La investigación de la DEA se prolongó hasta septiembre de 2020. El exjefe antinarcóticos habría facilitado el acceso a pistas clandestinas para transportar grandes cargamentos de cocaína

26 de enero de 2022, 14:25 PM
26 de enero de 2022, 14:25 PM

Una acusación formal presentada a la Corte Suprema de Colombia, de parte de la Corte Distrital de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, fue el inicio de todo. La misma se basa en un informe de la Administración de Control de Drogas (DEA), e indica que el exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), Maximiliano Dávila, ya operaba en el tráfico de sustancias controladas en julio de 2019.

El caso es señalado como: “Los Estados Unidos de América contra: Maximiliano Dávila Pérez, alias ‘Macho’, Omar Rojas Echeverría, Jhon Cahuana Barrientos, Jheyson Montaño Fernández, Herland Montaño Fernández y Rómulo Ramírez Rodríguez”, según el documento oficial presentado por Estados Unidos a la Corte Suprema de Colombia, al que accedió EL DEBER hace 9 días atrás y que se publicó primicialmente (17 de enero). La información recogida indica que la DEA realizó las investigaciones desde inicios de 2019, cuando Evo Morales era presidente del Estado Plurinacional, y Carlos Romero fungía como ministro de Gobierno.

El exjefe de la Policía Boliviana, junto al exmayor, Omar Rojas Echeverría, habrían utilizado sus cargos y conexiones para obtener el acceso a aeródromos bolivianos con el fin de facilitar cargamentos de cocaína en grandes cantidades y organizar la protección de las fuerzas del orden.

Un agente encubierto se hizo pasar por un intermediario de cocaína para una red radicada en la República Dominicana que quería enviar 1.200 kilogramos de cocaína de Bolivia a Nueva York. Él discutió por primera vez este posible acuerdo con Rojas Echeverría, con quien se reunió en julio de 2019. Poco después de esa reunión, la fuente confidencial se reunió con Maximiliano Dávila. Ambas reuniones fueron grabadas legalmente por las autoridades del orden público. 

En la última reunión, Dávila dio cuenta sobre aeropuertos particulares en Bolivia en los que controlaba las operaciones de seguridad y en los que podía desviar la atención de las autoridades del orden público sobre la presencia de los aviones cargados de cocaína.

Además, se ofreció a proporcionar dos policías para proteger el avión cuando estuviese cargando con la cocaína. Dávila declaró que los policías utilizarían su armamento oficial, que incluye ametralladoras, agrega el reporte de la red televisiva.

Durante llamadas y reuniones grabadas legalmente en diciembre de 2019 y febrero de 2020, Dávila reconoció su conocimiento de la entrega exitosa de los kilogramos de muestra de cocaína en Lima (Perú), y a pesar de los disturbios en Bolivia durante este período, explicó que estaba preparado para asegurar un cargamento mayor a 1.500 kilogramos cuando los agentes encubiertos que se hacían pasar por compradores estuvieran listos.

A continuación te pasamos los artículos de la semana pasada en los que EL DEBER primicialmente dio a conocer estos documentos oficiales de manera exclusiva: