En la era democrática, desde 1982, hubo varios casos que involucraron a gobiernos y a policías con el narcotráfico. Ningún presidente ni ministro fue juzgado por cubrir a narcos. Solo Óscar Eid fue a la cárcel

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10 de abril de 2022, 4:00 AM
10 de abril de 2022, 4:00 AM

“Jodidos, jodidos estamos todos”. Esa es la célebre frase del estratega del desaparecido Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Óscar Eid Franco, durante una conversación telefónica grabada por Inteligencia y hecha pública cuando a principios de los años 90 los ‘narcovínculos’ con Isaac ‘Oso’ Chavarría amenazaron con llevarse por delante a toda la cúpula del MIR de Jaime Paz Zamora. Analistas aseguran que es el único caso en el que un dirigente político fue encarcelado por vínculos con el narcotráfico. Después, solo policías fueron a dar a las rejas. Los políticos, nunca más.

La mayoría de los presidentes de la era democrática, que comenzó en 1982, enfrentaron denuncias por vínculos con narcos. Ninguno de ellos fue a juicio. En el MAS aseguran que la caída de cuatro jefes policiales en el Gobierno de Morales involucrados con tráfico ilegal de cocaína no significa que sus ministros o el expresidente hubieran estado implicados.

El lunes, se comenzó a escribir un nuevo capítulo de esta historia. El jefe nacional de MAS y presidente de las Seis Federaciones de Cocaleros del Trópico de Cochabamba, Evo Morales Ayma, denunció que el Gobierno de su correligionario Luis Arce Catacora protege al narcotráfico. Fundamentó su denuncia con audios en los que el teniente coronel Yerko Terán, director de Umopar en Chimoré, recibió una orden, el 25 de marzo, de abortar una misión que descubrió un megalaboratorio y cuatro fábricas con capacidad de producir 200 kilos por día de pasta base de cocaína en el río Sacta.

El policía jubilado Waldo Panozo, quien en la década de los 90 denunció vínculos de políticos con el narcotráfico y fue enviado a prisión por ese motivo, señaló que “no existe un solo caso que podamos detallar de un político juzgado por narcotráfico, mucho menos sentenciado en la cárcel”.

En el caso denunciado por Morales, el teniente coronel Terán pasó de acusador a acusado. Lo acompañan otros dos policías, el exdirector nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) José María Velasco, y el ex jefe nacional de Umopar Jaime Arancibia. El viceministro de Defensa Social, Jaime Mamani, y el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, siguen en sus cargos y sin ser procesados.

El analista Gregorio Lanza advirtió que, en distintos momentos de la historia, siempre se apuntó al ministro del Interior y luego de Gobierno. “Hay una excepción con la caída de Óscar Eid, pero lo normal es que caigan los jefes policiales metidos en el negocio, pero las autoridades políticas que son las que más remuneración habrían recibido de las mafias, salieron siempre liberadas”, afirmó.

El senador oficialista Félix Ajpi señaló que se debe dividir la historia en un antes y un después del MAS. “En los gobiernos de la derecha hubo impunidad para gobernantes y policías. Con Evo Morales, policía detectado en nexos con los narcos fue encarcelado. La justicia no ha probado nexos de ministros o de más arriba”.

Historia

El tráfico de drogas campeó en la época de la UDP (1982-1985) de Hernán Siles Zuazo. Se creó la Umopar y Shinahota era el centro del narcotráfico, donde se vendía la droga libremente, dijo Panozo.

En octubre de 1984 se dio el caso Taurus, la incautación del primer avión transportador de carne con más de 1.000 kilos de sulfato base de cocaína. No existían los laboratorios de clorhidrato, la droga de máxima pureza, que aparecieron ese mismo año en Santa Cruz y luego en Beni. En el operativo se perdió una vagoneta, que un oficial se llevó a su casa. Nunca se supo si la droga fue incinerada o no.

Fue esa época en la que Roberto Suárez Gómez, el rey de la cocaína en Bolivia, ofreció pagar la deuda externa y filmó a autoridades del Gobierno ingresando a su casa.

El comunicador Carlos Palenque lo entrevistó en la Radio Metropolitana. Eso en vez de hundirlo, catapultó la carrera política de Palenque. Fundó luego Condepa.

En el gobierno de Víctor Paz Estenssoro estalló el caso La Florida, primer eslabón de un fatídico desenlace. Avionetas que despegaban de Chapare para llevar sulfato base a las serranías de Huanchaca y Caparuch en Santa Cruz, donde se encontraba un megalaboratorio de purificación.

En Huanchaca se produjo el asesinato del científico Noel Kempff Mercado, que viajó al lugar para continuar con una investigación botánica. La avioneta, en que viajaba con un especialista español, aterrizó por error en la pista de un megalaboratorio de drogas. Fueron recibidos a tiros.

La repercusión denominada Huanchaca II, fue la incursión de efectivos de Umopar para desmantelar esa factoría. Sin embargo, posteriormente Inteligencia estableció que los oficiales no habían destruido los precursores, sino que los vendieron.

En este caso el principal implicado fue el ministro del Interior, Fernando Barthelemy, y Panozo fue procesado por denunciar los hechos de corrupción.

El diputado Edmundo Salazar, quien lideró en el Congreso la indagación por el caso Huanchaca fue asesinado en la puerta de su casa. Años después, su esposa falleció en un extraño accidente de tránsito en La Paz.

Se descubrió que la droga tenía como destino la preparación de grupos antiguerrilleros de Nicaragua, y el coronel estadounidense Oliver North, estaba al mando del laboratorio.

Barthelemy se salvó del proceso gracias a una histórica votación en el parlamento. Los diputados izquierdistas Filemón Escóbar, Germán Gutiérrez y Fernando Álvarez votaron en contra del procesamiento.

El gobierno de Jaime Paz (1985-1989) marca la irrupción de Evo Morales como dirigente de Chapare. El ministro Carlos Saavedra lanzó el programa de narcoarrepentidos, que beneficia al denominado cártel de Santana. Seis narcotraficantes se acogieron y estuvieron un tiempo en la cárcel.

Carmelo ‘Meco’ Domínguez y el ‘Oso’ Chavarría caen en Santa Cruz. La DEA denuncia que estos dos narcos tenían vínculos con el gobierno de Jaime Paz. Chavarría admitió que era simpatizante del MIR y había apoyado con recursos para su campaña. Para Panozo, Oscar Eid fue sacrificado y pagó los platos rotos de todos.

Ya en el primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada se produce el caso narcoavión, la nave interceptada en Lima, Perú, donde hizo una escala antes de seguir viaje a México. La DEA intervino y descubrió un cargamento de cuatro toneladas de clorhidrato de cocaína.

Cayó Luis Amado Pacheco, alias Barbas Chocas, hijo del narcotraficante Alex Pacheco. Los estadounidenses vincularon a personeros del Ministerio del Interior. “En ese caso cayeron y estuvieron presos oficiales policiales que incluso llegaron a ser generales, pero ningún político”, reseña Panozo.

En 1997, con Hugo Banzer, se lanzó el plan dignidad, y ese año Evo Morales llegó al Congreso. Se inicia una guerra de baja intensidad que no ha terminado hasta ahora. Tras el segundo y acortado mandato de Sánchez de Lozada, llega al poder Carlos Mesa, quien entrega a los chapareños la concesión de un cato de coca por familia. Los cocales crecen y la producción se sale de control.