Tras la muerte registrada en los predios confiscados del caso Ostreicher (Guarayos), el estadounidense considera que no existe justicia en Bolivia, pero adelantó que en un futuro volverá por las propiedades que le incautaron en 2011.

21 de marzo de 2022, 13:58 PM
21 de marzo de 2022, 13:58 PM

Con la gentileza del traductor e intérprete oficial, Alex Flores Guzmán, el empresario estadounidense Jacob Ostreicher atiende a EL DEBER. En 2010, llegó a Bolivia convencido de encontrar en estas tierras una oportunidad para emprender. Su apuesta se centró en el agro, donde cultivó arroz, crio ganado e invirtió más de 30 millones de dólares. Confiado en la potencialidad de la tierra en Guarayos, llamó a su propiedad La Estrella.

En pocos meses, su sueño se tiñó de sombras. En 2011 afrontó un proceso por legitimación de ganancias ilícitas. En la sentencia que lo declara culpable también fue condenada Claudia Liliana Rodríguez Espitia, 'La Colombiana'. Encerrado en Palmasola, Ostreicher perdió su inversión y su propiedad a manos de una red de extorsión que operaba desde los estratos judiciales.

Diez años después, La Estrella, la propiedad de Ostreicher, ha vuelto a ser noticia por los enfrentamientos entre avasalladores y quienes afirmas ser los propietarios de la misma. un joven de 22 años, Franklin Delgadillo persió la vida por un disparo de escopeta.

Legalmente, las 35.000 hectáreas están bajo custodia de la Dirección de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados (Dircabi).

Ostreicher vive en Nueva York (EEUU) y se dedica a cuidar a sus padres sobrevivientes del holocausto.  En entrevista exclusiva con EL DEBER se refirió a las tierras tomadas (por supuestos afines al MAS) y los actos violentos ocurridos en la propiedad. Para él no existe justicia en Bolivia, pero indicó que en un futuro volverá a reclamar lo que le fue arrebatado.

Se refirió a la colombiana Claudia Liliana Rodríguez Espitia, implicada en el mismo proceso judicial y sindicada por el propio Ostreicher de estafarla, y del ex fiscal antinarcóticos que la apresó, Álvaro de la Torre. Para el empresario norteamericano es increíble que hoy sean pareja y estén casados. 

Ante todo, se muestra claro. No desea a nadie que le pase lo que él vivió en el país.

¿Qué sabe usted de los bienes  que le incautaron en Guarayos hace más de 10 años?

Los que sé de mis propiedades es a través de mis abogados Yimy Montaño y Jerjes Justiniano. La tierra que me fue confiscada está ahora en poder de Claudia Liliana Rodríguez y de Álvaro de la Torre. Ellos están trabajando mis tierras. ¿Con el permiso de quién?, no lo sé. 

Me resulta increíble saber que Álvaro de la Torre, el fiscal que puso en la cárcel a Rodríguez Espitia, esté trabajando con ella ahora y por lo que nos hemos enterado, se casaron. Eso es realmente increíble para mí.

- ¿Cuántas hectáreas de tierra tenía' ¡Que otros bienes había adquirido?

Eran 30.000 hectáreas (en San Antonio del Junte, Guarayos). Había maquinaria y equipos valuados en millones de dólares.

¿Qué información tiene del caso y de todos sus bienes ?¿Cómo califica que sus tierras sena objeto de disputas violentas?

Es una situación muy desafortunada lo que está pasando en mis tierras. No tengo mucha información al respecto, pero lo voy a discutir con mis abogados. No hay mucho que yo pueda hacer desde acá (Estados Unidos); sin embargo, me informaré bien para saber que está sucediendo con la gente que quiere tomar las tierras. 

¿Qué sabe del juicio que le siguen en Bolivia?

Lo que sé, por mis abogados, es que ellos han estado trabajando casi con las manos atadas a sus espaldas porque el sistema de justicia en Bolivia no ha mejorado. Son mis mejores deseos que en un futuro, el sistema de justicia de Bolivia cambie y, de ese modo, pueda volver. Pero, por el momento, la justicia está muy corrupta. 

Quiero volver y recuperar las tierras que me robó Claudia Liliana Rodríguez, y en este caso, Álvaro de la Torre también.

¿Cómo está usted y cómo vive ahora después de estar preso en Bolivia y de todo lo que vivió en este país?

Desafortunadamente, después de la prisión en Bolivia, tengo ciertos problemas para dormir. Despierto a medianoche con movimientos bruscos, con pesadillas por todo lo que viví en Bolivia, algo que no se lo deseo a nadie. Definitivamente no lo puedo superar.

¿Usted volvería a Bolivia?

En este preciso momento, no existe justicia en Bolivia. Dios mediante, mi deseo en el futuro es volver a Bolivia a reclamar los bienes que me robaron.

¿Cómo está con su familia, sus 11 nietos cuyas fotos estaban impresas en una frazada con la que usted se tapaba en la cárcel?

La frazada que tenía impresa las fotos de mis 11 nietos, se quedó en el hospital en Bolivia cuando tuve que salir huyendo. Siempre me la reclaman. Ahora me dedico a cuidar de mis padres, ambos son sobrevivientes del Holocausto, tanto mi padre como mi madre. Son un ejemplo para mí.

¿Qué puede decirle a Bolivia?

Estoy muy agradecido con Bolivia y decirles que amo Bolivia porque nunca tuve ningún problema con un boliviano. Mi problema fue con Claudia Liliana Rodríguez. Amo a Bolivia y a su gente, les agradezco mucho. También quiero decirle gracias al periodista Guider Arancibia por ser tan valiente y exponer la corrupción e incluso por poner en riesgo su vida.