Monseñor Arana instó a aprender a convivir, aunque se piense distinto. El arzobispo Gualberti abogó por una paz duradera

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2 de diciembre de 2019, 6:53 AM
2 de diciembre de 2019, 6:53 AM


“Basta de enfrentarnos entre bolivianos, que mucho daño nos hemos hecho. Comencemos a respetarnos los unos con los otros, a aceptar nuestras diferencias, a saber convivir aun cuando pensamos diferente”. Ese es el mensaje de la Iglesia católica, después del conflicto poselectoral que terminó con la renuncia del expresidente Evo Morales, asilado en México.

El mensaje estuvo a cargo del monseñor Giovani Arana, obispo auxiliar de El Alto, desde la Basílica Menor de San Francisco en la ciudad de La Paz. En su homilía señaló que el país ha vivido estas semanas “momentos realmente muy dolorosos”, en los cuales fue invadido por “la oscuridad de la división, de la mentira, de la intolerancia, de la violencia”.

Llamó a que, en este tiempo de Adviento, se luche para ser más tolerantes y aprender a reconciliarse, perdonar. “Quiero aquí recordar lo que el papa Francisco en una catequesis nos decía: ‘La misericordia puede curar las heridas y puede cambiar la historia’”, dijo.

Dijo que la “oscuridad” ha ocasionado heridas no solamente físicas, sino del espíritu, pero exhortó a aprender a convivir aun pensando diferente, mediante el diálogo.

Señaló que para la tarea de curar heridas uno se debe preguntar: “¿Cuáles de mis acciones u omisiones han colaborado para que se generen heridas?”.

Planteó, a propósito del Adviento, ponerse como meta a mediano plazo la Navidad, y que para esta fecha se comience a “quitar todo lo malo que entorpezca aquel nacimiento”. “No más peleas”.

Desde Santa Cruz, el arzobispo Sergio Gualberti recordó que el lema de la fiesta de la Virgen de Cotoca en este año es: “María, cuida con tu amor de madre este mundo herido”, que, según manifiesta, “es un pedido ardiente y confiado a que, a pesar de los pasos importantes que hemos dado, ella siga a nuestro lado y nos acompañe en el proceso de sanación de nuestras heridas, de reconciliación y de unidad entre todos los bolivianos para que miremos con esperanza al futuro y gocemos de una paz duradera”·

Una muestra de la resistencia

Una muestra de las marcadas diferencias que dejó el conflicto en el país se observó este sábado en el nuevo mercado La Ramada, donde un sector de gremiales proclamó como candidato a presidente al líder cívico potosinista, Marco Purari. Otro grupo afín al Movimiento Al Socialismo (MAS), al percatarse de lo que sucedía, empezó a gritarle que él y el expresidente del Comité pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho -que lideraron las movilizaciones contra el fraude electoral exigiendo la renuncia de Morales- fueron los responsables de las muertes que se dieron en el país. En respuesta, los seguidores de Pumari gritaban que eso fue culpa de Evo Morales.

Pumari, que se dio cuenta de la situación, dijo a los presentes: “Juntos hemos logrado lo inimaginable; sé que todavía hay dolor del MAS, sé que todavía los militantes del MAS no comprenden que una Bolivia mejor ha nacido. El MAS ya es historia y eso lo tienen que comprender”, afirmó y se robó aplausos y gritos que lo proclamaron como presidenciable.



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