condiciones de esclavitud.

Cruzan la frontera pensando que vendrán días mejores. Saben que van a Argentina a trabajar, pero lo que no saben es que serán explotados con trabajos forzosos con muy poca remuneración económica, incluso sin pago. En el vecino país, hay muchos varones y mujeres bolivianos que sufren este tipo de abuso. En un número menor hay víctimas de la explotación sexual.

En Argentina, el boliviano es víctima de otro boliviano. A diferencia de la trata y tráfico de personas hacia otros países, las víctimas bolivianas en Argentina son explotadas con trabajo forzoso. La mayor parte de la comunidad boliviana se dedica a dos oficios: la agricultura y la industria media textil.

Los bolivianos que llegaron hace más de 20 años a Argentina tuvieron la suerte de montar su propio negocio textil. No les fue fácil. Pasaron días de puro trabajo. Parte de estos ahora “empresarios” apelan al trabajo forzoso de sus propios compatriotas.

“En el marco de una investigación que comenzó en la provincia de Salta, los gendarmes argentinos allanaron cuatro inmuebles en la provincia de Buenos Aires. La PSA (Policía se Seguridad Aeroportuaria) rescató a 24 víctimas de explotación laboral y detuvo a dos personas que regenteaban talleres textiles clandestinos”, es el reporte de un operativo desarrollado en octubre del año pasado. Las víctimas eran bolivianas y los detenidos también.

Las redes de trata y tráfico de personas buscan en Bolivia a ciudadanos de escasos recursos y les ofrecen trabajo en Argentina con buenas condiciones. Aceptan y se van a la frontera. La mayoría son jóvenes. Hay tres puntos para el paso a Argentina: Villazón, Yacuiba y Bermejo. Los dos primeros son los más utilizados, ya que existen rutas alternas ilegales al paso migratorio. Muchas de las víctimas no cuentan con documentos. Es más, algunos no tienen un certificado de nacimiento. Eso es como si no existieran.

Experto argentino

Gustavo Morón, abogado argentino y activista en la comunidad boliviana en Argentina, consideró que parte de la colectividad boliviana sufre de un “capitalismo salvaje” por las formas en las que sufre del trabajo forzoso, que incluso llega —dijo— a condiciones de esclavitud.

“Lamentablemente es así. Es un capitalismo feroz el que se utiliza. En ciudad de Buenos Aires, una fábrica textil de 15 trabajadores no puede trabajar por el tema de la carga de impuestos, por el tema de la jubilación, por todas las cargas que tienen pagar. En cambio, en la colectividad boliviana hay distintos barrios, que son íntegros de bolivianos y están llenos de textiles, los tienen todos en ‘negro’ y no aportan. Es un capitalismo salvaje el que se vive en Buenos Aires y lamentablemente es cierto”, comentó Morón.

La ruta nacional 34 de Argentina es el paso que utilizan muchos tratantes para transportar a sus víctimas a diferentes puntos del vecino país, pero por lo general el objetivo es llegar a Buenos Aires, donde están instaladas las textileras. En el informe se relata un caso en el que la Gendarmería argentina —que en un tramo de 55 kilómetros sobre la ruta nacional 34 hace al menos tres controles— encontró en la ciudad de Tartagal a un camionero que llevaba a un niño boliviano de ocho años.

El 12 de enero de este año, la Policía Federal Argentina allanó una finca en la localidad de Malargüe, en la provincia de Mendoza, y rescató a 92 personas víctimas de explotación. El operativo estaba enmarcado en una causa que se investigaba desde noviembre del 2023 por presuntos delitos de trata laboral

En ese establecimiento, dedicado a la cosecha de ajos, se tenía denuncias de hace varios meses. En esta propiedad trabajaban ciudadanos bolivianos, quienes dormían en el piso y comían una sola vez al día. Los compatriotas no contaban con los trámites de migraciones realizados, lo que llevó a los investigadores a realizar clausuras y los procesamientos correspondientes.

Morón detalló que en las ciudades donde más bolivianos trabajan es Mendoza, Córdoba y Buenos Aires.