EL DEBER preguntó a actores políticos y especialistas qué es lo más difícil que deberá enfrentar Bolivia en el año que está por comenzar y las respuestas coinciden que habrá menos dinero y más desinstitucionalización

El Deber logo
31 de diciembre de 2023, 4:00 AM
31 de diciembre de 2023, 4:00 AM

Las previsiones para 2024 no reflejan optimismo. Políticos y profesionales de distintas áreas alertan de complicaciones por efecto de la debilidad institucional del Estado y señales económicas controvertidas, además de la de las debilidades institucionales.

Una de las causas de este balance tiene que ver con la implosión del MAS que terminó por fragmentar la Asamblea Legislativa y, por esa vía, debilitar la gobernabilidad del presidente Luis Arce. La bancada leal al expresidente Evo Morales controla el Senado y, en contrapartida, el Tribunal Constitucional suspendió las competencias de la directiva de esa entidad

La bancada que defiende a Arce controla la Cámara de Diputados y desde allí frenaron la iniciativa de la Cámara Alta de agilizar la elección de magistrados, cuya fecha es de muy difícil pronóstico.

En ese contexto, el senador de Comunidad Ciudadana (CC) Rodrigo Paz Pereira señaló que lo más difícil que enfrenta el país desde 2014 y que se ha profundizado en el gobierno de Arce, es la “finalización de un modelo que se expresa en el Estado que ‘tranca’ el desarrollo de personas, de los departamentos y las regiones”.

El legislador señaló que esta centralización de recursos se expresa en las medidas macroeconómicas, censales, judiciales y fiscales. “Todo aquello que se viene en 2024, con un Estado tranca’ que tiene la necesidad de centralizar el poder es por el cierre de un ciclo que empezó a dar señales de declinación en 2014 con la caída de los precios del gas y el uso indiscriminado de las reservas internacionales”, puntualizó.

Prevé que entre 2024 y 2025, Bolivia vivirá un tiempo muy difícil porque el Gobierno se empecinará en un modelo caduco “y genera una situación de incertidumbre”.

Pero, lo peor que puede pasar es que el gobierno de Arce, dijo Paz Pereira, “es que se siga profundizando este Estado ‘tranca’ que llevará a que la gente sienta más la crisis económica en sus bolsillos”. Además, remarcó Paz, “empeorará también la centralidad de la justicia bajo control político, un censo que será politizado y fraudulento, falta de elecciones judiciales, de redistribución de recursos, porque entramos a este nuevo año con 88% para el Gobierno y 12% para las regiones”.

La senadora Patricia Arce, de la facción evista del MAS, aseguró que el tema más complicado en 2024 será “el económico y el de justicia. No hay prueba clara ni garantía de poder acudir a una justicia pronta, oportuna y gratuita”. “Lo otro, aunque nos digan que todo está bien, lamentablemente en las calles la realidad es completamente distinta”, señaló Arce.

“Estamos cerca de las elecciones y esta pelea interna dentro del MAS perjudica demasiado, porque no deja que la prioridad del Gobierno sea Bolivia. Más se preocupan de las elecciones de 2025 y Lucho (Arce) ha dejado de lado su obligación de cuidar a la población boliviana, la estabilidad económica, social y política de nuestro país”, mencionó.

Como lo hizo en la última sesión de Asamblea Legislativa, la legisladora apuntó como uno de los grandes culpables al vicepresidente David Choquehuanca. “Él es quien presiona y obstaculiza la gestión del hermano Luis Arce”.

La diputada de Creemos María René Álvarez manifestó que lo más complicado de 2024 será enfrentar la falta de institucionalidad que afecta al país.

“Se ha anulado la Asamblea, lo ha hecho el Gobierno, usando al Poder Judicial, así que vamos camino a que el presidente Arce gobierne por decreto, lo que consumaría una dictadura en el país”.

El senador Félix Ajpi, alineado con la facción leal a Arce, consideró que en 2024 Bolivia pagará el precio por “la falta de respeto a las normativas y a las mayorías”. “Lastimosamente entramos en un caos legal, hay que empezar a respetar la normativa, recuperar la institucionalidad”, manifestó.

Aseguró que esa tarea la tienen los órganos Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral. “La auto prórroga de autoridades judiciales que se dio definitivamente es inaceptable, porque pisotea a CPE”. El asambleísta espera que esto “no empeore este año. Provocaría un tremendo caos, es mi más grande preocupación como senador”.

El abogado constitucionalista José Luis Santistevan redondea dos ejes que vaticinan los grandes problemas que enfrentará el país en 2024. “Lo más difícil que enfrentará el país es la crisis económica, porque la desinstitucionalización del Estado no permite que haya eficiencia ni transparencia en los órganos públicos, principalmente en el Ejecutivo”.

“Terminó el año sin el Presupuesto General del Estado y por eso se perfila que el Gobierno tendrá muchas dificultades en la nueva gestión para tener estabilidad económica y poder realizar todo lo que tiene programado en materia de inversión. Si se siguen controlando las exportaciones seguirán cayendo los cupos, creo que lo más difícil será enfrentar la crisis”, señaló el especialista.

En este momento, dijo, el Estado está administrado solo por el Poder Ejecutivo y tiene muchos problemas porque los otros tres poderes, principalmente el Judicial y el Legislativo, están totalmente desinstitucionalizados y por eso no podrán avanzar los procesos de todos los proyectos económicos que se tienen.

“Los organismos internacionales, más allá de que se apruebe el Presupuesto por decreto requieren garantía y estabilidad. No son préstamos a corto, sino a largo plazo. El Estado no ofrece garantías y ahí también tendrá problemas. Se seguirá echando mano a los Bs 25.000 millones de la Gestora Pública de Pensiones y en ese escenario no habrá estabilidad económica”, puntualizó.

El sociólogo Gregorio Lanza aseguró que en el país el diálogo está extinguido. “La economía será un problema complejo, pero más que eso el gran conflicto estará en la posibilidad de llegar a acuerdos para hallar soluciones en el ámbito económico”.

Lanza, también experto en resolución de conflictos, advirtió que las peleas en el MAS han generado que el Gobierno no tenga otra salida que anular al Legislativo y eso ha desencadenado una desinstitucionalización sistemática. “El problema del Ejecutivo viene de la cultura de la imposición y no de la concertación, y eso es crítico. Definitivamente ese será el problema más complicado de resolver”, exteriorizó el experto.

El único camino posible, advirtió, parece ser un diálogo sincero y transparente que llegue a acuerdos mínimos y al final eso es la política. “La desinstitucionalización es el marco que hace muy difícil gobernar. Pero lo que falta es decisión política, generar un norte. Así como Arce habla todos los días de industrialización, si hablara de diálogo gobernaría mejor”, añadió el profesional frente a los sucesos del actual proceso político.

La pugna por el poder político al interior del MAS provocó que la mayoría de los legisladores rechace el receso parlamentario. Esta decisión se asumió por dos tercios, pero el vicepresidente David Choquehuanca ordenó el repliegue parlamentario hasta el 8 de enero. Desde el ‘arcismo’ aseguran que el descanso del Legislativo está basado en un reglamento de debates y que lo único que hicieron los legisladores es no validar la comisión de turno Los ‘evistas’ reclamaron porque ningún poder del Estado puede dejar de funcionar y sesionaron. Este gestó valió para que una demanda planteada ante el Tribunal Constitucional derive en la suspensión de la directiva del Senado.