Transparencia inició una investigación contra las concejalas que denunciaron la presencia de jóvenes en oficinas ediles

10 de agosto de 2022, 7:34 AM
10 de agosto de 2022, 7:34 AM

Un grupo de jóvenes ajenos al Gobierno Municipal de Santa Cruz estaba “acuartelado” en el histórico edificio de la alcaldía que está en la Plaza 24 de Septiembre. Ocurrió la madrugada del martes 9 de agosto, cuando fueron sorprendidos por las concejalas opositoras Lola Terrazas y Noemy Centellas.

Denunciaron que esos ciudadanos traían consigo paquetes de petardos, cada uno con capacidad de 12 detonaciones. Ambas representantes creen que la Alcaldía activó un plan para desprestigiar el movimiento ciudadano que exige al Gobierno el censo en 2023.

La alcaldía tiene otra versión. Juan Carlos Solares, director General del Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra, dijo que los petardos se acopiaron ante amenazas de toma de instituciones en el contexto del paro interinstitucional de 48 horas que se cumplió hasta ayer. “El Gobierno Municipal, cuando se inició el paro, tomó todas las previsiones de resguardar las instalaciones y las fuentes laborales. Tomamos esas previsiones porque había denuncias de que grupos iban a tomar instalaciones. Los petardos sirven para ahuyentar maleantes”, justificó Juan Carlos Solares, ayer, durante una conferencia de prensa.

El funcionario también anunció que la Dirección de Transparencia iba a iniciar una investigación contra las concejalas que hicieron el descubrimiento a las 02:00 del martes 9 de agosto. “Hubo un acceso irregular a las oficinas del gobierno autónomo municipal. Es un delito de allanamiento que está tipificado por las normas vigentes. Se trataría de un acoso a los funcionarios que estaban en el edificio central municipal. Se ha iniciado una investigación”, apostilló el director.

Mientras el portavoz del municipio hacía esas declaraciones, las concejalas anunciaban una denuncia penal contra el secretario municipal de Administración y Finanzas, Mario Centellas, y de otras personas, por al menos cuatro delitos. En la denuncia, las concejalas explicaron que decidieron ingresar al lugar porque se escuchaba la música y “movimientos extraños”. Tras la intervención vieron a otros durmiendo en una de las oficinas y también consumiendo bebidas alcohólicas en la cocina, donde se acopiaban los petardos.

Se presume que estas personas eran las que generaron diferentes conflictos en la ciudad”, detalla la demanda. 

Agregan que en primera instancia los guardias no les permitían ingresar, pero al conocer que eran concejales, lograron entrar. Los gendarmes no tenían conocimiento de quiénes eran las personas que estaban en el interior del edificio municipal porque aseguran que no registraron su ingreso.

Los delitos por los cuales sentaron la demanda formal son cuatro: uso indebido de bienes del Estado, instigación a delinquir, asociación delictuosa y uso de influencias. “Esperemos que el Ministerio Público le dé celeridad al caso y se identifique a los responsables para autorizar el uso de los bienes municipales de esta forma”, señaló Terrazas.

Ambas representantes volvieron a las oficinas de la alcaldía cerca del mediodía de ayer. Allí se percataron que todo había sido limpiado, a excepción de un colchón que aún estaba debajo de una mesa de reuniones.