Juana Quispe fue concejala en un municipio paceño y sufrió violencia política. Fue asesinada en 2012 y el caso no avanza

26 de febrero de 2023, 4:02 AM
26 de febrero de 2023, 4:02 AM



Juana Quispe puede ser el caso
más icónico de la impunidad. Ella era concejala del municipio de Ancoraimes y seis meses atrás de su muerte ya había advertido que la iban a matar. 

Fue un feminicidio con rasgos políticos y después de 11 años el juicio no termina. Es más, el principal sospechoso ahora es la primera autoridad en la localidad de Ancoraimes, en el departamento de La Paz.

Juana Quispe murió asesinada el 13 de marzo de 2012. Su cuerpo fue encontrado en una quebrada en la ciudad de La Paz. Días atrás del asesinato, Quispe había denunciado que sufría violencia política y que sus colegas le habían obligado a renunciar a su cargo para que asuma su suplente: un varón.

“A la fecha, por la retardación de justicia existente, el Estado Plurinacional de Bolivia no ha cumplido con su obligación o responsabilidad de prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer”, cuestionó la semana pasada la Defensoría del Pueblo por cómo se lleva adelante este caso. 

Esta entidad recordó que a más de una década del hecho aún no se cuenta con una sentencia, pese que la familia y la defensa de la exautoridad reunieron evidencias durante la  investigación, que sustentan que el hecho es un crimen político y en el que estarían involucrados un exalcalde y dos exconcejales del municipio de Ancoraimes. 

Obligada a renunciar Juana Quispe fue conocida por el liderazgo que tuvo en su natal Llojllata Laymini, cantón ubicado en el mismo municipio de Ancoraimes, lo que la llevó a continuar en la carrera política. Sin embargo, en el camino tuvo que atravesar una serie de trabas que la impidieron ejercer el cargo de concejala lo que la obligaron a renunciar bajo presiones hasta llegar a su muerte.

 Hasta ahora la familia de la concejala no ha encontrado justicia y tuvieron que pasar diez años para que finalmente el Ministerio Público presente una acusación por el caso. Eso fue un viacrucis para la familia debido a que tuvieron que sufrir rechazos, imputaciones defectuosas, objeciones, sobreseimientos y negativas de la Fiscalía a realizar una inspección ocular, una triangulación de llamadas y la reconstrucción del hecho.

Quispe hizo mucho por su comunidad. 

Lo que más recuerdan es que donó parte de su terreno para construir una sede comunitaria. También impulsó un criadero de truchas en su región que todavía funciona.

La víctima llegó al Concejo de su municipio en las elecciones subnacionales de 2010. Los que la conocieron aseguran que su error fue postular con una sigla diferente al Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Félix Huanca, quien ahora es el alcalde de Ancoraimes y que también es el principal sospechoso del crimen.

La familia de Quispe denunció que los grupos de choque de Huanca arrastraron a la víctima violentamente por la plaza de Ancoraimes y la amenazaron con quemarla viva para obligarle a renunciar. Antes de su muerte, llegó a La Paz por invitación de Huanca a una movilización. Almorzaron
en la sede de Gobierno y al día siguiente su cuerpo fue encontrado cerca de un río con señales de estrangulamiento.




PARA SABER
SIN JUSTICIA. Juana Quispe tenía 42 años cuando fue asesinada en 2012 y los principales sospechosos de su muerte son el entonces alcalde de Ancoraimes, Félix Huanca, y Pastor Cutili y Basilia Ramos, presidente y vicepresidenta del Concejo Municipal, respectivamente.

LEY PROMULGADA
A raíz del asesinato de Juana Quispe, se impulsó la promulgación de la Ley 243 Contra el Acoso y la Violencia Política en
2012. Sin embargo, la exconcejala no logró justicia.