Las relaciones con el Gobierno siguen congeladas. Llamó a construir la paz en unidad y a la reconciliación entre bolivianos

21 de diciembre de 2020, 21:50 PM
21 de diciembre de 2020, 21:50 PM

A cuatro días de la celebración de Navidad en el mundo, la Iglesia emitió un mensaje en el que pide dejar de lado la revancha y trabajar en la reconciliación que necesita el país después de la emergencia sanitaria por el coronavirus y los conflictos políticos que hubo.


“Que seamos capaces de reconciliarnos en las familias y en el país, de dejar atrás actitudes de revancha y mirar adelante, al futuro, con deseos de paz y buscando el bien común (…) va a nacer el que nos motiva a construir un país en unidad y con paz. El que nos invita a la reconciliación entre todos. El que une a todas las culturas y regiones de Bolivia”, señala el comunicado de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEP).


La declaración se produce en medio de una fricción entre las autoridades de la Iglesia con el Gobierno, que no encuentra una salida. El expresidente, Evo Morales, mantuvo un abierto enfrentamiento con las autoridades eclesiales a quienes acusa de haber dado cobertura al gobierno de Jeanine Áñez.


El gobierno de Luis Arce, tampoco tuvo un acercamiento con el clero en los 43 días de gestión gubernamental. El 30 de octubre de este año, una semana antes de la posesión de Arce como presidente, el presidente de la CEB, Ricardo Centellas, pidió una auditoría internacional al proceso electoral y esa declaración aumentó el malestar Gobierno-Iglesia.


Una semana después, la propia CEB salió a aclarar que esa declaración fue un respaldo de Monseñor Centellas al pedido de otras instituciones que exigían la auditoría a las elecciones. Pero los paños fríos no funcionaron y las relaciones siguen congeladas.


En este saludo de Navidad, la Iglesia llamó construir la fraternidad que fue convocada por el Papa Francisco y que sea lo que motive los esfuerzos en la construcción de nuestro país. “Les deseamos una Feliz Navidad y un bendecido Año Nuevo 2021 en el que superemos nuestras limitaciones, con la ayuda de Dios”, señala la parte final del pronunciamiento eclesial denominado: “En medio de las tinieblas brilló una gran luz”.