Zaffaroni fue abogado de Evo en Argentina y Pazmiño recibió en un primer momento el apoyo de Bolivia para ser reelecto

15 de agosto de 2021, 4:00 AM
15 de agosto de 2021, 4:00 AM

No fue unánime. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) declaró que la reelección presidencial indefinida no es un derecho humano protegido por la Convención Americana. El fallo no fue respaldado por dos magistrados que estuvieron vinculados con el gobernante MAS o con el expresidente Evo Morales.

Se trata de los magistrados Patricio Pazmiño Freire (Ecuador) y Eugenio Zaffaroni (Argentina), quienes fundamentaron su disidencia en sendos documentos que se distribuyeron junto con el dictamen.

Pazmiño, elegido como juez de la Corte IDH en 2016, recibió el respaldo del Gobierno boliviano para que sea reelegido en el cargo para nuevo periodo. No obstante, la Cancillería remitió en mayo una nota a la Organización de Estados Americanos (OEA) para retirar esa postulación. A finales de ese mes comenzó el 142.° periodo ordinario de sesiones que asumió la decisión de no reconocer la reelección presidencial como derecho humano al amparo de la Convención Americana.

Especialista en derecho económico y social, el magistrado fue presidente de la Corte Superior de Justicia de Ecuador y había emitido señales de cercanía con el exmandatario de su país Rafael Correa, uno de los líderes más próximos a Morales. En 2006 fue consultor para la Asamblea Constituyente y fue docente en la Universidad Andina Simón Bolívar que está en La Paz.

En enero de 2020, Morales anunció a los juristas argentinos Eugenio Raúl Zaffaroni y Raúl Gustavo Ferreyra como sus abogados ante los procesos legales que estaban en curso en Bolivia, mientras él estuvo refugiado en Buenos Aires. “Para mí es un honor contar con estas tres personalidades. Siempre estaremos del lado de la verdad y justicia”, escribió entonces el exmandatario a través de su cuenta en Twitter.

“El juez Zaffaroni y el juez Pazmiño están en contra de la definición que ha tomado, en la Opinión Consultiva, la Corte. Eso muestra una gran divergencia. No ha sido una decisión fácil. Es un texto que amerita que el país lo estudie con responsabilidad”, indicó el ministro de Justicia, Iván Lima, respecto a la votación en este dictamen.

La decisión de la Corte fue asumida el 7 de junio y demoró 66 días en ser publicada, luego de las notificaciones a las partes que concurrieron en el proceso. Una fuente diplomática le comentó a EL DEBER que la edición del texto, junto a los pronunciamientos de los magistrados que expresaron voto disidente, demoró la publicación oficial del dictamen.

El magistrado ecuatoriano, según se lee en la justificación de su voto, plantea una reflexión “sobre algunos de los roles que deben tener los órganos internacionales”, sin que esto afecte “la libre autodeterminación de los pueblos evitando la injerencia externa en los asuntos internos de nuestras repúblicas”. Además, Pazmiño consideró “un despropósito considerar que sea la propia Corte, o una mayoría de la misma, que pueda decidir sobre cuál es el mejor sistema de arquitectura política o constitucional para fortalecer los derechos políticos y la democracia en nuestros países”.

Por su lado, Zaffaroni expresó que si bien la figura de la “reelección” no está incorporada en el cuerpo jurídico interamericano, planteó su rechazo a este dictamen como “un riesgo” que “asume una función tutelar que fácilmente deriva en el etnocentrismo” y esto puede “desvirtuar la naturaleza liberadora que es de la esencia de esa rama del derecho internacional”, que, precisamente, son los derechos políticos.

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