Estas mafias operan en todo el país y muchas tienen conexiones con similares del exterior. En el interior se aumentaron los casos donde prostituyen a menores de edad en alojamientos. En El Alto y Santa Cruz se clausuran este tipo de hoteles.

28 de agosto de 2022, 10:21 AM
28 de agosto de 2022, 10:21 AM


La mayoría de los alojamientos ubicados en zonas rojas de las principales ciudades del país se convirtieron en fachadas para el comercio sexual de mujeres adolescentes y jóvenes. Las víctimas sufren sus penas entre cuatro paredes a metros del caos urbano. Fueron captadas por diferentes métodos -la mayor parte por agencias de empleos y redes sociales- y detrás están siete “cabezas” que son parte de las redes de trata y tráfico de personas.

Laura (nombre ficticio) pudo escapar de una red de trata y tráfico. Ella estaba encerrada en un alojamiento de la zona 12 de Octubre de la ciudad de El Alto por seis meses. Logró salir por un descuido de sus captores, ya que uno de ellos dejó su teléfono celular en su dormitorio. Laura, que ahora trabaja contra el delito de trata y tráfico de personas, relata que había noches que se quedaba a dormir en el alojamiento, pero la mayoría la llevaban a diferentes domicilios de esa ciudad. 

Fue captada por una agencia de empleos. Buscaba trabajo y le ofrecieron llevarla a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra para trabajar en un restaurante. La llevaron desde Cochabamba a El Alto y le dijeron que iban a recoger a otras contratadas de La Paz. Ahí le hicieron pernoctar en un alojamiento. Por muchos días no pudo salir. Le quitaron su teléfono celular y sus documentos. Le amenazaron con hacer daño a su familia si no aceptaba ser prostituida. Era mayo de 2021 y su sueño de ganar dinero tras una dura pandemia se había convertido en toda una pesadilla difícil de escapar.

Pero lo logró. En uno de los domicilios donde dormía -que dice que esos ambientes eran de extrema pobreza- logró obtener un teléfono celular que uno de sus guardianes había descuidado. Llamó a su madre y con la Policía se logró rescatarla en un operativo que abarcó a 20 alojamientos de la ciudad de El Alto.

“Es lamentable lo que está pasando. Uno puede tener cierta confianza, pero dada la situación lamentablemente estos centros se están convirtiendo en nidos de antisociales, extranjeros indocumentados y muchachas que son obligadas al comercio sexual”, reprochó el teniente Boris Gutiérrez, jefe de la División de Trata y Tráfico de Personas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de El Alto.

El Centro de Capacitación y Servicio para la Integración de la Mujer (Cecasem) recoge testimonios de varias víctimas de trata y tráfico de personas y colabora con diferentes instituciones para contrarrestar este delito.

“Es lamentable que en nuestro país ocurran este tipo de hechos. Por ello, es muy importante que todas las instituciones públicas, privadas, juntas vecinales, centros educativos, padres y madres trabajemos de manera corresponsable en la prevención para evitar que se vulnere el derecho a la vida”, lamentó la directora de Cecasem, Patricia Bustamante. 

El esquema de las redes

Para la Policía Boliviana el esquema de las redes de tráfico va creciendo con más participantes. Son las “mentes criminales” que ascienden en una sola organización delictiva y que cada una tiene una misión en este delito.

Según un informe al que accedió EL DEBER ahora operan siete personas tras una sola mafia dedicada a la trata y tráfico de personas. Están en primera línea los “enganchadores” o los “entregadores”, quienes son las personas que descubren y abordan a las víctimas. Luego están los “intermediarios” o “negociadores”, quienes son los agentes de enlace entre los entregadores y las casas de prostitución o lugares de explotación.

En tercera línea están los “comisionistas”, que son las personas que trabajan en oficinas de colocaciones, agencias de empleo, que publican avisos de trabajos en periódicos y también -ahora con más participación- quienes captan por redes sociales.

Luego ingresan en el negocio los “falsificadores”, quienes proporcionan documentación falsa a las víctimas, generalmente para trasladarlas a otros países. En la quinta línea de una red están los “indicadores”, que son aquellos que se ocupan de vigilar los movimientos de la Policía para alentar cualquier tipo de operativo o allanamiento. Estos individuos tienen contactos en la fuerza policial.

Después están los “comerciantes sexuales”, que son los propietarios de las casas de prostitución o lenocinios, en su mayoría que operan de manera ilegal. En este punto también hay “comerciantes laborales”, que son los que llevan a las víctimas a realizar trabajos forzados sin o con poco pago.

Por último, la red es dirigida por un “proxeneta”, personas que viven del dinero del producto del comercio sexual que realizan las víctimas. Su forma de trabajo consiste en la coerción, el miedo y el castigo físico si no cumplen con sus exigencias.

Caso en Santa Cruz

Hace unos días una niña de 14 años logró realizar una denuncia tras estar desaparecida. La Policía dio con su paradero en un hotel de la capital cruceña donde estaba siendo prostituida. La investigación reveló que no sería la única víctima y que este hecho es parte de una red de trata y tráfico de personas que opera en Santa Cruz desde las redes sociales, principalmente desde la página de Facebook.

“Las redes de tratantes, antes de plasmar estrategias de vinculación o métodos de captación, realizan un previo estudio-investigación de los frecuentes lugares en donde existe mayor afluencia de personas, como niñas, adolescentes y jóvenes, principalmente mujeres, por la situación de riesgo y vulnerabilidad de las mismas en estos delitos. Ahora, también hacen ese trabajo de captación por las redes sociales, ofreciendo empleos en el exterior, principalmente a personas con escasos recursos”, dice el informe de Cecasem.

A diferencia del mismo periodo de 2021, en el primer semestre de esta gestión los casos de trata y tráfico de personas aumentaron en un 23%. Hasta el 28 julio de 2022, la Fiscalía General del Estado atendió 1.081 investigaciones referidas a la trata de personas. Diferentes instituciones realizaron ferias referidas al tema, pero las víctimas lamentan que las autoridades solo se acuerden de este delito en el día que se conmemora esta lucha internacional.

En el último caso ocurrido en Santa Cruz, además de la niña de 14 años se logró rescatar a otra de 15 en el mismo alojamiento. La Felcc investiga si a estas víctimas les dieron drogas para que puedan ser prostituidas. Este hotel no contaba con licencia de funcionamiento, además de las denuncias por alojar a menores de edad sin el procedimiento de la compañía o autorización de padres o apoderados.

“Se realizó la aprehensión de dos personas por el delito de proxenetismo agravado. Es un hombre quien buscaba clientes para prostituir a las menores y su pareja, una mujer quien es coautora del hecho delincuencial. Una de las menores desapareció el 20 de agosto de su domicilio y un día después el personal policial tomó conocimiento del hecho y se realizó el operativo de rescate de las dos menores. Nosotros recomendamos a los padres de familia que controlen a sus hijos e hijas cómo usan las redes sociales, díganles que no acepten mensajes de desconocidos”, recomendó el director de la Felcc Santa Cruz, coronel Julio Cossío Camacho.

En la Asociación de Apoyo a Familiares Victimas de Trata y Tráfico de Personas y Delitos Conexos (Asafavittp) informan que solo dos familias de las asociadas pudieron recuperar a sus hijas víctimas de las redes de tratantes.