El filósofo y analista lamenta que persista el talante autoritario y excluyente en el MAS, a pesar de que están muy divididos. Para él, eso demuestra que no aprendieron las lecciones de 2019

4 de diciembre de 2022, 8:10 AM
4 de diciembre de 2022, 8:10 AM


¿Cómo valora esta semana?
Lo más destacado es lo ocurrido en la Asamblea Legislativa Plurinacional, primero como consecuencia de la elección de una nueva Directiva en unos términos que eran insospechados hace dos años, y por la promulgación de una Ley que ha profundizado la división que observamos en el MAS, y sin embargo creo que ha sido muy útil en términos del propósito de una pacificación social y de darle mayor seguridad jurídica al proceso del Censo que venía muy mal encaminado.

Con lo que dijo el viernes el presidente, ¿borró con el codo lo que hizo su bancada en la Asamblea, llegando a un acuerdo?
Es increíble cómo pervive el talante autoritario y excluyente en ambos sectores del MAS, a pesar de que están muy enfrentados y se hacen denuncias de traición muy complicadas, pero no son muy distintos en una visión autoritaria, que no comprende los acuerdos sociales con sectores que no sean parte de su propio partido y de su entramado de sus corporaciones sociales y literalmente afines al Gobierno. Al Presidente Arce no le costaba nada decir que se ha superado este conflicto, que se han aprendido las lecciones que dejan esta confrontación, y que se van a comprometer a hacer mejor las cosas. 

¿Se puede hablar de un proceso de descomposición del proceso de cambio?
Si, que se encaminó en la crisis política del 2019, ahí solamente la responsabilidad única y fundamental es del expresidente Evo Morales y de su entorno, y las consecuencias de ese quebranto político de la crisis del 2019, lo estamos viviendo todavía hoy.

El MAS tenía una oportunidad inmejorable de reinventarse, de renovarse programáticamente, de ampliar su aspecto de alianzas regionales y sociales, después de la victoria electoral del 2020. En lugar de ello, lo que vemos es la continuación de esta fase de declinación, de descomposición del proceso de cambio. Y hasta ahora no hay ninguna señal que muestre que el Gobierno vaya a hacer un viraje en sentido inverso, sin los liderazgos capaces de conducir y de reorientar los enormes desafíos que tiene por delante el país.

Si es que sigue esta persecución alentada por Arce, ¿se estará entrando a un autoritarismo más duro todavía, para sostener esta división que hay en el Oficialismo?
Cuando no hay capacidad de gestión política, y gestión pública eficaz, qué es lo que estamos viendo, el recurso al abuso de poder está a la mano, el MAS controla todos los órganos del Estado, controla la Justicia de manera discrecional, controla la Policía que la ha convertido en un grupo de choque al servicio de un Ministerio, de un Partido. Todo eso es muy preocupante. Yo creo que es muy probable que se venga hacia adelante una arremetida represiva más dura de parte del gobierno. Lo único que podía contenerlos no es la conciencia la reflexión, la autocrítica democrática sino la resistencia ciudadana y política de las organizaciones democráticas y vuelvo a mencionar la acción muy eficaz de los Medios de Comunicación independientes, que son un verdadero contrapeso al poder que tienen estos regímenes. Así que yo veo que va por ahí la tarea de la oposición democrática de nuestro país. 

Cuando usted habla de la resistencia democrática que se necesitará hacia adelante ¿Existirá la voluntad de resistencia democrática militante en otros departamentos también?
Sí. La dirigencia de Santa Cruz haría bien en buscar nexos más duraderos, más orgánicos con fuerzas democráticas o actores democráticos en otros departamentos. La soledad de Santa Cruz no creo que sea por un sentimiento anticruceño. Este tipo de regímenes viven de la confrontación y la diferenciación social étnica, regional, de ahí sacan el elemento y el provecho para su propia legitimidad con sus bases, pero ahí también hay una agenda pendiente para los sectores ciudadanos y legisladores de Santa Cruz de ir al encuentro y forjar relaciones con dirigentes, políticos cívicos en los demás departamentos.